VOZ DE EMBAJADORES: La propagación mundial de COVID-19 exige una cooperación global en salud
                 Spanish.xinhuanet.com | 2020-04-14 20:00:07

Por Lu Kun, embajador de China en la Mancomunidad de Dominica

Lu Kun, embajador de la República Popular China en la Mancomunidad de Dominica (Xinhua/Imagen cedida por la Embajada china en la Mancomunidad de Dominica)

El brote de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) se ha convertido en estos últimos tiempos en una preocupación global que entraña un reto enorme para la salud pública mundial. La enfermedad no entiende de fronteras, por lo que la cooperación internacional es imperiosa a fin de abordar esta pandemia y otras afecciones que puedan ir surgiendo en el camino.

Guiada por la visión de construir una comunidad de destino de la humanidad, China propone, en estas circunstancias, construir una comunidad de salud común para la humanidad que refuerce la respuesta colectiva de la comunidad internacional a las necesidades de la salud pública global.

Vista aérea del 5 de febrero de 2020 de la obra del Hospital Leishenshan en Wuhan, capital de la provincia central china de Hubei, con la parte principal del hospital, uno de los centros temporales construido para luchar contra el nuevo coronavirus, ya completa. (Xinhua/Li He)

Situación actual de la epidemia en China y el resto del mundo

Desde que se inició el brote, China ha entablado una guerra popular sin cuartel contra la epidemia.

Bajo el liderazgo del presidente Xi Jinping, China ha puesto en marcha un mecanismo a nivel nacional para contener con eficacia la propagación de la enfermedad.

En primera línea del frente, China ha estado a la altura de su responsabilidad como gran país y hecho una contribución sustancial a la salud pública mundial.

El sólido liderazgo desplegado en los trabajos de contención, los actos heroicos del pueblo chino y la fortaleza, eficacia y velocidad distintivas de China han sido elogiadas en todo el mundo. Como resultado, se está generando un impulso positivo al evolucionar la situación a mejor.

La bandera nacional china ondea a media asta, en señal de luto por los mártires en la lucha contra la COVID-19 y todos aquellos fallecidos a causa de la enfermedad, en la Embajada china en la Mancomunidad de Dominica, en Roseau, capital de Dominica, el 4 de abril de 2020. (Xinhua/Embajada china en la Mancomunidad de Dominica)

A fecha de 12 de abril, se habían confirmado un total de 82.160 casos de COVID-19 en la parte continental de China, de los que 1.156 permanecían hospitalizados, 77.663 habían recibido el alta médica y 3.341 habían fallecido. No se habían reportado nuevos casos confirmados de COVID-19 en Wuhan por nueve días consecutivos y en otras localidades de Hubei, por 39 días consecutivos.

Dada la constante mejora de la situación en China, el presidente Xi reiteró en varias ocasiones la necesidad de aplicar medidas específicas y bien planificadas, para reanudar el trabajo y la producción y garantizar el flujo ordenado de gente, fondos y mercancías, la coordinación entre la producción, la distribución y las ventas, y la sinergia entre el comercio nacional y exterior, todo ello en un esfuerzo por minimizar el daño causado por la epidemia.

Vista aérea del 7 de abril de 2020 de la Torre de la Grulla Amarilla (Huanghelou), un lugar emblemático de Wuhan. La vida en la ciudad, que levantó las restricciones para los viajes de salida el 8 de abril, ha ido recuperando la normalidad a medida que se ha ido aplacando el brote. (Xinhua/Li He)

Mientras que China está poniendo bajo control la epidemia, la situación en el resto del mundo empeora. Según datos de la OMC a 12 de abril, la COVID-19 había llegado a 213 países y regiones, con 1.616.110 casos confirmados fuera de China. Entre los países más afectados están Estados Unidos, España, Italia, Alemania y Francia.

Los 33 miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) sumaban hasta ese día más de 64.000 casos confirmados.

