BEIJING, 5 ago (Xinhua) -- El banco central de China reiteró hoy lunes que tiene la confianza y la capacidad de mantener básicamente estable el tipo de cambio del yuan.
El Banco Popular de China (BPCh) atribuyó la devaluación de la moneda, que llegó hoy a más de siete yuanes por dólar, a factores como las medidas unilaterales y proteccionistas, así como las expectativas respecto a la imposición de aranceles adicionales a los bienes chinos.
A pesar del debilitamiento, en las últimas dos décadas el yuan se ha fortalecido un 20 por ciento frente al dólar, la más fuerte entre las principales divisas del mundo, explicó el BPCh en un comunicado.
El yuan permaneció básicamente estable y fuerte frente a una canasta de monedas. El índice compuesto del tipo de cambio del yuan lanzado por el Sistema de Comercio de Divisas de China, que mide la fortaleza del yuan en relación con una canasta de monedas, registró un aumento del 0.3 por ciento desde principios de año.
Aunque para el viernes la tasa de paridad central del yuan se había debilitado alrededor del 0,53 por ciento frente al dólar este año, su depreciación fue mucho menor que la del won coreano, el peso argentino y la lira turca.
"El BPCh tiene la experiencia, la confianza y la capacidad de mantener el tipo de cambio del yuan básicamente estable a un nivel razonable y equilibrado", de acuerdo con una declaración del banco.
El tipo de cambio de la moneda china está determinado por los fundamentos económicos a largo plazo, aunque se ve afectado por la oferta y la demanda del mercado, así como por el movimiento del dólar a corto plazo.
Desde la perspectiva macro, el tipo de cambio del yuan se ve impulsado por los sólidos fundamentos del país, su fuerte resiliencia económica, la posición fiscal estable, los riesgos financieros controlables, el movimiento equilibrado de capital transfronterizo y las suficientes reservas de divisas.
El banco central destacó que es probable que China se convierta en un punto de atracción para el capital global, ya que es la única economía importante que mantiene una política monetaria normal, en momentos en que muchas economías desarrolladas han relajado las suyas.
El banco ha acumulado una considerable experiencia y herramientas de política para hacer frente a las fluctuaciones del tipo de cambio y continuará innovando y mejorando su conjunto de instrumentos, tomando medidas enérgicas contra la especulación a corto plazo y estabilizando las expectativas del mercado en el futuro, según el documento.