COMENTARIO: Calumnias de políticos constituyen una vergüenza para Estados Unidos
                 Spanish.xinhuanet.com | 2020-07-01 16:00:47

BEIJING, 1 jul (Xinhua) -- Pareciera que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, es adicto a difamar a China, ya que recientemente ha salido a pregonar una teoría perversa tras otra sobre China, con temas que van desde la pandemia del coronavirus y los asuntos de Xinjiang y Hong Kong, hasta la Cooperación China-África y el camino de desarrollo de China.

Como el principal diplomático en Washington, se supone que Pompeo debería promover la cooperación entre Estados Unidos y el resto del mundo. Sin embargo, está más interesado en decir mentiras para atacar, culpar y utilizar a otros países como chivos expiatorios.

Las afirmaciones de Pompeo en contra de China y otros comentarios ridículos no logran engañar a ninguna persona que esté en sus cabales, y nunca lograrían destruir la reputación de ningún otro país. Para lo único que sirven es para dañar la imagen nacional, la credibilidad y los intereses del propio Estados Unidos.

En medio del empeoramiento de la situación de la pandemia en Estados Unidos, Pompeo y otros políticos de ideas afines nunca reflexionan sobre lo que está mal en su propio país, sino que se lanzan de lleno en una campaña para atacar a China. Siguen tratando de echar la culpa de su fallida respuesta a la pandemia, con el número de casos de COVID-19 superando los 2,5 millones, el más grande del mundo y aún en rápido aumento.

Con respecto a las vidas y la seguridad de la gente de otros países, dichos políticos exhiben una sangre aún más fría. En lugar de contribuir a la lucha global contra la COVID-19, han optado por lanzar una ofensiva para descarrilarla. Como se afirma en un artículo de opinión publicado en el periódico The New York Times, Estados Unidos, con el mayor número de casos de coronavirus en el mundo, ahora está extendiendo conscientemente la pandemia más allá de sus fronteras al seguir deportando a miles de inmigrantes, muchos de ellos infectados con el coronavirus, a países pobres y mal equipados para hacer frente a la enfermedad.

Al señalar con su dedo acusador a Xinjiang, a Hong Kong, y a los derechos humanos de China mediante el uso de teorías osadas y carentes de todo fundamento, ¿realmente está demostrando que le importan los intereses del pueblo chino? Absolutamente no. No son más que nuevas manifestaciones de su síndrome de ataque a China.

Ha habido secretarios de Estado en la historia de Estados Unidos que se han dedicado al desarrollo de las relaciones con China, así como a la cooperación internacional. El mundo los recordará, ya que se pusieron del lado correcto de la historia. Pero, ¿qué recordará la comunidad internacional de Pompeo? Su infame afirmación de, "mentimos, engañamos, robamos... ¿Te recuerda la gloria del experimento estadounidense?"

En el ámbito político nacional o mundial debería haber un mínimo aceptable para las figuras públicas. Políticos como Pompeo no traen más que vergüenza a Estados Unidos.

 
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COMENTARIO: Calumnias de políticos constituyen una vergüenza para Estados Unidos

Spanish.xinhuanet.com 2020-07-01 16:00:47

BEIJING, 1 jul (Xinhua) -- Pareciera que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, es adicto a difamar a China, ya que recientemente ha salido a pregonar una teoría perversa tras otra sobre China, con temas que van desde la pandemia del coronavirus y los asuntos de Xinjiang y Hong Kong, hasta la Cooperación China-África y el camino de desarrollo de China.

Como el principal diplomático en Washington, se supone que Pompeo debería promover la cooperación entre Estados Unidos y el resto del mundo. Sin embargo, está más interesado en decir mentiras para atacar, culpar y utilizar a otros países como chivos expiatorios.

Las afirmaciones de Pompeo en contra de China y otros comentarios ridículos no logran engañar a ninguna persona que esté en sus cabales, y nunca lograrían destruir la reputación de ningún otro país. Para lo único que sirven es para dañar la imagen nacional, la credibilidad y los intereses del propio Estados Unidos.

En medio del empeoramiento de la situación de la pandemia en Estados Unidos, Pompeo y otros políticos de ideas afines nunca reflexionan sobre lo que está mal en su propio país, sino que se lanzan de lleno en una campaña para atacar a China. Siguen tratando de echar la culpa de su fallida respuesta a la pandemia, con el número de casos de COVID-19 superando los 2,5 millones, el más grande del mundo y aún en rápido aumento.

Con respecto a las vidas y la seguridad de la gente de otros países, dichos políticos exhiben una sangre aún más fría. En lugar de contribuir a la lucha global contra la COVID-19, han optado por lanzar una ofensiva para descarrilarla. Como se afirma en un artículo de opinión publicado en el periódico The New York Times, Estados Unidos, con el mayor número de casos de coronavirus en el mundo, ahora está extendiendo conscientemente la pandemia más allá de sus fronteras al seguir deportando a miles de inmigrantes, muchos de ellos infectados con el coronavirus, a países pobres y mal equipados para hacer frente a la enfermedad.

Al señalar con su dedo acusador a Xinjiang, a Hong Kong, y a los derechos humanos de China mediante el uso de teorías osadas y carentes de todo fundamento, ¿realmente está demostrando que le importan los intereses del pueblo chino? Absolutamente no. No son más que nuevas manifestaciones de su síndrome de ataque a China.

Ha habido secretarios de Estado en la historia de Estados Unidos que se han dedicado al desarrollo de las relaciones con China, así como a la cooperación internacional. El mundo los recordará, ya que se pusieron del lado correcto de la historia. Pero, ¿qué recordará la comunidad internacional de Pompeo? Su infame afirmación de, "mentimos, engañamos, robamos... ¿Te recuerda la gloria del experimento estadounidense?"

En el ámbito político nacional o mundial debería haber un mínimo aceptable para las figuras públicas. Políticos como Pompeo no traen más que vergüenza a Estados Unidos.

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