El 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó en su evaluación que la COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia por sus "alarmantes" niveles de propagación y su gravedad. En una rueda de prensa para anunciarlo, el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes y decididas.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la conferencia de prensa en Ginebra, Suiza, el 11 de marzo de 2020, para anunciar que el brote de COVID-19 puede describirse como "pandemia" por su creciente propagación en todo el mundo. (Xinhua/Chen Junxia)

Cooperación internacional en la lucha contra la pandemia

De forma abierta, transparente y responsable, China ha impulsado la cooperación internacional en sus esfuerzos para atajar la propagación del virus.

Por una parte, ha procurado la comunicación y coordinación con la comunidad internacional para potenciar una respuesta colectiva.

El presidente chino, Xi Jinping, se reunió en China con el director general de la OMS, el doctor Tedros, e invitó a los expertos de la OMS a conducir inspecciones sobre el terreno en Beijing, Guangdong, Sichuan y Wuhan, tras las que se hicieron sugerencias valiosas en lo que respecta a contención de la enfermedad en China y en todo el mundo.

Por otra parte, China ha facilitado el intercambio de información con el propósito de reforzar la cooperación técnica.

Además de compartir la secuencia completa del genoma, y cebadores y sondas para la detección del coronavirus tras identificar el patógeno, el país asiático ha presentado documentos técnicos en prevención y control epidémicos, así como planes de diagnóstico y tratamiento a más de 180 países y 10 organizaciones regionales e internacionales.

Se han llevado a cabo más de 70 intercambios técnicos a través de discusiones de paneles y teleconferencias con más de 150 países y organizaciones internacionales.

Autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social asisten el 23 de marzo de 2020 en San José, Costa Rica, a una videoconferencia en que médicos y científicos chinos comparten desde Beijing sus conocimientos sobre la COVID-19 con representantes de al menos 20 países latinoamericanos. (Xinhua/Esteban Dato)

Al tiempo que ha desplegado una lucha tenaz, China ha recibido enormes muestras de solidaridad de la comunidad internacional.

Líderes de más de 170 países y jefes de más de 40 organizaciones regionales e internacionales han transmitido sus condolencias y apoyo a China. Más de 300 partidos y organizaciones políticos de 120 países han enviado más de 500 mensajes al secretario general Xi Jinping y al Comité Central del Partido Comunista de China.

Según el viceministro de Relaciones Exteriores chino Ma Zhaoxu, hasta el 2 de marzo, 62 países y siete organizaciones internacionales habían donado a China material de control y prevención como mascarillas y trajes de protección.

Dominica, como auténtico amigo que es de China en el Caribe, trasladó también su apoyo con mensajes a los líderes chinos, declaraciones públicas en el Parlamento y donación de mascarillas faciales.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro (i), porta una mascarilla en una reunión con una delegación de científicos chinos en el Palacio de Miraflores, en Caracas, Venezuela, el 8 de abril de 2020. Maduro agradece a China y al presidente chino, Xi Jinping, por la estrecha cooperación que el país asiático ha ofrecido a Venezuela en su combate contra la pandemia de COVID-19. (Xinhua/Presidencia de Venezuela)

El pueblo chino aprecia mucho y tendrá presentes estos actos de solidaridad y gestos de buena voluntad llegados desde todas las esquinas del mundo.

En respuesta, China está ofreciendo asistencia a un total de 127 países y regiones y cuatro organizaciones internacionales con el suministro de equipos de detección y otros utensilios médicos, y con el envío, además, de expertos a más de diez países (Italia, Serbia, Camboya, Pakistán, Irán, Irak, Laos, Venezuela, Filipinas, Myanmar, Kazajistán y Rusia) para ayudar a contener el virus.

China ha anunciado además una donación de 20 millones de dólares a la OMS para colaborar en los esfuerzos de control mundiales, especialmente para ayudar a los países pequeños y medianos con sistemas sanitarios vulnerables a reforzar sus líneas defensivas.

Suministros médicos chinos para 18 países africanos llegan al Aeropuerto Internacional Kotota en Acra, capital de Ghana, el 6 de abril de 2020. (Xinhua/Xu Zheng)

Necesidad de construir una comunidad de salud común para la humanidad

El brote de COVID-19 es una enorme prueba para el sistema y la capacidad de China, así como para el sistema de gobernanza mundial. Ha dejado expuestas deficiencias en la gestión de la salud mundial y ha evidenciado la urgencia de reforzar el sistema.

