BEIJING, 1 jul (Xinhua) -- En un momento en que la situación pandémica en Estados Unidos está empeorando drásticamente, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, ha comenzado una nueva ronda de viejos trucos torpes contra China. Sin embargo, sus tácticas no engañarán a las mentes lúcidas del mundo.
Después de la aprobación de una ley de seguridad nacional para salvaguardar a Hong Kong, que entró en vigencia este martes, Pompeo nuevamente recurrió a palabras de intimidación, amenazando con "nuevas contramedidas".
Además, el principal diplomático de EE.UU. se ha empeñado en llevar a cabo campañas de desprestigio contra el sincero apoyo de China a África, así como contra la batalla del país asiático para poner fin a la pandemia de la COVID-19.
Los lugares comunes de Pompeo, llenos de mentiras y trampas, no harán nada para ayudar a Washington a encubrir su respuesta fallida al drástico aumento de la pandemia en EE.UU.. En cambio, sus imprudentes ataques verbales han hecho que su país esté más aislado del mundo.
El persistente crítico de China tiene que reconocer que el juego contra el país asiático no puede resolver ningún problema que afecte a su propia nación.
Hasta ahora, el virus en expansión ha infectado a más de 2,6 millones de personas y se ha cobrado casi 130.000 vidas en Estados Unidos, una tragedia sobre la que muchos responsabilizan a la arrogancia, la ignorancia y la incompetencia de Washington para dar respuesta a esta difícil situación.
En lugar de señalar los asuntos internos de China, se aconseja a algunos políticos estadounidenses que presten atención a sus propios asuntos, incluida la discriminación racial crónica y profundamente arraigada y la alarmante brecha entre ricos y pobres, que han estado afectando a la sociedad norteamericana durante mucho tiempo.
Con su pomposo título de secretario de Estado de la única superpotencia en el mundo, Pompeo ha desprestigiado sin escrúpulos a otros con mentiras, pero sus actos erróneos solo traerán vergüenza y erosionarán la credibilidad de su país y arruinarán la reputación de Washington en la arena internacional, como lo han notado personas lúcidas.
Mientras el jefe diplomático estadounidense intenta abrir una brecha entre China y África con acusaciones infundadas, China, de buena fe, ofrece un apoyo concreto al continente, que ha sido altamente reconocido y respetado, erigiéndose como un verdadero socio para el desarrollo de los países africanos.
Además, criticar a China con excusas poco convincentes no afectará en modo alguno la confianza del mundo en el desarrollo de China.
A pesar de los intentos de algunos políticos de Washington de retirar las cadenas de suministro en medio de la pandemia del coronavirus, un informe reciente del Rhodium Group señaló que en los últimos 18 meses se han registrado niveles de fusiones y adquisiciones extranjeras en China "que no se vieron en la década anterior".
También a principios de junio, el Grupo del Banco Mundial dijo en sus últimas proyecciones que la economía mundial está en camino de contraerse un 5,2 por ciento este año debido al virus, pero se espera que China sea la única economía importante que registrará crecimiento en 2020.
China ha estado atrayendo a más socios en todo el mundo como un mercado robusto con una población de más de 1.400 millones y un país responsable comprometido con la cooperación y los beneficios mutuos. Elegir a China, en este momento, significa elegir un futuro con un enorme potencial.
En una pandemia que todavía se está acelerando en muchas partes del mundo, la solidaridad y la cooperación son la única opción correcta para que la raza humana venza al virus. Los críticos de China como Pompeo pueden seguir ignorando la alarma y mostrando sus viejos trucos, pero sus intrigas enfermizas están condenadas al fracaso.
