LA PAZ, 2 jul (Xinhua) -- Expertos y empresarios de Bolivia alertaron sobre el posible surgimiento de una crisis social debido al aumento del desempleo en el país, como resultado de la cuarentena por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).
El gobierno interino apoyado por la oposición y la Asamblea Legislativa emitieron medidas, como el plan de empleos y la inamovilidad laboral, respectivamente, en procura de evitar el crecimiento del desempleo.
El abogado, analista político, docente de la Universidad Central (Unicen) y consultor jurídico, Paul Antonio Coca, dijo este jueves a Xinhua que el panorama de Bolivia es "muy complejo", con un gobierno transitorio, una crisis política y una recesión, sin respuesta al problema sanitario, que abren el riesgo de un "desborde social".
"La gente quiere comida y salud para su familia, pero sin trabajo o el riesgo constante de un futuro despido, puede ser un caldo de cultivo para generar una agitación social", aseveró.
El analista manifestó que con el aislamiento colectivo obligatorio y prolongado, muchas empresas han tenido que cerrar y se vieron obligadas a echar a la calle a miles de empleados.
"Los despidos se dieron principalmente en los sectores como comercio, hoteles, restaurantes, turismo y entretenimiento, sectores que generan la mayor parte de los puestos de trabajo", indicó.
Para enfrentar esta difícil situación, el gobierno interino anunció el miércoles un plan que proyecta generar 11.000 empleos.
El ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social, Oscar Mercado, dijo a los periodistas que con este plan, que prevé inversión de más 3.000 millones de dólares, se pretende apoyar la reactivación económica.
En tanto, en la Asamblea Legislativa se sancionó una norma que prohíbe el despido de trabajadores del sector público y privado, como una medida de contención del desborde del desempleo.
El presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba, Javier Bellott, dijo este jueves a Xinhua que el desempleo se incrementó rápidamente en Bolivia desde que se puso en vigor la cuarentena en marzo pasado.
"Esta situación es el primer síntoma de la desaceleración de la economía a causa del coronavirus. Confirma las predicciones de organismos internacionales que alertaron que la pandemia tendría fuerte impacto en las economías de naciones en desarrollo por las prolongadas cuarentenas que paralizan el aparato productivo y el comercio", enfatizó.
La tasa de desempleo urbano alcanzó el 7,3 por ciento en abril, mientras que en marzo era de 5,7 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística.
En cambio, el Fondo Monetario Internacional prevé que este año el desempleo en Bolivia alcance un 8 por ciento de la población, un incremento respecto al 4 por ciento en 2019.
Bellott coincidió con el analista Coca sobre el panorama desolador que vive Bolivia y la posibilidad de convertirse en un riesgo de crisis social.
Lamentó que en las dos últimas semanas se registraran miles de trabajadores despedidos, incluso del sector público, con el cierre de tres ministerios que dejaron a más de 1.000 personas sin empleo.
Manifestó que el sector trabajador enfrenta en esta coyuntura desafíos de encontrar ideas imaginativas para mantener sus fuentes de empleo, sostener los derechos laborales ya ganados, superar la crisis sanitaria y encarar procesos de austeridad.
Para el empresario y el analista, la clase trabajadora está en crisis y consideran que la forma más viable de preservar los empleos es la reactivación económica a través de una inversión millonaria pública y privada.