La salud pública emerge como un reto común de todos los países y China está preparada para trabajar con el resto del mundo a fin de abordar estos desafíos.

Los asuntos de salud pública deberían adquirir más relevancia en la agenda internacional. Guiada por la visión del presidente Xi de construir una comunidad de destino de la humanidad, China está comprometida con la cooperación regional e internacional en cuanto a respuesta ante pandemias y otros problemas en este ámbito.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (c), asiste a la videoconferencia de la Cumbre Virtual Extraordinaria de Líderes del G20 sobre COVID-19, en la Ciudad de México, capital de México, el 26 de marzo de 2020. (Xinhua/Presidencia de México)

Hay, por lo tanto, una necesidad de construir una comunidad de salud común para la humanidad que refuerce una respuesta colectiva de la comunidad internacional a los retos de salud pública, facilitando el intercambio de información y las mejores prácticas, reforzando la investigación y desarrollo conjunto sobre medicamentos y vacunas antivirales, y asegurando el suministro de material médico y productos de primera necesidad durante momentos críticos.

La historia de la civilización humana es una historia de lucha contra las enfermedades. Este brote es otro recordatorio aleccionador de que, en esta época de globalización, el futuro de los países está estrechamente vinculado. Por lo tanto, construir una comunidad de salud común para la humanidad es la dirección correcta.

China tomará este brote como oportunidad para instar a los países a trabajar codo con codo en la respuesta a los retos comunes que enfrenta el ser humano, mejorar la salud y bienestar de la gente en todo el mundo y construir una aldea global donde a todos nos interese el éxito del otro.

Un trabajador médico festeja, con la señal de la victoria, el cierre de los hospitales temporales en Wuhan, capital de la provincia central china de Hubei, el 10 de marzo de 2020. (Xinhua/Shen Bohan)

 
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VOZ DE EMBAJADORES: La propagación mundial de COVID-19 exige una cooperación global en salud

Spanish.xinhuanet.com 2020-04-14 20:00:07

Por Lu Kun, embajador de China en la Mancomunidad de Dominica

Lu Kun, embajador de la República Popular China en la Mancomunidad de Dominica (Xinhua/Imagen cedida por la Embajada china en la Mancomunidad de Dominica)

El brote de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) se ha convertido en estos últimos tiempos en una preocupación global que entraña un reto enorme para la salud pública mundial. La enfermedad no entiende de fronteras, por lo que la cooperación internacional es imperiosa a fin de abordar esta pandemia y otras afecciones que puedan ir surgiendo en el camino.

Guiada por la visión de construir una comunidad de destino de la humanidad, China propone, en estas circunstancias, construir una comunidad de salud común para la humanidad que refuerce la respuesta colectiva de la comunidad internacional a las necesidades de la salud pública global.

Vista aérea del 5 de febrero de 2020 de la obra del Hospital Leishenshan en Wuhan, capital de la provincia central china de Hubei, con la parte principal del hospital, uno de los centros temporales construido para luchar contra el nuevo coronavirus, ya completa. (Xinhua/Li He)

Situación actual de la epidemia en China y el resto del mundo

Desde que se inició el brote, China ha entablado una guerra popular sin cuartel contra la epidemia.

Bajo el liderazgo del presidente Xi Jinping, China ha puesto en marcha un mecanismo a nivel nacional para contener con eficacia la propagación de la enfermedad.

En primera línea del frente, China ha estado a la altura de su responsabilidad como gran país y hecho una contribución sustancial a la salud pública mundial.

El sólido liderazgo desplegado en los trabajos de contención, los actos heroicos del pueblo chino y la fortaleza, eficacia y velocidad distintivas de China han sido elogiadas en todo el mundo. Como resultado, se está generando un impulso positivo al evolucionar la situación a mejor.

