BEIJING, 4 feb (Xinhua) -- Mientras algunos países han extendido una mano amiga a China en su combate contra una epidemia de neumonía, algunos otros han mostrado una mentalidad más retorcida y egoísta, buscando beneficiarse de la preocupación más apremiante del país asiático.
En una reciente entrevista con Fox Business Network, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, dijo que la epidemia del nuevo coronavirus en China podría ayudar a acelerar el ritmo en que los empleos y la manufactura regresen a Estados Unidos.
Ese comentario increíble e insensible contradice el espíritu mismo del humanitarismo y pisotea los principios morales más básicos.
Algunos ya se han manifestado en contra de Ross. Noah Smith, columnista de Bloomberg, una agencia de noticias estadounidense, describió las palabras de Ross como "espectacularmente insensibles" y "crueles".
De hecho, la reacción de Ross no sólo es éticamente errónea sino también carente de sentido común.
La cadena global de abasto se ha conformado a lo largo de décadas con base en elecciones racionales de las compañías del mundo entero, incluyendo las de Estados Unidos. Ninguna casualidad, como la actual epidemia, puede cambiarla profundamente.
Lo que es aún más alarmante es que el comentario de Ross ofrece un vistazo de la mentalidad de algunos estadistas en Washington, quienes están obsesionados con mantener la hegemonía de Estados Unidos, incapaces de enfrentar un mundo multilateral, y con pánico por el desarrollo económico y social de China.
Washington rinde culto a una de mentalidad de Guerra Fría de suma cero, incluso en un momento en que la fraternidad y la solidaridad universales son tan necesarias.
Quienes tienen esa retorcida visión mundial naturalmente observarán un mundo en el que una epidemia puede ser aprovechada para impulsar su propia industria manufacturera nacional.
El desarrollo de China a lo largo de las últimas décadas se ha logrado a través del arduo trabajo de varias generaciones del pueblo chino y del activo compromiso del país con el resto del mundo.
Como el mundo está experimentando cambios profundos no vistos en un siglo y está cada vez más interconectado, las naciones del mundo deben unirse para hacer frente a sus desafíos compartidos.
Incluso parece que algunos en Estados Unidos están renuentes a aceptar el desarrollo de China, optando mejor por la visión chovinista de "América primero".
No tienen idea de que en una era de globalización, una China próspera y un Estados Unidos floreciente son importantes no sólo mutuamente sino también para todo el mundo.
Un amigo necesitado es un verdadero amigo. Frente a la epidemia, las personas de muchas partes del mundo, incluyendo de Estados Unidos, han proporcionado ayuda en diversas formas, una materialización de los valores de una comunidad de destino de la humanidad.
China confía plenamente y es capaz de ganar la batalla contra la epidemia. Cuando la batalla esté ganada, los comentarios insensibles y crueles de Ross demostrarán estar equivocados.
