BRUSELAS, 16 dic (Xinhua) -- China es aún un país en desarrollo y, de hecho, sería "irrecíproco" pedir la reciprocidad entre un país que se ha venido desarrollando por solo algunas décadas y países que se han desarrollado durante siglos, afirmó el lunes el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi.
Hablando en un evento organizado por el Centro de Política Europea, un laboratorio de ideas, Wang indicó que en los últimos años, debido al rápido crecimiento de la economía china, algunos amigos en Europa ya ven a China como un integrante de las filas de países desarrollados y empiezan a juzgar a China bajo los estándares correspondientes a ese nivel.
Algunos incluso van más lejos demandando la reciprocidad a cada instante, apuntó.
"Déjenme señalar una semejanza con una carrera de 100 metros", dijo Wang, "una persona que empezó antes, quien ya lleva 50 metros de delantera, pide tener una justa carrera con su competidor, que aún se encuentra en la línea de partida. Obviamente, eso no tiene lógica. Naturalmente, si se trata de un maratón, un corredor tardío podría tener la oportunidad de alcanzar a los delanteros corriendo más rápido".
Wang señaló que China sigue siendo realmente un país en desarrollo. Aunque China ahora es la segunda economía del mundo, su PIB per cápita es solo un sexto del de Estados Unidos, y un cuarto del de la Unión Europea.
Continuó que China se ubica después del 80º lugar en el Índice de Desarrollo Humano y está rezagada en comparación a los países desarrollados en materia de ciencia, tecnología y educación. El desarrollo desequilibrado e inadecuado sigue siendo un enorme desafío para China, y aún queda por terminar el proceso de industrialización en el país asiático.
Por lo tanto, anotó, sería "irrecíproco" en efecto instar a la reciprocidad entre un país que se ha venido desarrollando por solo algunas décadas y países que se han desarrollado durante siglos.
China no solo ha logrado tremendo progreso en su propio desarrollo sino que también ha hecho mayores contribuciones al mundo que muchos otros países, indicó.
Tomando la economía como ejemplo, China ha contribuido con más de 30 por ciento al crecimiento global en más de 10 años consecutivos, siendo el principal motor de la economía mundial, resaltó.
En términos de la apertura, China ha cumplido más de sus compromisos con la Organización Mundial del Comercio (OMC), y ha reducido el promedio de aranceles a 7,5 por ciento, lo cual supera al de todos los otros países en desarrollo importantes y se aproxima al nivel de los países desarrollados.
En cuanto a la facilitación para hacer negocios, la posición de China en la clasificación del Banco Mundial ha saltado 47 puestos para ubicarse en el 31º lugar en los últimos dos años, convirtiendo al país asiático en la economía que mejor se ha desempeñado en cuanto al entorno de negocios.
En términos de la reducción de las emisiones y la protección ambiental, China ha contribuido con más del 25 por ciento al aumento del área reforestada mundial en los últimos 20 años.
En 2018, China redujo su emisión de carbono en 45,8 por ciento frente al nivel del año 2005, cumpliendo anticipadamente con sus compromisos internacionales.
Respecto a la cooperación internacional, China es ahora el segundo contribuyente al presupuesto regular de la ONU y los fondos de mantenimiento de la paz y el mayor contribuyente de cascos azules entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
"¿Acaso no debería un país como China ser bienvenido y sus logros apreciados por Europa y la comunidad internacional?", se preguntó Wang.