La bandera nacional china ondea a media asta, en señal de luto por los mártires en la lucha contra la COVID-19 y todos aquellos fallecidos a causa de la enfermedad, en la Embajada china en la Mancomunidad de Dominica, en Roseau, capital de Dominica, el 4 de abril de 2020. (Xinhua/Embajada china en la Mancomunidad de Dominica)

A fecha de 12 de abril, se habían confirmado un total de 82.160 casos de COVID-19 en la parte continental de China, de los que 1.156 permanecían hospitalizados, 77.663 habían recibido el alta médica y 3.341 habían fallecido. No se habían reportado nuevos casos confirmados de COVID-19 en Wuhan por nueve días consecutivos y en otras localidades de Hubei, por 39 días consecutivos.

Dada la constante mejora de la situación en China, el presidente Xi reiteró en varias ocasiones la necesidad de aplicar medidas específicas y bien planificadas, para reanudar el trabajo y la producción y garantizar el flujo ordenado de gente, fondos y mercancías, la coordinación entre la producción, la distribución y las ventas, y la sinergia entre el comercio nacional y exterior, todo ello en un esfuerzo por minimizar el daño causado por la epidemia.

Vista aérea del 7 de abril de 2020 de la Torre de la Grulla Amarilla (Huanghelou), un lugar emblemático de Wuhan. La vida en la ciudad, que levantó las restricciones para los viajes de salida el 8 de abril, ha ido recuperando la normalidad a medida que se ha ido aplacando el brote. (Xinhua/Li He)

Mientras que China está poniendo bajo control la epidemia, la situación en el resto del mundo empeora. Según datos de la OMC a 12 de abril, la COVID-19 había llegado a 213 países y regiones, con 1.616.110 casos confirmados fuera de China. Entre los países más afectados están Estados Unidos, España, Italia, Alemania y Francia.

Los 33 miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) sumaban hasta ese día más de 64.000 casos confirmados.

El 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó en su evaluación que la COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia por sus "alarmantes" niveles de propagación y su gravedad. En una rueda de prensa para anunciarlo, el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes y decididas.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la conferencia de prensa en Ginebra, Suiza, el 11 de marzo de 2020, para anunciar que el brote de COVID-19 puede describirse como "pandemia" por su creciente propagación en todo el mundo. (Xinhua/Chen Junxia)

Cooperación internacional en la lucha contra la pandemia

De forma abierta, transparente y responsable, China ha impulsado la cooperación internacional en sus esfuerzos para atajar la propagación del virus.

Por una parte, ha procurado la comunicación y coordinación con la comunidad internacional para potenciar una respuesta colectiva.

El presidente chino, Xi Jinping, se reunió en China con el director general de la OMS, el doctor Tedros, e invitó a los expertos de la OMS a conducir inspecciones sobre el terreno en Beijing, Guangdong, Sichuan y Wuhan, tras las que se hicieron sugerencias valiosas en lo que respecta a contención de la enfermedad en China y en todo el mundo.

Por otra parte, China ha facilitado el intercambio de información con el propósito de reforzar la cooperación técnica.

Además de compartir la secuencia completa del genoma, y cebadores y sondas para la detección del coronavirus tras identificar el patógeno, el país asiático ha presentado documentos técnicos en prevención y control epidémicos, así como planes de diagnóstico y tratamiento a más de 180 países y 10 organizaciones regionales e internacionales.

Se han llevado a cabo más de 70 intercambios técnicos a través de discusiones de paneles y teleconferencias con más de 150 países y organizaciones internacionales.

Autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social asisten el 23 de marzo de 2020 en San José, Costa Rica, a una videoconferencia en que médicos y científicos chinos comparten desde Beijing sus conocimientos sobre la COVID-19 con representantes de al menos 20 países latinoamericanos. (Xinhua/Esteban Dato)

Al tiempo que ha desplegado una lucha tenaz, China ha recibido enormes muestras de solidaridad de la comunidad internacional.

Líderes de más de 170 países y jefes de más de 40 organizaciones regionales e internacionales han transmitido sus condolencias y apoyo a China. Más de 300 partidos y organizaciones políticos de 120 países han enviado más de 500 mensajes al secretario general Xi Jinping y al Comité Central del Partido Comunista de China.

