COMENTARIO: Centrarse en el pueblo resulta clave en lucha de China contra coronavirus

Actualizado 2020-02-04 16:25:07 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 4 feb (Xinhua) -- La batalla en curso contra el nuevo coronavirus ha puesto a prueba la fuerza médica, económica y social de la nación. En su raíz, resulta un testimonio de la eficacia de un sistema de gobernanza.

Como partido gobernante, el Partido Comunista de China (PCCh) pone los intereses del pueblo como la máxima prioridad. Su concepto de gobernanza tiene grabada una filosofía "centrada en el pueblo".

Los miembros del Partido toman la delantera en la batalla, desempeñando un papel protagónico en los procedimientos médicos, la investigación y la prevención de virus. No importa qué posiciones ostenten, aquellos que no cumplan con sus responsabilidades deberán rendir cuentas.

Por ejemplo, seis funcionarios de la ciudad de Huanggang, cercana al centro epidémico de Wuhan, capital de la provincia central china de Hubei, han sido despedidos por malos desempeños en el manejo del brote.

Aunque en los últimos años se han realizado progresos, China, como un país en desarrollo, necesita mejorar su sistema de salud pública y sus mecanismos de respuesta.

Sin embargo, una vez expuestos los problemas, se tomaron medidas de respuesta. Como dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, el poder del sistema de China y la eficacia de sus medidas "raramente son vistos en el mundo" y resultan "admirables".

"El nivel de compromiso (del liderazgo) en China es increíble; elogiaré a China una y otra vez porque sus acciones ayudaron a reducir la propagación del nuevo coronavirus a otros países", aseveró.

Sobre la base de la filosofía centrada en el pueblo, la transparencia debe garantizarse. Las autoridades chinas consideran que la retención de información es un delito.

Un ejemplo en ese sentido es que la transmisión en vivo de la construcción de los hospitales Huoshenshan y Leishenshan, dos centros de salud provisionales para los pacientes con el nuevo coronavirus en las afueras de Wuhan. Como dijo el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, la política de información de China sobre el virus es transparente y funciona mejor.

La distribución de los recursos médicos donados y asignados desde todo el país está bajo estrecha vigilancia por el público. Cuando se ha descubierto alguna distribución inapropiada, los funcionarios han sido seriamente criticados e instados a corregir sus errores.

Cuando se produce una emergencia de salud pública, pueden surgir algunas quejas o insatisfacciones sobre formas inadecuadas de tratar a los pacientes o sobre la escasez de suministros médicos. Pero el público no ha perdido la confianza.

La sociedad se mantiene en orden. China ha impuesto una serie de salvaguardias sin precedentes, entre ellas posponer el regreso a las escuelas y fortalecer los exámenes de salud a los viajeros en todo el país.

Estas medidas, algunas anunciadas casi de la noche a la mañana, reciben una respuesta cooperativa del público. El golpe de la epidemia no está dividiendo a la sociedad, sino haciendo que la gente esté más unida.

Para determinar si un sistema político es eficaz o no, la batalla contra el virus sirve como una prueba y el pueblo tiene la última palabra.

Aunque hay ansiedad ante una epidemia, existe un fuerte consenso nacional en el hecho de que el liderazgo del PCCh es crucial para que China resista la crisis o cualquier otra dificultad en la senda de desarrollo del país.

La filosofía "centrada en el pueblo" es el gen del sistema de gobernanza de China, que sirve al pueblo y obtiene el poder del pueblo. Con fe en este gen, China ganará.

 
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COMENTARIO: Centrarse en el pueblo resulta clave en lucha de China contra coronavirus

Spanish.xinhuanet.com 2020-02-04 16:25:07

BEIJING, 4 feb (Xinhua) -- La batalla en curso contra el nuevo coronavirus ha puesto a prueba la fuerza médica, económica y social de la nación. En su raíz, resulta un testimonio de la eficacia de un sistema de gobernanza.

Como partido gobernante, el Partido Comunista de China (PCCh) pone los intereses del pueblo como la máxima prioridad. Su concepto de gobernanza tiene grabada una filosofía "centrada en el pueblo".

Los miembros del Partido toman la delantera en la batalla, desempeñando un papel protagónico en los procedimientos médicos, la investigación y la prevención de virus. No importa qué posiciones ostenten, aquellos que no cumplan con sus responsabilidades deberán rendir cuentas.

Por ejemplo, seis funcionarios de la ciudad de Huanggang, cercana al centro epidémico de Wuhan, capital de la provincia central china de Hubei, han sido despedidos por malos desempeños en el manejo del brote.

Aunque en los últimos años se han realizado progresos, China, como un país en desarrollo, necesita mejorar su sistema de salud pública y sus mecanismos de respuesta.

Sin embargo, una vez expuestos los problemas, se tomaron medidas de respuesta. Como dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, el poder del sistema de China y la eficacia de sus medidas "raramente son vistos en el mundo" y resultan "admirables".

"El nivel de compromiso (del liderazgo) en China es increíble; elogiaré a China una y otra vez porque sus acciones ayudaron a reducir la propagación del nuevo coronavirus a otros países", aseveró.

Sobre la base de la filosofía centrada en el pueblo, la transparencia debe garantizarse. Las autoridades chinas consideran que la retención de información es un delito.

Un ejemplo en ese sentido es que la transmisión en vivo de la construcción de los hospitales Huoshenshan y Leishenshan, dos centros de salud provisionales para los pacientes con el nuevo coronavirus en las afueras de Wuhan. Como dijo el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, la política de información de China sobre el virus es transparente y funciona mejor.

La distribución de los recursos médicos donados y asignados desde todo el país está bajo estrecha vigilancia por el público. Cuando se ha descubierto alguna distribución inapropiada, los funcionarios han sido seriamente criticados e instados a corregir sus errores.

Cuando se produce una emergencia de salud pública, pueden surgir algunas quejas o insatisfacciones sobre formas inadecuadas de tratar a los pacientes o sobre la escasez de suministros médicos. Pero el público no ha perdido la confianza.

La sociedad se mantiene en orden. China ha impuesto una serie de salvaguardias sin precedentes, entre ellas posponer el regreso a las escuelas y fortalecer los exámenes de salud a los viajeros en todo el país.

Estas medidas, algunas anunciadas casi de la noche a la mañana, reciben una respuesta cooperativa del público. El golpe de la epidemia no está dividiendo a la sociedad, sino haciendo que la gente esté más unida.

Para determinar si un sistema político es eficaz o no, la batalla contra el virus sirve como una prueba y el pueblo tiene la última palabra.

Aunque hay ansiedad ante una epidemia, existe un fuerte consenso nacional en el hecho de que el liderazgo del PCCh es crucial para que China resista la crisis o cualquier otra dificultad en la senda de desarrollo del país.

La filosofía "centrada en el pueblo" es el gen del sistema de gobernanza de China, que sirve al pueblo y obtiene el poder del pueblo. Con fe en este gen, China ganará.

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