SHANGHAI, 6 dic (Xinhua) -- A las 14:28 del jueves, como todos los días, el tren de alta velocidad "Fuxing" arribó a Shanghai. Pero este viaje era diferente, pues el convoy traía invitados de lejos. Después de su estancia en Beijing, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, tomó el tren con su esposa e hija para conocer la Perla del Oriente.
Con poco menos de cuatro meses de edad, Layla, la hija de Bukele, es muy popular en El Salvador. Las cuentas de redes sociales del mandatario tienen millones de seguidores, y Layla es la "princesa hermosa" en sus corazones.
Durante la visita a China, la pequeña Layla ha compartido con su padre tanto tiempo como la agenda de este lo he permitido. "La pasó muy bien en el tren y también tuvimos un buen descanso", dijo el jefe de Estado, de 38 años. "Es increíble, teniendo en cuenta que incluso alcanzamos en un momento una velocidad de 350 kilómetros por hora", destacó.
Bukele hizo una comparación entre la Fórmula Uno y el tren de alta velocidad, indicando que en línea recta, a la mayor velocidad y con la mayor potencia, un automóvil de F1 puede alcanzar los 300 kilómetros por hora. "Pero el piloto va en una vibración absoluta, y tiene que cambiar las llantas tres veces en la carrera".
"Pero en el tren de China", comparó, "el conductor puede ir platicando, de pie o tomando un jugo de naranja". Bukele cree que es la mejor tecnología de trenes del mundo. "Estamos seguros que vamos a ver cada vez más líneas de trenes, construidas por China, en otras partes del mundo", vaticinó.
Ir de Beijing a Shanghai a bordo del "Fuxing" toma solo 4 horas y 28 minutos. "Es mucho más conveniente que tomar el avión. Es un ejemplo para que el mundo duplique", comentó.
En la noche, Bukele llegó al famoso malecón del río Huangpu, tomó un crucero y admiró el paisaje costero. "Aquí, en el medio del río, tenemos edificios históricos por un lado y rascacielos por el otro. Así es Shanghai y China en mis ojos, que lleva el pasado y representa el futuro", dijo el líder salvadoreño.
Tras desembarcar en el distrito de Pudong, el lado de rascacielos, el joven gobernante subió al mirador de la Torre Shanghai. Mientras se comunicaba con sus colegas, Bukele grabó una escena nocturna de ambos lados del río con su celular y la publicó en su cuenta personal de redes sociales.
Esta es la forma normal de comunicación entre el "presidente millennial" y su pueblo. Cuando se disponía a hacer su primera intervención ante las Naciones Unidas se tomó una "selfie", y afirmó: "muchas más personas verán esta 'selfie' de las que escucharán este discurso".
Es la primera vez que Bukele visita Shanghai, pero no es ajeno a la ciudad. El Salvador ha sido invitado a participar en las dos ediciones de la Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, siglas en inglés).
Bukele dijo que el número de contratos firmados por los expositores de su país en la CIIE de este año superó por mucho al del año pasado, y que en el futuro buscará fortalecer los lazos con la municipalidad oriental china, aprovechar más la plataforma de la CIIE y hacer llegar más productos de calidad de El Salvador al pueblo chino.
"Shanghai es una metrópolis moderna y hermosa, una ciudad segura y ordenada con amplias perspectivas de desarrollo. Espero aprender de la experiencia de gobernanza urbana de Shanghai, fortalecer aún más la cooperación económica y comercial, y trabajar juntos por un futuro mejor", sostuvo.
Bukele terminará su visita a China la noche del viernes, y partirá hacia su país desde Shanghai.
