WASHINGTON, 6 feb (Xinhua) -- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio a conocer un plan audaz para frenar la propagación del VIH en menos de una década en Estados Unidos, a pesar de su inacción para mejorar el sistema de salud.
En el discurso anual sobre el Estado de la Unión pronunciado anoche, Trump exhortó a su audiencia en el Congreso a trabajar para "eliminar la epidemia de VIH" en el país "en menos de diez años".
Esta es la segunda vez que Trump aprovecha su mensaje anual en el Congreso para hacer grandes promesas para superar grandes flagelos a la salud. El año pasado, Trump habló de enfrentar la crisis de los opiáceos, pero el dinero para ampliar el tratamiento contra las adicciones no ha llegado porque el presidente ha dado prioridad a recortar los servicios médicos del país.
En Estados Unidos, más de un millón de personas mayores de 13 años viven con VIH, de los cuales un 15 por ciento desconoce su estado, y cada año ocurren alrededor de 56.000 nuevos contagios, según los Institutos Nacionales de Salud.
Trump basó su ambiciosa promesa en los "avances científicos" de los últimos años. El argumento cuenta con algunas bases dado que la Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó en 2018 tres nuevos medicamentos para combatir la epidemia mundial y que al menos una vacuna contra el VIH ha sido sometida a pruebas clínicas con resultados prometedores.
Pero puesto que la epidemia afecta de forma desproporcionada a minorías raciales y étnicas, mujeres de color y hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, acabar con la propagación del VIH es más un asunto social que científico.
AIDS United, una organización sin afán de lucro, dijo que se sienten "cautelosamente animados" por la promesa de Trump dado que "las acciones de esta administración hablan más fuerte que las palabras y nos han llevado por el rumbo equivocado".
Trump propuso en su presupuesto fiscal 2019 recortar el programa nacional contra el VIH/Sida en 43 millones de dólares y buscó dar marcha atrás a los servicios médicos de la era de Obama.
"Los ataques del presidente a la Ley de Cuidado Asequible y los recortes propuestos al gasto discrecional ajeno a defensa han amenazado con socavar nuestros esfuerzos para poner fin a la epidemia de VIH", según AIDS United.
La disparidad demográfica en el acceso a la protección médica empeora la situación.
Los afroestadounidenses y los hispanos son el grupo más vulnerable a los contagios de VIH, pero están poco cubiertos por servicios de salud como Medicaid y Medicare.
La Fundación Familia Kaiser, una organización sin afán de lucro en temas de salud, citó "la pobreza, la falta de acceso a atención médica, la falta de conocimiento sobre el estatus del VIH y los estigmas" como los desafíos de la epidemia entre las comunidades más vulnerables.
Trump no ha tomado medidas significativas de combate al VIH/sida en sus primeros dos años en el cargo. Medicaid es "la mayor fuente de cobertura para personas con VIH en Estados Unidos", según la Fundación Familia Kaiser, pero la administración Trump ha animado a los estados a recortar fondos para el programa.
La reciente propuesta hecha por Trump para reformar Medicare desmantelaría la mayoría de las protecciones para las personas que viven con graves condiciones, como el VIH, y podría amenazar con "reactivar la epidemia nacional en lugar de posicionarnos para finalizarla", según AIDS United.
La prevención de la epidemia no ha sido de los temas primordiales de la agenda de Trump, lo que hace sospechar de su ambiciosa promesa de 10 años. El Consejo Asesor Presidencial sobre VIH/Sida no se reunió en absoluto en 2018, según un informe publicado por Instituto Fenway, una organización de salud para la comunidad LGBTQ (lesbiana, gay, bisexual, transgénero y queer).
Trump no ha nombrado un nuevo director para la Oficina de Política Nacional contra el Sida de la Casa Blanca desde que el jefe anterior dimitió en enero de 2017. La página oficial dentro del sitio en línea de la Casa Blanca muestra un error 404: La página no puede ser encontrada.
