RIO DE JANEIRO, 10 abr (Xinhua) -- El gobierno brasileño cumplió hoy los primeros cien días en el cargo, tiempo en el que ha intentado construir una base parlamentaria para poder garantizar la aprobación de varias medidas, principalmente la reforma de la seguridad social, y en el que se ha visto envuelto de varias polémicas, con dos ministros dejando el cargo en este período.
El presidente Jair Bolsonaro tiene el mejor porcentaje de promesas electorales cumplidas durante sus primeros cien días en el cargo. El actual mandatario brasileño cumplió una quinta parte de las promesas que hizo durante la campaña electoral, según un informe divulgado por el portal G1, que analizó las promesas realizadas por Dilma Rousseff (2011) y Michel Temer (2016).
Bolsonaro cumplió por el momento 12 de las 58 promesas que hizo, mientras que otras 4 las cumplió parcialmente y otras 42 todavía no las cumplió. En 2011, Rousseff cumplió 5 de las 55 medidas anunciadas durante la campaña electoral, mientras que Michel Temer, que llegó a la Presidencia brasileña tras la destitución de Rousseff en el Congreso, cumplió 3 de las 20 promesas realizadas en sus primeros 100 días en la Presidencia.
En estos poco más de tres meses, el nuevo gobierno brasileño ha intentado buscar una base parlamentaria en el Congreso que le garantice el apoyo necesario para impulsar importantes reformas, principalmente la de la Seguridad Social y pensiones, que necesita el voto favorable de tres quintas partes de los parlamentarios.
Desde que llegó al poder, Bolsonaro afirmó que acabaría con la "vieja política", es decir, el apoyo a los proyectos del gobierno a cambio de cargos. Sin embargo, el presidente ha visto como la falta de apoyo entre los parlamentarios le costaba dos importantes derrotas en la Cámara Baja, como la revocación de la Ley de acceso a la información y la aprobación del Presupuesto impositivo, que obliga al gobierno a gastar según lo previsto.
Dos casos que han salpicado la imagen del gobierno son las famosas laranjas (naranjas), tal y como se conocen en Brasil los empleados fantasma, que reciben sueldo oficial que acaba regresando al político que los indicó. En este caso, el ministro de Turismo, Marcelo Alvaro Antonio, ha sido denunciado por varios testigos, algo que niega, lo mismo que el senador Flávio Bolsonaro, hijo del mandatario.
Precisamente, el caso de las 'laranjas' acabó provocando la primera dimisión del gobierno: la del ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gustavo Bebianno, acusado de usar dinero público para la campaña electoral de una asesora que acabó enviando el dinero a una empresa de gráfica inexistente.
Este lunes, el ministro de Educación, el colombiano Ricardo Vélez, fue dimitido del cargo por Bolsonaro, tras haber protagonizado varias polémicas al frente de la cartera en este corto espacio de tiempo.
En estos primeros cien días en el cargo, Bolsonaro ha visitado Chile, Estados Unidos e Israel, viaje este último en el que anunció la apertura de una oficina de negocios en Jerusalén. Aunque durante la campaña había anunciado que trasladaría la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, siguiendo los pasos de los Estados Unidos, la amenaza de un boicot comercial del mundo árabe hizo que el gobierno se hiciera atrás y optara por una oficina comercial.
Otra de las grandes polémicas vividas durante estos primeros cien días fue la referente a la conmemoración de los 55 años del golpe militar, el 31 de marzo de 1964, que Bolsonaro ordenó que se celebrara en todos los cuarteles, algo que provocó una gran indignación en la opinión pública y que la Justicia acabó prohibiendo.
Tras la repercusión de la medida, Bolsonaro afirmó que no se trataba de conmemorar los 55 años del golpe militar y sí de "rememorar" la fecha, que dio inicio a una dictadura militar de 21 años, de la que el presidente brasileño siempre se ha mostrado un férreo defensor y admirador.
