NUEVA YORK, 25 sep (Xinhua) -- El número total de casos de COVID-19 en Estados Unidos superó los 7 millones el viernes, y el de muertes relacionadas con la enfermedad cruzó el umbral de los 200.000 el martes, mostrando que la batalla del país contra la COVID-19 es un fracaso miserable, dijeron expertos estadounidenses a los medios.
El recuento de casos de COVID-19 de Estados Unidos aumentó a 7.005.746, y la cifra nacional de muertos alcanzó los 203.240, a las 2:23 p.m. hora local (1823 GMT), según el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas (CSSE) de la Universidad Johns Hopkins.
California reportó 801.006 casos, la cifra más alta entre todos los estados. Texas registró 747.491 casos, seguido de Florida con 695.887, mientras Nueva York superó los 450.000. Otros estados con más de 200.000 casos incluyen Georgia, Illinois, Arizona, Carolina del Norte y Nueva Jersey, según la CSSE.
Los contagios de COVID-19 en EE.UU. alcanzaron los 5 millones el 9 de agosto y los 6 millones el 31 de agosto.
Estados Unidos sigue siendo la nación más afectada del mundo, con la mayoría de contagios y muertes, que representa más de una quinta parte de la cantidad mundial de casos y el número de decesos, respectivamente.
"Es completamente inimaginable que hayamos llegado a este punto", dijo a Associated Press Jennifer Nuzzo, investigadora de salud pública de la Universidad Johns Hopkins, con sede en Maryland, ocho meses después de que estallara la epidemia en la economía más grande del mundo.
"Desde el principio nos faltaba una estrategia nacional de pruebas", dijo Nuzzo. "Por razones que no puedo entender, nos hemos negado a desarrollar una".
El número de muertes sigue aumentando a un ritmo de casi 770 diarios en promedio, según la Universidad Johns Hopkins.
"Estamos en camino de tener un cuarto de millón de estadounidenses muertos para fin de año sin ninguna razón por la que esto tuviera que suceder", dijo a The Guardian Jeremy Konyndyk, alto investigador de políticas del Centro para el Desarrollo Global.
"Esto se podía prevenir. Así que sí, es un fracaso de liderazgo de proporciones asombrosas", dijo Konyndyk.
En marzo, Konyndyk le dijo a The Guardian que la respuesta de Washington a la COVID-19 fue "uno de los mayores fracasos de la gobernanza en los tiempos modernos". Cuando las muertes sobrepasaron las más de 200.000, Konyndyk dijo que su anterior valoración "ha sido extremadamente benévola".
La llegada del semestre de otoño combinado con la temporada de gripe ha suscitado una gran preocupación por un repunte de nuevos casos en Estados Unidos.
Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés) dijo al Comité de Salud del Senado en una audiencia el miércoles que más del 90 por ciento de la población estadounidense es susceptible a agarrarse COVID-19, citando un estudio realizado por la agencia.
Además, una previsión del grupo publicado el jueves por los CDC pronosticó que el virus podría causar un total de 214.000 a 226.000 muertes en Estados Unidos antes del 17 de octubre.
"Todos los líderes del mundo han pasado por la misma prueba, y algunos han tenido éxito y otros han fracasado", dijo a Associated Press Cedric Dark, médico de emergencia del Colegio de Medicina Baylor en Houston, gravemente golpeado por el virus. "En el caso de nuestro país, fracasamos tristemente", afirmó.
