LA HABANA, 4 oct (Xinhua) -- Con un ligero decrecimiento de los enfermos con COVID-19 durante los últimos siete días, Cuba parece entrar en una fase de control del reciente rebrote del nuevo coronavirus iniciado en la isla a principios de agosto último.
Los contagios pasaron de 366 la semana anterior, a 352 en los últimos siete días, donde además La Habana, que era el epicentro de la enfermedad en la isla, disminuyó sensiblemente las infecciones.
En la capital se reportaron 107 nuevos casos, 89 menos que la semana precedente, con una tendencia decreciente que fue reconocida por el director de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Francisco Durán.
"La Habana tiende a la disminución de casos en los últimos días", aseveró Durán, quien cada día ofrece en televisión un parte sobre la evolución de la enfermedad en Cuba.
La Habana tiene un acumulado de 308 casos activos, con una tasa de incidencia de 14,43 enfermos por cada 100.000 habitantes, y además tres eventos de transmisión local abiertos y 76 controles de focos.
No obstante, las autoridades decidieron desde el jueves levantar algunas de las más duras restricciones que se aplicaron sobre la capital, como un toque de queda desde las 19:00 horas hasta las 05:00 del día siguiente y la suspensión del transporte público.
El epicentro de la pandemia parece haberse movido hacia el centro de la isla, donde las provincias de Ciego de Ávila y Sancti Spíritus acumulan entre ambas 233 nuevos contagios.
Ciego de Ávila, a unos 420 kilómetros al este de La Habana, ha logrado una cierta disminución de los casos, aunque presenta la tasa más alta del país con 59,24 contagios por cada 100.000 habitantes.
En ese territorio se abrió esta semana , en la ciudad de Morón, un nuevo laboratorio de biología molecular para la detección del nuevo coronavirus y otros agentes infecciosos, con lo que la isla tiene 12 instalaciones similares, al tiempo que se alistan otros tres en Holguín, en el oriente; Matanzas, en occidente, y la Isla de la Juventud, al sur.
Las alarmas ahora se concentran en Sancti Spíritus, a unos 340 kilómetros al este de La Habana, con 92 casos esta semana y una incidencia de 22,11 por cada 100.000 habitantes, la segunda más alta de la isla.
En esa provincia, donde se reportan tres eventos de transmisión local, el gobierno provincial estableció medidas sanitarias excepcionales y de control de movimiento de personas y vehículos.
Se determinó el cierre de las ciudades de Sancti Spiritus, cabecera provincial, y de Trinidad, un importante polo turístico, localidades en las que quedó prohibida la entrada y salida.
Además, se reiteró la vigencia de la prohibición de movilidad de la población entre las 19:00 horas y las 05:00 del día siguiente, a la vez que se pidió evitar durante el día la permanencia en espacios públicos.
En una reunión del grupo de trabajo gubernamental que día a día analiza la evolución de la pandemia, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, señaló que Sancti Spiritus es el lugar más complicado del país.
En consecuencia, subrayó que allí se deben realizar análisis diferenciados, tomando como base la actual situación epidemiológica, lo cual permitirá adoptar oportunamente las medidas necesarias para disminuir los contagios.
"La práctica tiene que seguir siendo trabajar con exigencia y prestando mucha atención para que no se resquebrajen las medidas, ni en el sistema de Salud, ni en el funcionamiento de las instituciones, ni en los centros de trabajo, ni en ningún escenario", dijo el mandatario.
Desde que la enfermedad apareció en la isla hace casi siete meses, Cuba acumula 5.809 infectados y 122 fallecidos, mientras que 5.145 personas se recuperaron y dos extranjeros fueron evacuados.
La isla tiene una tasa de letalidad de 2,1 por ciento, inferior al 3,34 reportado por la región de Las Américas y al 2,96 del planeta.
