COMENTARIO: Respeto de las preocupaciones esenciales del otro, prerrequisito para solución de controversias comerciales
                 Spanish.xinhuanet.com | 2019-05-11 16:17:41

WASHINGTON, 10 may (Xinhua) -- Durante la recién concluida ronda de conversaciones comerciales entre China y Estados Unidos, Washington incrementó del 10 al 25 por ciento los aranceles sobre importaciones chinas valoradas en 200.000 millones de dólares, una medida que Beijing lamenta profundamente y a la cual se verá obligado a responder con las contramedidas necesarias.

Como China ha insistido repetidamente, imponer aranceles adicionales no es la solución a los problemas. El único camino correcto a seguir es la cooperación y la consulta, y cualquier acuerdo debe basarse en el respeto de las preocupaciones fundamentales del otro.

La última ronda de negociaciones comerciales ha demostrado una vez más la total sinceridad de China. A pesar de la amenaza arancelaria estadounidense, Bejiing actuó de manera responsable y envió a su delegación a Washington para continuar con las consultas.

También ha demostrado, nuevamente, que en las guerras comerciales no hay ganadores. El último uso del látigo arancelario por parte de Washington ha sacudido y golpeado el mercado global de capitales en una nueva advertencia de que estas medidas unilaterales son perjudiciales no solo para ambos países, sino para el mundo en general.

Siendo justos hemos de decir que, después de 11 rondas de consultas económicas y comerciales de alto nivel, ambas partes han logrado avances sustanciales en áreas como el fortalecimiento de la protección de los derechos de propiedad intelectual, la ampliación del acceso a los mercados y la promoción de un comercio bilateral más equilibrado. Sin embargo, siguen existiendo diferencias en asuntos relacionados con las preocupaciones centrales de China.

Tal y como indicó el vice primer ministro chino Liu He después de la última ronda de conversaciones, las consultas no han descarrilado. Los tira y afloja son inevitables en las negociaciones. No obstante, China nunca comprometerá sus principios.

Ambas partes han mostrado su voluntad de continuar con las consultas y acordaron volver a reunirse en Beijing en el futuro. Mensajes positivos como este pueden dar al mundo más razones para mantener un optimismo cauto ante el futuro de las consultas China-EEUU.

Sin embargo, para resolver las diferencias y avanzar en las conversaciones, Beijing y Washington deben respetar las preocupaciones fundamentales del otro y llegar a a un acuerdo basado en el respeto, la igualdad y el beneficio mutuo.

Como señaló Liu, China quiere un acuerdo de cooperación caracterizado por la igualdad y la dignidad. Se ha comprobado una y otra vez que la clave para que las discusiones continúen radica en respetar los intereses y preocupaciones principales del otro.

La igualdad de condiciones y los resultados mutuamente provechosos son garantías fundamentales para alcanzar un acuerdo final. Todo diálogo en el que una parte coaccione a la otra con el objetivo de lograr un resultado unilateral no hará más que hacer descarrilar las consultas.

Según han explicado algunas fuentes, siguen existiendo diferencias en tres temas claves relacionados con las preocupaciones principales de China, a saber, la eliminación de todas las tarifas adicionales, el volumen de productos comprados y el equilibrio en la redacción del texto.

Eliminar los nuevos aranceles de Washington a las importaciones chinas es demanda común de la comunidad empresarial y agrícola de EEUU. En una carta al presidente Donald Trump, más de 140 asociaciones comerciales estadounidenses comentaron que esas tarifas adicionales suponen un aumento de los impuestos para las compañías y los consumidores del país norteamericano, lo que provocará despidos, retraso en las inversiones y alza de los precios, entre otros efectos adversos.

Para resolver las diferencias y hacer que las consultas progresen, los dos países deben identificar cuál es el rumbo general de la cooperación y buscar con sensatez el "mayor denominador común".

