ENTREVISTA: Aparición de COVID-19 impacta en renegociación de deuda argentina, dice economista

Actualizado 2020-04-04 05:49:30 | Spanish. xinhuanet. com

BUENOS AIRES, 3 abr (Xinhua) -- Con la aparición del nuevo coronavirus, la situación de la deuda argentina adquiere un nuevo matiz, cambiando los términos de la negociación que anuncia el gobierno con los acreedores privados, así como con el Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló el economista e investigador Horacio Rovelli.

Uno de los cambios visibles tiene que ver con el plazo límite dispuesto por el Ejecutivo, que preside Alberto Fernández, para lograr un plan de renegociación de la deuda, que en principio fue establecido hasta el 31 de marzo y que se modificó tras el auge de la pandemia.

En entrevista con Xinhua, el profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) explicó que "si a la situación de endeudamiento de Argentina le sumamos la pandemia del coronavirus, ante esa eventualidad se debe priorizar la salud de la población".

"Por eso el ministro (de Economía) Martín Guzmán pidió una ronda de consultas con los poseedores de esos bonos y se deduce que les está planteando una fuerte quita de entre 55.000 y 85.000 millones de dólares, una fuerte reducción de la tasa de interés y periodos de gracia más extensos", subrayó.

En un reciente diálogo con la prensa local, Guzmán dijo que en la semana próxima concluirá el diálogo con los bonistas, y anunció que la oferta a presentárseles puede incluir "instrumentos contingentes" como cupones atados al Producto Interno Bruto (PIB).

Dicha propuesta, en versión de Rovelli, implicaría "un gran alivio en el pago de la deuda y en los plazos, pero se debe ver qué aceptan acordar los fondos con los que se negocia" entre los que mencionó a BlacRock, Franklin Templeton, Pacific Investment Management Company (PIMCO), Vanguard y Fidelity.

En relación al FMI, el investigador indicó que las declaraciones del equipo técnico del organismo, de reconocer la insostenibilidad de la deuda argentina, es la base para que no se cumplan los exigentes plazos de tres años para cancelar capital e intereses que el FMI le prestó al gobierno.

"El 'roll over' (refinanciamiento) es que el mismo FMI o bien extiende los plazos y condiciones, o le concede nuevos créditos a la Argentina para que a cada vencimiento total o parcialmente pueda cumplir con esos compromisos", agregó el también ex director Nacional de Programación Macroeconómica en el Ministerio de Economía.

Sin embargo, acotó que ante la COVID-19 "la deuda con el FMI, que ya es de unos 44.000 millones de dólares, se podría ampliar porque la Argentina va a recibir asistencia directa del organismo por la pandemia. Esto es divisas que se emplea en instrumental médico, medicamentos, entre otros, para atender la enfermedad".

En un contexto que prioriza la mitigación de la pandemia del coronavirus, la deuda argentina vendría a considerar nuevos plazos siendo uno de ellos "el próximo 7 de mayo cuando vence el Bonar 24 por 1.300 millones (de dólares)", afirmó Rovelli.

"Si el gobierno argentino negocia antes con sus tenedores y estos aceptan 'reperfilar' el vencimiento, no hay default o cesación de pagos, el default (defecto) es cuando el gobierno no paga, pero si hay previo acuerdo no hay default", enfatizó.

Entre los riesgos que señaló el economista se encuentra que los poseedores de títulos y deuda bajo ley extranjera no estén de acuerdo con la oferta del gobierno argentino e inicien juicios en las jurisdicciones extranjeras donde tienen "clara influencia".

"Si bien la cesación de pagos es indeseada, no implica que cualquier acuerdo sea superior", señaló.

"Si el nuevo gobierno, en su estrategia no disruptiva, terminase aceptando una renegociación insostenible se prolongaría el estancamiento de la economía y el deterioro de las condiciones sociales, un panorama que para pueblo y gobierno podría ser todavía más duro que un default abierto", agregó.

Sobre la meta referida por Guzmán, de que en el año 2024 Argentina cuente con un nivel de reservas internacionales de 65.000 millones de dólares, el economista indicó que "parte de supuestos incumplibles" dado que, "sin contar la pandemia del coronavirus, el máximo crecimiento sería de tasas de hasta 2 por ciento y exportaciones a 4,5 por ciento".

"Creo que no se van a generar reservas internacionales hasta salida la crisis y eso no se sabe cuándo va a ser", concluyó el experto.

