LA HABANA, 20 jun (Xinhua) -- La cifra de cubanos que trabajan "por cuenta propia" (privados) ascendía a alrededor de 600.000 en toda la isla en abril último, cifra que aumentó en unos 14.700 respecto al cierre del pasado año, informó este jueves el ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
De acuerdo con el reporte, de los 595.559 trabajadores autónomos, el 32 por ciento son jóvenes y el 35 por ciento mujeres, mientras que el 14 por ciento laboraban también en el sector estatal y un 10 por ciento son jubilados.
Por territorios, el 65 por ciento del total se agrupa en La Habana, Matanzas (occidente), Villa Clara (centro), Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba (oriente).
Las actividades más representativas son elaboración y venta de alimentos con casi 54.000 personas y un nueve por ciento del total de estos empleados autónomos; transporte y carga de pasajeros con 48.000 y los arrendadores de viviendas, habitaciones o espacios con más de 33.000 individuos.
Según las estadísticas del MTSS, al finalizar 2018 Cuba registraba 580.828 "cuentapropistas", pero durante los primeros cuatro meses del actual año hubo 60.596 bajas, la mayoría en las modalidades de alimentos, artesano, albañil y trabajador contratado, por petición propia del trabajador y a solicitud de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) por incumplimiento de las obligaciones fiscales.
Esas bajas se compensaron con la incorporación de 148.796 personas, sobre todo en las actividades de transporte, servicio de belleza, productor o vendedor de artículos varios y como trabajador contratado.
En Cuba, con 11,2 millones de habitantes, los "cuentapropistas" representan el 13 por ciento de la población, casi el cuádruple de los registrados en 2010 cuando el gobierno del entonces presidente Raúl Castro amplió la actividad privada en un número de sectores y los trabajadores autónomos superaron los 150.000.
Funcionarios del MTSS llamaron a preservar esta forma de gestión no estatal porque es una modalidad de empleo "importante" que incrementa la oferta de bienes y servicios, libera al Estado de actividades que no son fundamentales, y los impuestos que se recaudan por esta vía son fuente de ingresos para los presupuestos locales.
