BEIJING, 3 jun (Xinhua) -- Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China instó hoy miércoles a Reino Unido a dejar de inmiscuirse en los asuntos de Hong Kong, que es una región administrativa especial de China.
Reino Unido debe reconocer y respetar el hecho de que Hong Kong ha regresado a China, y no debe usar la Declaración Conjunta Chino-Británica como una excusa para hacer comentarios irresponsables, dijo el portavoz Zhao Lijian en una conferencia de prensa.
Zhao hizo los comentarios en respuesta a las declaraciones del secretario británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, de que la legislación de seguridad nacional "autoritaria" en Hong Kong viola "un país con dos sistemas" y "éste es un momento para que China dé marcha atrás del borde" y respete la autonomía de Hong Kong y sus propias obligaciones internacionales.
El vínculo histórico de Reino Unido con Hong Kong surge del período de invasión, colonialismo y tratados desiguales. Autoritario es "precisamente la palabra para describir su dominio colonial en Hong Kong", dijo Zhao, quien añadió que es después del retorno de Hong Kong que los residentes llegaron a disfrutar de derechos y libertades sin precedentes.
"Para citar sus propias palabras, instamos a Reino Unido a 'dar marcha atrás', rechazar la mentalidad de la Guerra Fría y la mentalidad colonial, reconocer y respetar el hecho de que Hong Kong ya ha regresado a China como una región administrativa especial", afirmó el portavoz.
La decisión de la Asamblea Popular Nacional de establecer y mejorar el sistema legal y los mecanismos de aplicación para la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK) con el fin de salvaguardar la seguridad nacional es parte de los asuntos internos de China que no permiten ninguna interferencia externa, dijo Zhao.
La seguridad nacional es la base misma de la existencia y el desarrollo de todos los países, y el elemento central y fundamental de la soberanía nacional, agregó.
La Declaración Conjunta Chino-Británica significa la reanudación de la soberanía de China sobre Hong Kong. Las políticas básicas referentes a Hong Kong declaradas por China en la Declaración Conjunta son la declaración de China de las políticas, no el compromiso con Reino Unido o una obligación internacional como sostienen algunos, añadió.
Como China reanudó el ejercicio de la soberanía sobre Hong Kong en 1997, el gobierno chino administra a la RAE de conformidad con la Constitución y con la Ley Básica, no con la Declaración Conjunta Chino-Británica. Al mismo tiempo, se completaron todos los derechos y obligaciones de la parte británica como establece la Declaración Conjunta.
"No se puede encontrar una sola palabra o artículo en la Declaración Conjunta que confiera a Reino Unido alguna responsabilidad relacionada con Hong Kong después de la entrega", dijo Zhao.
"Reino Unido no tiene ninguna soberanía, jurisdicción ni derecho a supervisar Hong Kong. Por lo tanto, bajo ningún argumento puede citar la Declaración Conjunta para comentar arbitrariamente sobre los asuntos de Hong Kong o interferir en los asuntos internos de China", indicó el portavoz.
La legislación de seguridad nacional para Hong Kong es un paso esencial para salvaguardar la soberanía, la unidad y la integridad territorial nacionales y el fundamento de "un país con dos sistemas". Sólo cuando se garantice la seguridad nacional se puede garantizar "un país con dos sistemas" y la estabilidad y prosperidad de Hong Kong.
Zhao dijo que esta legislación sólo está dirigida a una categoría muy limitada de actos que ponen en grave peligro la seguridad nacional y no tiene ningún impacto en absoluto en el alto grado de autonomía de Hong Kong, en los derechos y libertades de los residentes de Hong Kong ni en los derechos e intereses legítimos de los inversores extranjeros en Hong Kong.
"Lo que amenaza la estabilidad y la prosperidad de Hong Kong es precisamente que algunas fuerzas externas confabulan con los alborotadores locales contra China para realizar actividades en la RAE que ponen en peligro la seguridad nacional de China", dijo.
China lamenta y se opone a los comentarios y acusaciones infundados de la parte británica, y ha presentado gestiones solemnes ante Reino Unido.
"Debe acatar el derecho internacional y las normas básicas que rigen las relaciones internacionales y dejar de inmediato de interferir en los asuntos de Hong Kong y en los asuntos internos de China", dijo Zhao. "De lo contrario, habrá consecuencias".