 
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ENTREVISTA: Aparición de COVID-19 impacta en renegociación de deuda argentina, dice economista

Spanish.xinhuanet.com 2020-04-04 05:49:30

BUENOS AIRES, 3 abr (Xinhua) -- Con la aparición del nuevo coronavirus, la situación de la deuda argentina adquiere un nuevo matiz, cambiando los términos de la negociación que anuncia el gobierno con los acreedores privados, así como con el Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló el economista e investigador Horacio Rovelli.

Uno de los cambios visibles tiene que ver con el plazo límite dispuesto por el Ejecutivo, que preside Alberto Fernández, para lograr un plan de renegociación de la deuda, que en principio fue establecido hasta el 31 de marzo y que se modificó tras el auge de la pandemia.

En entrevista con Xinhua, el profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) explicó que "si a la situación de endeudamiento de Argentina le sumamos la pandemia del coronavirus, ante esa eventualidad se debe priorizar la salud de la población".

"Por eso el ministro (de Economía) Martín Guzmán pidió una ronda de consultas con los poseedores de esos bonos y se deduce que les está planteando una fuerte quita de entre 55.000 y 85.000 millones de dólares, una fuerte reducción de la tasa de interés y periodos de gracia más extensos", subrayó.

En un reciente diálogo con la prensa local, Guzmán dijo que en la semana próxima concluirá el diálogo con los bonistas, y anunció que la oferta a presentárseles puede incluir "instrumentos contingentes" como cupones atados al Producto Interno Bruto (PIB).

Dicha propuesta, en versión de Rovelli, implicaría "un gran alivio en el pago de la deuda y en los plazos, pero se debe ver qué aceptan acordar los fondos con los que se negocia" entre los que mencionó a BlacRock, Franklin Templeton, Pacific Investment Management Company (PIMCO), Vanguard y Fidelity.

En relación al FMI, el investigador indicó que las declaraciones del equipo técnico del organismo, de reconocer la insostenibilidad de la deuda argentina, es la base para que no se cumplan los exigentes plazos de tres años para cancelar capital e intereses que el FMI le prestó al gobierno.

"El 'roll over' (refinanciamiento) es que el mismo FMI o bien extiende los plazos y condiciones, o le concede nuevos créditos a la Argentina para que a cada vencimiento total o parcialmente pueda cumplir con esos compromisos", agregó el también ex director Nacional de Programación Macroeconómica en el Ministerio de Economía.

Sin embargo, acotó que ante la COVID-19 "la deuda con el FMI, que ya es de unos 44.000 millones de dólares, se podría ampliar porque la Argentina va a recibir asistencia directa del organismo por la pandemia. Esto es divisas que se emplea en instrumental médico, medicamentos, entre otros, para atender la enfermedad".

En un contexto que prioriza la mitigación de la pandemia del coronavirus, la deuda argentina vendría a considerar nuevos plazos siendo uno de ellos "el próximo 7 de mayo cuando vence el Bonar 24 por 1.300 millones (de dólares)", afirmó Rovelli.

"Si el gobierno argentino negocia antes con sus tenedores y estos aceptan 'reperfilar' el vencimiento, no hay default o cesación de pagos, el default (defecto) es cuando el gobierno no paga, pero si hay previo acuerdo no hay default", enfatizó.

Entre los riesgos que señaló el economista se encuentra que los poseedores de títulos y deuda bajo ley extranjera no estén de acuerdo con la oferta del gobierno argentino e inicien juicios en las jurisdicciones extranjeras donde tienen "clara influencia".

"Si bien la cesación de pagos es indeseada, no implica que cualquier acuerdo sea superior", señaló.

"Si el nuevo gobierno, en su estrategia no disruptiva, terminase aceptando una renegociación insostenible se prolongaría el estancamiento de la economía y el deterioro de las condiciones sociales, un panorama que para pueblo y gobierno podría ser todavía más duro que un default abierto", agregó.

Sobre la meta referida por Guzmán, de que en el año 2024 Argentina cuente con un nivel de reservas internacionales de 65.000 millones de dólares, el economista indicó que "parte de supuestos incumplibles" dado que, "sin contar la pandemia del coronavirus, el máximo crecimiento sería de tasas de hasta 2 por ciento y exportaciones a 4,5 por ciento".

"Creo que no se van a generar reservas internacionales hasta salida la crisis y eso no se sabe cuándo va a ser", concluyó el experto.

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