Por Liu Wanli
BEIJING, 20 jun (Xinhua) -- El presidente de China, Xi Jinping, viaja a Pyongyang este jueves para una visita de Estado de dos días a la República Popular Democrática de Corea (RPDC) por invitación del máximo líder de ese país, Kim Jong Un.
El viaje, el primero de Xi como secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y jefe de Estado, dará un nuevo impulso a la relación bilateral y ayudará a promover la paz duradera y la estabilidad en la península coreana en estos tiempos cambiantes.
La visita histórica, la primera de su tipo en 14 años, llega en un momento en que los dos países celebran el 70º aniversario de sus relaciones diplomáticas, y la situación en la península se encuentra en un momento crítico.
Las relaciones China-RPDC ahora han abierto un nuevo capítulo tras una racha inusualmente vigorosa de diplomacia de alto nivel, en la que Xi y Kim, presidente del Partido de los Trabajadores de Corea y presidente de la Comisión de Asuntos Estatales de la RPDC, se han reunido cuatro veces desde marzo de 2018.
En las últimas siete décadas, los lazos bilaterales han superado las vicisitudes del panorama político global y se han convertido en un vínculo especial de confianza y amistad.
Esa amistad tradicional ahora sirve para equilibrar los lazos entre China y la RPDC, los dos vecinos tienen un fuerte consenso de que un activo tan valioso debe ser apreciado y transmitido de generación en generación.
"No importa cómo cambie la situación internacional, el PCCh y el gobierno chino se han mantenido y siempre mantendrán una posición firme sobre la consolidación y el desarrollo de las relaciones entre China y RPDC", dijo Xi en un artículo firmado por él y publicado en los principales medios de comunicación de la RPDC antes de su visita.
El año pasado, la RPDC dio a conocer una nueva línea estratégica y logró un progreso notable en múltiples frentes a través de reformas económicas. Como Pyongyang está tratando de concentrarse en el desarrollo económico y mejorar los medios de vida de su pueblo, Beijing, como siempre, ayudará al país a elegir un camino de desarrollo que se adapte a sus condiciones nacionales.
El crecimiento económico constante exige un entorno pacífico. Salvaguardar la estabilidad y lograr la paz permanente en la región de una manera que incorpore sus respectivas preocupaciones legítimas es responsabilidad compartida de China y la RPDC, así como de otras partes relacionadas.
En los últimos meses, aunque el impulso positivo para solucionar el tema nuclear en la península ha perdido fuerza tras la cumbre de febrero entre Kim y el presidente de EEUU, Donald Trump, en Hanoi, Vietnam, que terminó sin acuerdo, la esperanza sigue viva y en plena marcha.
Durante décadas, China ha sido un firme defensor de la desnuclearización en la península de Corea y del establecimiento de un mecanismo de paz a través de medios diplomáticos.
Su "enfoque de doble vía" y la propuesta de "suspensión por suspensión" ya han demostrado ser una forma efectiva de crear las condiciones básicas para que Washington y Pyongyang, así como otras partes, vuelvan a la mesa de negociaciones.
Sin embargo, como el problema nuclear se ha prolongado durante décadas y siguen existiendo factores complicados, las partes relevantes no pueden esperar que el problema se resuelva de la noche a la mañana. Deben tener expectativas razonables y abstenerse de imponer demandas unilaterales y poco realistas.
Para lograr un gran avance, también deben romper el ciclo de desconfianza y elaborar conjuntamente una hoja de ruta para la desnuclearización y el establecimiento de un régimen de paz, y extenderlo paso a paso. En este proceso, China puede seguir desempeñando un papel único y constructivo.
Como Xi le dará la mano a Kim otra vez, se cree que los dos líderes marcarán el comienzo de una nueva era para las relaciones bilaterales y ayudarán para que la península se acerque más a la paz.