LA HABANA, 12 jul (Xinhua) -- Cuatro meses después de la aparición del nuevo coronavirus (COVID-19) en Cuba, la isla parece tener controlada la enfermedad, aunque las autoridades mantienen las advertencias a la ciudadanía para evitar un rebrote de los contagios.
En los últimos siete días, el gobierno, encabezado por el presidente Miguel Díaz-Canel, reiteró la necesidad de cumplir las medidas diseñadas en un plan de regreso a la normalidad que incluye tres etapas.
La Habana, que aún mantiene focos de la enfermedad en los municipios de Centro Habana y Cerro, es el único territorio que transita por la fase uno de la primera etapa, mientras que el resto del país está en la fase dos.
La primera fase incluye el restablecimiento de los servicios de transporte público urbano, así como la apertura de playas, cafés y restaurantes con aforo limitado, entre otras medidas.
La fase dos, que amplía el acceso a otros lugares públicos, reactiva el funcionamiento con limitaciones de teatros y cines y permite la llegada de turistas extranjeros en vuelos directos hasta varios cayos de las costas cubanas
El país acumula 87 fallecidos por COVID-19 y 2.426 positivos, más de la mitad de ellos en la capital, la única provincia que aún reporta contagios.
Del acumulado de enfermos, están activos 79, uno de ellos en estado grave.
Desde que la enfermedad se reportó por primera vez, el 11 de marzo último, en la isla se han realizado 205.120 pruebas de biología molecular en tiempo real, los conocidos PCR, que se complementan con test rápidos procedentes en su mayoría de China.
El número de altas médicas se elevó a 2.258, lo que significa que el 93,07 por ciento de los contagiados con la COVID-19 en Cuba se han recuperado.
En la actualidad, el país tiene una tendencia baja de transmisión y letalidad del virus, pero las autoridades sanitarias insisten en que aún el riesgo es extremadamente elevado.
El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal, informó que de los 46 eventos de transmisión local recordó que se han abierto en el país, apenas permanecen activos dos, ambos en La Habana y con un seguimiento sistemático como parte del trabajo de profundización epidemiológica.
La vicegobernadora de La Habana, Yanet Hernández, explicó que en los últimos días se refuerzan las medidas para evitar nuevos brotes de la enfermedad en áreas vulnerables y se ha intensificado la realización de pruebas PCR, de test rápidos y de la pesquisa activa entre la población.
Hernández dijo que el gobierno local aplica varias medidas con el propósito de evitar los contagios, entre ellas limitar el movimiento a las personas en algunas áreas, donde además se mantiene una estrecha vigilancia sanitaria sobre los núcleos familiares.
También se exige el uso de mascarillas tanto dentro como fuera de las viviendas; el lavado de manos frecuente y la disposición de puntos para la desinfección del calzado.
De igual manera, las autoridades locales garantizan en esas zonas no solo el acercamiento de los servicios, sino también de productos de primera necesidad para evitar el tránsito innecesario de la población fuera de esas áreas.
"Lo fundamental de la lucha contra la epidemia en los municipios de Centro Habana y Cerro es controlar lo más rápido posible los brotes mediante pesquisas y detectar así el mayor número de casos positivos", afirmó este domingo el director de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Francisco Durán.
El experto insistió en sus advertencias sobre el gran riesgo que representa el comportamiento altamente contagioso de esta enfermedad y pidió a la población de los lugares con nuevos brotes en La Habana mantener el rigor de las medidas establecidas por las autoridades para su control.
Durán consideró la posibilidad de que Cuba incluya en el protocolo de tratamiento contra la COVID-19 el antiviral ruso Avifavir que se ha desarrollado a partir de otro antiviral utilizado en Japón contra la influenza.
En los últimos siete días, el número de infectados tuvo un ligero repunte con 54 casos, 14 más que en la semana anterior, y se reportó un fallecimiento después de 13 días sin decesos.
