WASHINGTON, 16 oct (Xinhua) -- La Casa Blanca rechazó hoy la propuesta que el presidente ruso Vladimir Putin hizo hoy con anterioridad para extender al menos un año el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) sin condiciones.
"La respuesta de hoy del presidente Putin para extender el Nuevo START sin congelar las ojivas nucleares no funciona" , tuiteó Robert O' Brien, asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Donald Trump.
O' Brien reiteró la propuesta de Estados Unidos de extender el Nuevo START un año, durante el cual ambos países limiten todas las ojivas nucleares, incluyendo las estratégicas y las tácticas.
"Esperamos que Rusia reevalúe su posición antes de que surja una carrera armamentista costosa" , añadió.
Hoy con anterioridad, Putin propuso extender el Nuevo START sin condiciones durante al menos un año para entablar más negociaciones.
"Tengo una propuesta: Extender el tratado actual sin ninguna condición durante al menos un año a fin de poder entablar negociaciones significativas en todos los asuntos que son regidos por acuerdos de este tipo" , dijo Putin en una reunión con miembros permanentes del Consejo de Seguridad del país.
El vice ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Ryabkov, rechazó esta semana la posición de Washington de congelar los arsenales nucleares. "La posición de Estados Unidos a favor del congelamiento la conocemos desde hace mucho tiempo, pero es inaceptable para nosotros".
El negociador ruso en jefe también señaló que Rusia rechazará cualquier nuevo acuerdo sobre el Nuevo START que sea programado para coincidir con la elección presidencial de Estados Unidos.
En 2010, Washington y Moscú firmaron el Nuevo START, el cual establece los límites en el número de ojivas nucleares desplegadas y de sistemas de lanzamiento estratégico de ambas partes. El Nuevo START, el último tratado de control de armas nucleares en vigor entre las dos superpotencias nucleares, expirará el 5 de febrero de 2021.
El acuerdo puede extenderse hasta otros cinco años máximo con el consentimiento de los dos países. Sin una extensión, los arsenales nucleares de Estados Unidos y Rusia quedarían sin supervisión por primera vez desde 1972.
