BEIJING, 9 sep (Xinhua) -- Las vacunas candidatas de China contra la COVID-19, exhibidas en la Feria Internacional de Comercio de Servicios de China 2020, han generado una gran atención y ofrecido esperanzas para la solución definitiva que conduzca a la victoria final sobre el virus.
La exhibición no sólo refleja la actitud abierta e inclusiva de China hacia el desarrollo de la vacuna, sino también su determinación para cumplir la promesa de desarrollar las vacunas contra la COVID-19 como un bien público mundial.
China ha establecido en muchas ocasiones que convertirá a su vacuna contra la COVID-19 un bien público mundial cuando esté disponible, contribuyendo a la accesibilidad y asequibilidad de la vacuna en los países en desarrollo, incluidos los países africanos.
Al adoptar cinco enfoques tecnológicos en el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19, China ha destinado recursos nacionales y aprovechado las experiencias de desarrollo de vacunas previas para acelerar el proceso.
El 16 de marzo, una vacuna recombinante desarrollada por el Instituto de Medicina Militar de la Academia de Ciencias Militares comenzó la fase uno de los ensayos clínicos, la primera en el mundo. Hasta ahora, varias vacunas candidatas han generado resultados promisorios en la fase uno y dos de los ensayos clínicos, y cuatro vacunas han entrado en la fase tres de los ensayos clínicos internacionales para ser probadas a mayor escala.
Los desarrolladores de vacunas de China están acelerando las capacidades de producción de las mismas para garantizar su asequibilidad y accesibilidad. China puede lograr actualmente una producción anual de 300 millones de dosis de una vacuna recombinante contra la COVID-19. La empresa China National Biotec Group, desarrolladora de dos vacunas inactivadas contra la COVID-19, ha establecido talleres de producción que pueden producir 300 millones de dosis de vacunas inactivadas contra la COVID-19 al año. Los desarrolladores de vacunas también prometen ampliar más su capacidad.
Frente a la pandemia, ningún país es capaz de declarar la victoria total por su cuenta. China considera a la cuestión de la vacuna en el principio de la cooperación de ganar-ganar, puesto que la salud y la seguridad de diversas poblaciones están conectadas estrechamente.
Para ofrecer al mundo un bien público mundial seguro, efectivo y de alta calidad, los desarrolladores de vacunas de China se adhieren a los estándares internacionales y a los procedimientos científicos.
Los investigadores chinos publicaron los resultados clínicos en revistas científicas internacionales, lo que no sólo es una demostración del compromiso con la transparencia y la compartición de datos en la investigación científica, sino también una práctica de la promesa del "bien público" por medio de la promoción del desarrollo mundial de la vacuna.
China compartió la secuencia genómica completa del nuevo coronavirus con el mundo una vez que fue identificado, lo que estableció un fundamento sólido para los esfuerzos globales en el desarrollo de vacunas.
Al publicar los métodos de prueba y los indicadores para el mundo, los desarrolladores de la vacuna de China ayudaron a los investigadores de otros países a desviarse menos.
La vacuna de China reúne la fortaleza mundial y será compartida a nivel mundial. El desarrollo de las vacunas contra la COVID-19 no debe verse como una carrera comercial o política. Es una carrera conjunta para combatir el virus y salvar vidas humanas.
Las vacunas no deben ser monopolizadas por ningún país ni ser utilizadas exclusivamente por países grandes y ricos.
La promesa de China de desarrollar vacunas contra la COVID-19 como un bien público mundial es una señal de su voluntad para hacer contribuciones para construir una comunidad mundial de salud para todos. Las acciones concretas de China en el desarrollo de vacunas facilitarán los esfuerzos globales para ganar una pronta victoria en la lucha contra el coronavirus.
