COMENTARIO: Proyecto de ley sobre Xinjiang revela nuevamente naturaleza hegemónica de EEUU
                 Spanish.xinhuanet.com | 2019-12-05 19:37:36

BEIJING, 5 dic (Xinhua) -- La Cámara de Representantes de Estados Unidos, con un grupo de políticos que tal vez nunca han pisado la región autónoma uygur de Xinjiang, aprobó un proyecto de ley relacionado con esa región del noroeste de China, criticando la situación de los derechos humanos allí.

La aprobación de la llamada "Ley de Política de Derechos Humanos Uygur de 2019" revela claramente la verdadera naturaleza de Estados Unidos como un poder hegemónico que se entromete deliberadamente en los asuntos internos de otros países.

El verdadero propósito de los políticos estadounidenses no es preocuparse por el bienestar de la gente en Xinjiang sino sembrar la discordia entre los diferentes grupos étnicos en China, socavar la prosperidad y la estabilidad en Xinjiang y contener el crecimiento de China.

Es de sentido común que los asuntos de Xinjiang son puramente asuntos internos de China. La cuestión en Xinjiang no se trata de la etnia, la religión o los derechos humanos, sino más bien de la lucha contra la violencia, el terrorismo y el separatismo.

Sin embargo, el proyecto de ley deliberadamente ha pasado por alto los hechos.

Ha pasado por alto que desde 1990 a 2016, las fuerzas separatistas étnicas, las fuerzas extremistas y las fuerzas terroristas violentas llevaron a cabo miles de incidentes terroristas violentos en Xinjiang, matando a civiles y policías inocentes y socavando gravemente la estabilidad y la paz en la región.

El gobierno regional autónomo, de acuerdo con la ley, ha adoptado una serie de medidas antiterroristas y de desradicalización, incluida el establecimiento de instituciones de educación y capacitación, decisión que ha cambiado de forma radical la situación de seguridad en Xinjiang.

El proyecto de ley también ha pasado por alto el hecho de que en los últimos tres años no se ha producido un solo ataque terrorista en Xinjiang, y que toda la sociedad permanece estable y pacífica.

Los políticos estadounidenses también han hecho la vista gorda a los comentarios de la sociedad internacional. Desde finales de 2018, más de 1.000 representantes han visitado Xinjiang en más de 70 grupos, incluidos funcionarios de varios países, regiones y organizaciones internacionales, y miembros de la prensa, grupos religiosos y círculos académicos. Ellos aclamaron que la experiencia de Xinjiang en la lucha contra el terrorismo y la desradicalización debía ser tomada como ejemplo.

En marzo de este año, el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de Cooperación Islámica aprobó una resolución que elogia los esfuerzos de China para brindar atención a los ciudadanos musulmanes. En julio, los embajadores de más de 50 países ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra firmaron una carta dirigida al presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y al Alto Comisionado para los Derechos Humanos, aplaudiendo el respeto y la protección de los derechos humanos de China en su lucha contra el terrorismo y en sus esfuerzos de desradicalización.

En octubre, en la sesión de la Tercera Comisión de la 74ª Asamblea General de la ONU, más de 60 países también elogiaron en sus declaraciones el tremendo progreso logrado en materia de derechos humanos en Xinjiang.

Cuando se trata de terrorismo, Estados Unidos debería estar entre aquellos que han sufrido más. Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 no se han desvanecido de la memoria de la gente de todo el mundo, y todo el mundo ha sido testigo de cuán resuelto ha sido Estados Unidos en la lucha contra ese flagelo.

Adoptar dobles raseros en la lucha contra el terrorismo no es correcto, incluso para obtener ganancias políticas.

Estados Unidos no debe subestimar la determinación del gobierno y el pueblo de China para salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo.

Si Estados Unidos no corrige sus errores a tiempo y evita que este proyecto se convierta en ley, lo único que podrá hacer será culparse a sí mismo de cualquier otra reacción de parte de China.