Cuarenta años después de que establecieron relaciones diplomáticas, la única opción correcta para China y EEUU es trabajar juntos por el beneficio mutuo. La cooperación económica y comercial caracterizada por la igualdad y el provecho recíproco ha sido el "ancla" y "propulsor" de las relaciones entre ambos países, cuyo comercio bilateral pasó de menos de 2.500 millones de dólares a más de 630.000 millones de dólares en estas cuatro últimas décadas.

Con la globalización económica, las dos economías están entrelazadas de forma inextricable en las cadenas de suministro mundiales.

Para seguir esta tendencia, es crucial que mantengan el foco estratégico, traten de reforzar su confianza mutua y resuelvan sus diferencias sobre los temas centrales.

Los dos países demostrarán su sabiduría si, para resolver los problemas, consiguen adaptarse a los intereses esenciales del otro y llevar de nuevo las conversaciones al camino correcto, al tiempo que respetan los principios y líneas básicas del otro.

Además, deben tener en cuenta la persistencia, complejidad y dureza de sus disputas económicas y comerciales, y ser más pacientes y perseverantes.

Como lo han demostrado la historia y la realidad, las conversaciones y los forcejeos son normales para que Beijing y Washingon resuelvan sus fricciones económicas y comerciales. China, aunque se opone resueltamente a cualquier tipo de guerra comercial, está totalmente preparada para enfrentarla y, al mismo tiempo, seguirá siendo racional en futuras conversaciones.

Como en el último tramo de una maratón, China y Estados Unidos negociarán, punto por punto, el texto del acuerdo. Beijing será más paciente frente a los altibajos en las negociaciones y estará preparado completamente ante todo tipo de riesgos y desafíos con la conciencia tranquila.

China, con una base sólida y un enorme potencial, así como una gran resistencia al riesgo, tiene confianza, determinación y capacidad para enfrentar futuros desafíos y riesgos.

Está más convencida que nunca de que solo implementando una política de reforma y apertura, promoviendo el crecimiento de gran calidad y construyendo un mercado interno sólido, China tendrá más capacidad para afrontar los desafíos y forjar un futuro más brillante.

 
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COMENTARIO: Respeto de las preocupaciones esenciales del otro, prerrequisito para solución de controversias comerciales

Spanish.xinhuanet.com 2019-05-11 16:17:41

WASHINGTON, 10 may (Xinhua) -- Durante la recién concluida ronda de conversaciones comerciales entre China y Estados Unidos, Washington incrementó del 10 al 25 por ciento los aranceles sobre importaciones chinas valoradas en 200.000 millones de dólares, una medida que Beijing lamenta profundamente y a la cual se verá obligado a responder con las contramedidas necesarias.

Como China ha insistido repetidamente, imponer aranceles adicionales no es la solución a los problemas. El único camino correcto a seguir es la cooperación y la consulta, y cualquier acuerdo debe basarse en el respeto de las preocupaciones fundamentales del otro.

La última ronda de negociaciones comerciales ha demostrado una vez más la total sinceridad de China. A pesar de la amenaza arancelaria estadounidense, Bejiing actuó de manera responsable y envió a su delegación a Washington para continuar con las consultas.

También ha demostrado, nuevamente, que en las guerras comerciales no hay ganadores. El último uso del látigo arancelario por parte de Washington ha sacudido y golpeado el mercado global de capitales en una nueva advertencia de que estas medidas unilaterales son perjudiciales no solo para ambos países, sino para el mundo en general.

Siendo justos hemos de decir que, después de 11 rondas de consultas económicas y comerciales de alto nivel, ambas partes han logrado avances sustanciales en áreas como el fortalecimiento de la protección de los derechos de propiedad intelectual, la ampliación del acceso a los mercados y la promoción de un comercio bilateral más equilibrado. Sin embargo, siguen existiendo diferencias en asuntos relacionados con las preocupaciones centrales de China.

Tal y como indicó el vice primer ministro chino Liu He después de la última ronda de conversaciones, las consultas no han descarrilado. Los tira y afloja son inevitables en las negociaciones. No obstante, China nunca comprometerá sus principios.

