MADRID, 21 sep (Xinhua) -- El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, se reunió hoy lunes con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, a fin de buscar medidas para detener el creciente número de casos de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en la región.
El encuentro se celebró en la sede de la Comunidad de Madrid, en el centro de la capital, donde se pudo ver a los dos dirigentes dejando sus diferencias ideológicas para, según un comunicado conjunto, crear un "espacio de Cooperación (...) con la creación de un 'Grupo COVID-19' que se reunirá semanalmente, con el objetivo de coordinar y planificar respuestas contra la pandemia".
Según las cifras publicadas este día por el Ministerio de Sanidad español, la región de Madrid, con el mayor número de casos en el país, acumula 199.036 contagios confirmados con 23.575 reportados en los últimos siete días, mientras que en toda España se han registrado en la última semana 61.748 nuevas infecciones.
El Grupo COVID-19 estará formado por el ministro de Sanidad de España, Salvador Illa, y la consejera de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, junto con el responsable de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, y el vicepresidente regional, Ignacio Aguado.
Hoy entraron en vigor nuevas restricciones a la movilidad en 37 zonas de Madrid que tienen las tasas más altas de contagios de la COVID-19.
Los residentes de estas zonas, la mayoría en el sur de Madrid, tienen prohibido viajar a otros puntos de la ciudad, mientras que los restaurantes y bares están limitados al 50 por ciento de su capacidad y deben cerrar a las 22:00 hora local (20:00 GMT). Los parques y jardines públicos permanecerán cerrados y las reuniones se limitarán a un máximo de seis personas.
Sin embargo, existen muchas excepciones a las restricciones con personas autorizadas a desplazarse por motivos de trabajo, estudios, para cuidar a personas mayores o vulnerables, ir a un banco, cumplir con una obligación burocrática o por "fuerza mayor".
Debido a que estas restricciones afectan principalmente a barrios de clase trabajadora, vecinos de varias zonas salieron el domingo a las calles para quejarse de lo que han interpretado como una segregación de los más vulnerables.
Los manifestantes señalaron que las tasas de infección son más altas en sus áreas porque no pueden trabajar desde casa, tienen que viajar en transporte público y viven en condiciones de vida más estrechas.
Tras la reunión, la presidenta de Madrid insistió en que "estamos tratando de salvar vidas, y lo primero que quiero decirles a los ciudadanos es que estamos aquí para salvar vidas y deben tener confianza en nosotros".
