BEIJING, 7 sep (Xinhua) -- China celebrará el martes una reunión para reconocer los modelos a seguir del país en la lucha contra la epidemia de neumonía COVID-19.
Resulta apropiado, necesario y oportuno llevar a cabo tal evento para honrar a los héroes en todos los frentes de la guerra antiepidémica popular, puesto que inspira y levanta la moral nacional para marchar hacia adelante ante los nuevos desafíos.
En la lucha contra el nuevo coronavirus, el pueblo chino ha demostrado al mundo su solidaridad, el más alto grado de disciplina, autosacrificio y una voluntad inquebrantable de vencer.
En determinado momento, cuando la COVID-19 golpeaba al país con una escala y ferocidad sin precedentes, las medidas de prevención y control de China fueron recibidas por algunos políticos occidentales con dudas, burlas, acusaciones de violaciones de derechos humanos e incluso ataques racistas.
Sin embargo, superando estas difamaciones, China ha dado un noble ejemplo al poner la vida de las personas en primer lugar sin importar el costo.
El evento del martes no será exactamente una celebración alegre, ya que el sacrificio ha sido grande; ni tampoco será un punto final en la lucha antiepidémica, pues persisten amenazas de casos importados o nuevos brotes.
Más bien, el evento marcará un nuevo comienzo en un largo y arduo camino para contrarrestar las consecuencias económicas y sociales causadas por la epidemia, mejorar el sistema de salud pública y corregir las deficiencias de gobernanza de cara a una vida mejor para las personas.
En un sentido amplio, China debe hacer frente a más dificultades y obstáculos en su camino para materializar el sueño del rejuvenecimiento nacional.
Si bien el país debe centrarse en la inmensa tarea de reforma, desarrollo y mantenimiento de la estabilidad, también tiene que abordar las amenazas externas a sus intereses fundamentales, la interferencia en sus asuntos internos y la campaña integral lanzada por algunos políticos estadounidenses para contener su desarrollo y alterar el curso del país en este campo.
Estos personajes, motivados por ganancias políticas egoístas, están atacando incluso al sistema de gobernanza de China con el objetivo de abrir una brecha entre el Partido Comunista de China (PCCh) y el pueblo.
Sus intentos están condenados al fracaso, ya que el liderazgo del PCCh y el vínculo inseparable entre el Partido y el pueblo sólo se ha fortalecido en medio de la batalla contra el virus y la recuperación del trabajo y la producción.
A pesar de los desafíos, China se basará en la gran fuerza de su pueblo para seguir avanzando hacia adelante. El país continuará cooperando con la comunidad internacional para superar este período de dificultad.
En una comunidad internacional estrechamente conectada, no puede haber victorias aisladas contra el virus. La verdadera victoria será total y compartida por todos.
Las medidas de prevención y contral adoptadas por China no pueden ser reproducidas por otros países, dadas las diferentes condiciones y sistemas sociales. Sin embargo, la solidaridad, el coraje para afrontar los desafíos y la firme voluntad de ganar pueden trascender las fronteras nacionales y étnicas.
Hay que recordar a los héroes y ratificar que sus sacrificios no se han hecho en vano. La ocasión del martes será una clarinada para que la sociedad china marche hacia el futuro con mayor confianza y nuevo vigor.
