RIO DE JANEIRO, 20 feb (Xinhua) -- El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, afirmó hoy miércoles que el gobierno está dispuesto a hacer ajustes en la propuesta sobre la reforma de la seguridad social y pensiones enviada hoy al Congreso, aunque los posibles cambios no pueden ser inferiores al trillón de reales (270.000 millones de dólares).
En declaraciones a la prensa, Guedes dijo que cualquier valor inferior al trillón de reales puede comprometer la viabilidad de un futuro sistema de capitalización.
"Por debajo del trillón de reales, ya empiezas a comprometer el lanzamiento para las nuevas generaciones, porque vamos a lanzar un régimen de capitalización para las nuevas generaciones. Necesitamos un descanso, un impulso fiscal suficiente, es decir, por encima del trillón de reales, que nos permite lanzar un nuevo sistema. Si se comienza a deshidratar esta reforma, no conseguiremos que las generaciones futuras escapen de esta trampa", dijo el responsable de Economía del gobierno brasileño.
Según los cálculos del gobierno brasileño, la propuesta, tal y como fue presentada, supondrá ahorrar 1,165 trillones de reales (315.000 millones de dólares) en los próximos 10 años.
El ministro de Economía volvió a defender la reforma presentada y dijo que si se aprueba, logrará reducir las desigualdades, acabar con los privilegios, democratizar el ahorro y acelerar el crecimiento del país.
Guedes describió la buena aceptación que tuvo la propuesta entre los gobernadores del país, con los que se reunió hoy, y se refirió a nuevas propuestas para modificar el texto presentado.
"Todas estas sugerencias están siendo muy bien recibidas. Nuestra solución es completa, suficientemente ancha como para que haya este espacio de acomodación", comentó el ministro.
Si la reforma de pensiones es aprobada, el gobierno ahorraría 715.000 millones de reales (193.000 millones de dólares ) en los próximos 10 años con los cambios en las pensiones de los trabajadores de la iniciativa privada, y otros 173.500 millones de reales (46.900 millones de dólares) con los empleados públicos federales.
El aumento en la alícuota de contribución de los empleados federales causaría un ahorro adicional de 29.300 millones de reales (7.900 millones de dólares).
El documento trae una edad mínima de jubilación de 65 años para hombres y de 62 para mujeres, a ser aplicada después de 12 años de transición, conforme anticipado la semana pasada por el gobierno.
La edad mínima subirá progresivamente durante ese período, que es más corto que los 20 años propuestos por el gobierno de Michel Temer en 2017.
El equipo económico diseñó la transición de forma que las edades que servirán de referencia para la jubilación en 2022, último año del mandato de Bolsonaro, serán de 62 años para los hombres y 57 años para las mujeres.