Según el viceministro de Relaciones Exteriores chino Ma Zhaoxu, hasta el 2 de marzo, 62 países y siete organizaciones internacionales habían donado a China material de control y prevención como mascarillas y trajes de protección.

Dominica, como auténtico amigo que es de China en el Caribe, trasladó también su apoyo con mensajes a los líderes chinos, declaraciones públicas en el Parlamento y donación de mascarillas faciales.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro (i), porta una mascarilla en una reunión con una delegación de científicos chinos en el Palacio de Miraflores, en Caracas, Venezuela, el 8 de abril de 2020. Maduro agradece a China y al presidente chino, Xi Jinping, por la estrecha cooperación que el país asiático ha ofrecido a Venezuela en su combate contra la pandemia de COVID-19. (Xinhua/Presidencia de Venezuela)

El pueblo chino aprecia mucho y tendrá presentes estos actos de solidaridad y gestos de buena voluntad llegados desde todas las esquinas del mundo.

En respuesta, China está ofreciendo asistencia a un total de 127 países y regiones y cuatro organizaciones internacionales con el suministro de equipos de detección y otros utensilios médicos, y con el envío, además, de expertos a más de diez países (Italia, Serbia, Camboya, Pakistán, Irán, Irak, Laos, Venezuela, Filipinas, Myanmar, Kazajistán y Rusia) para ayudar a contener el virus.

China ha anunciado además una donación de 20 millones de dólares a la OMS para colaborar en los esfuerzos de control mundiales, especialmente para ayudar a los países pequeños y medianos con sistemas sanitarios vulnerables a reforzar sus líneas defensivas.

Suministros médicos chinos para 18 países africanos llegan al Aeropuerto Internacional Kotota en Acra, capital de Ghana, el 6 de abril de 2020. (Xinhua/Xu Zheng)

Necesidad de construir una comunidad de salud común para la humanidad

El brote de COVID-19 es una enorme prueba para el sistema y la capacidad de China, así como para el sistema de gobernanza mundial. Ha dejado expuestas deficiencias en la gestión de la salud mundial y ha evidenciado la urgencia de reforzar el sistema.

La salud pública emerge como un reto común de todos los países y China está preparada para trabajar con el resto del mundo a fin de abordar estos desafíos.

Los asuntos de salud pública deberían adquirir más relevancia en la agenda internacional. Guiada por la visión del presidente Xi de construir una comunidad de destino de la humanidad, China está comprometida con la cooperación regional e internacional en cuanto a respuesta ante pandemias y otros problemas en este ámbito.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (c), asiste a la videoconferencia de la Cumbre Virtual Extraordinaria de Líderes del G20 sobre COVID-19, en la Ciudad de México, capital de México, el 26 de marzo de 2020. (Xinhua/Presidencia de México)

Hay, por lo tanto, una necesidad de construir una comunidad de salud común para la humanidad que refuerce una respuesta colectiva de la comunidad internacional a los retos de salud pública, facilitando el intercambio de información y las mejores prácticas, reforzando la investigación y desarrollo conjunto sobre medicamentos y vacunas antivirales, y asegurando el suministro de material médico y productos de primera necesidad durante momentos críticos.

La historia de la civilización humana es una historia de lucha contra las enfermedades. Este brote es otro recordatorio aleccionador de que, en esta época de globalización, el futuro de los países está estrechamente vinculado. Por lo tanto, construir una comunidad de salud común para la humanidad es la dirección correcta.

China tomará este brote como oportunidad para instar a los países a trabajar codo con codo en la respuesta a los retos comunes que enfrenta el ser humano, mejorar la salud y bienestar de la gente en todo el mundo y construir una aldea global donde a todos nos interese el éxito del otro.

Un trabajador médico festeja, con la señal de la victoria, el cierre de los hospitales temporales en Wuhan, capital de la provincia central china de Hubei, el 10 de marzo de 2020. (Xinhua/Shen Bohan)

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