RÍO DE JANEIRO, 28 may (Xinhua) -- La flexibilización del aislamiento social que han decretado varios estados y municipios brasileños en pleno crecimiento de la epidemia por el nuevo coronavirus (COVID-19) es precipitado y puede empeorar todavía más la situación en Brasil, según la opinión de varios especialistas.
En los últimos días, el estado de Sao Paulo, la ciudad de Río de Janeiro y el Distrito Federal, entre otros, anunciaron la intención de reabrir la economía en los próximos días, a pesar de que el número de casos y víctimas mortales en el país por el COVID-19 no para de crecer.
Precisamente, Sao Paulo y Río de Janeiro son los dos estados del país con más víctimas y casos, concentrando entre ambos casi 12.000 de los más de 26.000 muertos que hay en el país por causa del virus.
Según explicó a Xinhua el infectólogo de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) Marcelo Velho, "todavía no es el momento para reabrir la economía en ningún estado de Brasil. La situación económica es delicada y preocupa, pero el gobierno tiene que auxiliar a las personas que no pueden trabajar o que perdieron el empleo. La situación puede empeorar mucho más con esta apertura".
Para Velho, "la reapertura de centros comerciales y de comercios acabará perjudicando a todas aquellas personas que no pueden trabajar desde casa. Veremos nuevamente imágenes del metro y autobuses llenos, con lo que es fácil pensar que el virus seguirá en plena expansión en estos grandes centros urbanos".
El especialista recordó que "la mayoría de los estados empiezan a estar con la capacidad hospitalaria al máximo. Un aumento de casos en estas circunstancias puede ser gravemente perjudicial para todos, para la población y para la economía, que a la larga necesitará extender más el aislamiento por el aumento de casos que se producirá".
Por su parte, el neumólogo Hermano Albuquerque, investigador de la estatal Fiocruz, fue rotundo al asegurar a Xinhua que "la única opción es un ¨lockdown¨ (confinamiento) total, principalmente en Río de Janeiro y Sao Paulo, los dos mayores núcleos urbanos de Brasil y donde la curva de casos no para de crecer".
Según el experto, "no se entienden estas medidas de flexibilización anunciadas. No estamos en un escenario de reducción de la pandemia, más bien al contrario: no hay previsión de cuando será el pico porque no hay ninguna estrategia coordinada entre los poderes. Reabriendo el comercio, sólo hará que haya más contagios", lamentó.
Albuquerque recordó que "el COVID-19 está llegando ahora al interior, donde las condiciones sanitarias son mucho peores" por la falta de hospitales, personal médico y suministros clínicos.
Aflojar ahora las medidas de aislamiento es prácticamente invitar a decretar de nuevo el aislamiento en un futuro no muy lejano, porque como todo el mundo nos ha mostrado, la única forma de combate es el aislamiento, no la apertura en plena expansión".
El gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria, anunció este miércoles la flexibilización de las medidas de aislamiento, con la apertura de centros comerciales, concesionarios de vehículos, actividades inmobiliarias y el comercio a partir de este próximo 1 de junio, aunque con restricciones.
En Río de Janeiro, la segunda ciudad más poblada de Brasil, el alcalde Marcelo Crivella anunció esta semana que ya "se dominó el virus" por lo que empieza a planear la vuelta a la normalidad, y avanzó la apertura de templos religiosos e iglesias.
En el Distrito Federal, los centros comerciales reabrieron este miércoles, aunque los patios de comida siguen cerrados. No obstante, se registraron colas en la mayoría de centros comerciales de las capital Brasilia en estos dos primeros días de reapertura comercial.
Brasil es el país de América Latina más afectado por el COVID-19. Según divulgó hoy el gobierno, se registraron más de 1.000 muertos diarios por tercer día consecutivo, al fallecer 1.156 personas entre este miércoles y hoy jueves, elevando el total a 26.754, mientras que el total de casos subió a 438.238.