 
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COMENTARIO: Proyecto de ley sobre Xinjiang revela nuevamente naturaleza hegemónica de EEUU

Spanish.xinhuanet.com 2019-12-05 19:37:36

BEIJING, 5 dic (Xinhua) -- La Cámara de Representantes de Estados Unidos, con un grupo de políticos que tal vez nunca han pisado la región autónoma uygur de Xinjiang, aprobó un proyecto de ley relacionado con esa región del noroeste de China, criticando la situación de los derechos humanos allí.

La aprobación de la llamada "Ley de Política de Derechos Humanos Uygur de 2019" revela claramente la verdadera naturaleza de Estados Unidos como un poder hegemónico que se entromete deliberadamente en los asuntos internos de otros países.

El verdadero propósito de los políticos estadounidenses no es preocuparse por el bienestar de la gente en Xinjiang sino sembrar la discordia entre los diferentes grupos étnicos en China, socavar la prosperidad y la estabilidad en Xinjiang y contener el crecimiento de China.

Es de sentido común que los asuntos de Xinjiang son puramente asuntos internos de China. La cuestión en Xinjiang no se trata de la etnia, la religión o los derechos humanos, sino más bien de la lucha contra la violencia, el terrorismo y el separatismo.

Sin embargo, el proyecto de ley deliberadamente ha pasado por alto los hechos.

Ha pasado por alto que desde 1990 a 2016, las fuerzas separatistas étnicas, las fuerzas extremistas y las fuerzas terroristas violentas llevaron a cabo miles de incidentes terroristas violentos en Xinjiang, matando a civiles y policías inocentes y socavando gravemente la estabilidad y la paz en la región.

El gobierno regional autónomo, de acuerdo con la ley, ha adoptado una serie de medidas antiterroristas y de desradicalización, incluida el establecimiento de instituciones de educación y capacitación, decisión que ha cambiado de forma radical la situación de seguridad en Xinjiang.

El proyecto de ley también ha pasado por alto el hecho de que en los últimos tres años no se ha producido un solo ataque terrorista en Xinjiang, y que toda la sociedad permanece estable y pacífica.

Los políticos estadounidenses también han hecho la vista gorda a los comentarios de la sociedad internacional. Desde finales de 2018, más de 1.000 representantes han visitado Xinjiang en más de 70 grupos, incluidos funcionarios de varios países, regiones y organizaciones internacionales, y miembros de la prensa, grupos religiosos y círculos académicos. Ellos aclamaron que la experiencia de Xinjiang en la lucha contra el terrorismo y la desradicalización debía ser tomada como ejemplo.

En marzo de este año, el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de Cooperación Islámica aprobó una resolución que elogia los esfuerzos de China para brindar atención a los ciudadanos musulmanes. En julio, los embajadores de más de 50 países ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra firmaron una carta dirigida al presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y al Alto Comisionado para los Derechos Humanos, aplaudiendo el respeto y la protección de los derechos humanos de China en su lucha contra el terrorismo y en sus esfuerzos de desradicalización.

En octubre, en la sesión de la Tercera Comisión de la 74ª Asamblea General de la ONU, más de 60 países también elogiaron en sus declaraciones el tremendo progreso logrado en materia de derechos humanos en Xinjiang.

Cuando se trata de terrorismo, Estados Unidos debería estar entre aquellos que han sufrido más. Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 no se han desvanecido de la memoria de la gente de todo el mundo, y todo el mundo ha sido testigo de cuán resuelto ha sido Estados Unidos en la lucha contra ese flagelo.

Adoptar dobles raseros en la lucha contra el terrorismo no es correcto, incluso para obtener ganancias políticas.

Estados Unidos no debe subestimar la determinación del gobierno y el pueblo de China para salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo.

Si Estados Unidos no corrige sus errores a tiempo y evita que este proyecto se convierta en ley, lo único que podrá hacer será culparse a sí mismo de cualquier otra reacción de parte de China.

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