Ambas partes han mostrado su voluntad de continuar con las consultas y acordaron volver a reunirse en Beijing en el futuro. Mensajes positivos como este pueden dar al mundo más razones para mantener un optimismo cauto ante el futuro de las consultas China-EEUU.

Sin embargo, para resolver las diferencias y avanzar en las conversaciones, Beijing y Washington deben respetar las preocupaciones fundamentales del otro y llegar a a un acuerdo basado en el respeto, la igualdad y el beneficio mutuo.

Como señaló Liu, China quiere un acuerdo de cooperación caracterizado por la igualdad y la dignidad. Se ha comprobado una y otra vez que la clave para que las discusiones continúen radica en respetar los intereses y preocupaciones principales del otro.

La igualdad de condiciones y los resultados mutuamente provechosos son garantías fundamentales para alcanzar un acuerdo final. Todo diálogo en el que una parte coaccione a la otra con el objetivo de lograr un resultado unilateral no hará más que hacer descarrilar las consultas.

Según han explicado algunas fuentes, siguen existiendo diferencias en tres temas claves relacionados con las preocupaciones principales de China, a saber, la eliminación de todas las tarifas adicionales, el volumen de productos comprados y el equilibrio en la redacción del texto.

Eliminar los nuevos aranceles de Washington a las importaciones chinas es demanda común de la comunidad empresarial y agrícola de EEUU. En una carta al presidente Donald Trump, más de 140 asociaciones comerciales estadounidenses comentaron que esas tarifas adicionales suponen un aumento de los impuestos para las compañías y los consumidores del país norteamericano, lo que provocará despidos, retraso en las inversiones y alza de los precios, entre otros efectos adversos.

Para resolver las diferencias y hacer que las consultas progresen, los dos países deben identificar cuál es el rumbo general de la cooperación y buscar con sensatez el "mayor denominador común".

Cuarenta años después de que establecieron relaciones diplomáticas, la única opción correcta para China y EEUU es trabajar juntos por el beneficio mutuo. La cooperación económica y comercial caracterizada por la igualdad y el provecho recíproco ha sido el "ancla" y "propulsor" de las relaciones entre ambos países, cuyo comercio bilateral pasó de menos de 2.500 millones de dólares a más de 630.000 millones de dólares en estas cuatro últimas décadas.

Con la globalización económica, las dos economías están entrelazadas de forma inextricable en las cadenas de suministro mundiales.

Para seguir esta tendencia, es crucial que mantengan el foco estratégico, traten de reforzar su confianza mutua y resuelvan sus diferencias sobre los temas centrales.

Los dos países demostrarán su sabiduría si, para resolver los problemas, consiguen adaptarse a los intereses esenciales del otro y llevar de nuevo las conversaciones al camino correcto, al tiempo que respetan los principios y líneas básicas del otro.

Además, deben tener en cuenta la persistencia, complejidad y dureza de sus disputas económicas y comerciales, y ser más pacientes y perseverantes.

Como lo han demostrado la historia y la realidad, las conversaciones y los forcejeos son normales para que Beijing y Washingon resuelvan sus fricciones económicas y comerciales. China, aunque se opone resueltamente a cualquier tipo de guerra comercial, está totalmente preparada para enfrentarla y, al mismo tiempo, seguirá siendo racional en futuras conversaciones.

Como en el último tramo de una maratón, China y Estados Unidos negociarán, punto por punto, el texto del acuerdo. Beijing será más paciente frente a los altibajos en las negociaciones y estará preparado completamente ante todo tipo de riesgos y desafíos con la conciencia tranquila.

China, con una base sólida y un enorme potencial, así como una gran resistencia al riesgo, tiene confianza, determinación y capacidad para enfrentar futuros desafíos y riesgos.

Está más convencida que nunca de que solo implementando una política de reforma y apertura, promoviendo el crecimiento de gran calidad y construyendo un mercado interno sólido, China tendrá más capacidad para afrontar los desafíos y forjar un futuro más brillante.

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