ESPECIAL: Entre la arena y las olas de Neruda celebran festival de artes escénicas en Chile

Spanish.xinhuanet.com   2018-12-11 06:05:25

Por Cristóbal Chávez Bravo

ISLA NEGRA, Chile, 10 dic (Xinhua) -- Cuatro actores caminan por las calles del balneario de Isla Negra, en la zona central de Chile, ataviados con trajes que recuerdan el siglo XIX, frente a las miradas impávidas de los habitantes de esta playa.

Pese a que la obra ya concluyó, los intérpretes continúan con la representación hasta perderse por uno de los recovecos del pueblo.

Ellos fueron parte del Festival de Artes Escénicas de Isla Negra (Festine), que se celebró del 7 al 9 de diciembre en esta ciudad costera, ubicada a 115 kilómetros al oeste de Santiago y conocida mundialmente porque aloja una de las tres casas del escritor chileno y premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda.

Por las mismas calles donde caminaba y descansa la sepultura del vate se organizó el pasado fin de semana esta celebración internacional de artes, que integra a la comunidad y su geografía.

El director artístico del Festine, Martín Erazo, dijo a Xinhua que este encuentro es una plataforma de difusión de espectáculos y también un espacio de inspiración para los niños y jóvenes de la zona, quienes pueden ver compañías profesionales y bandas de música que muchas veces no llegan a estos rincones.

Isla Negra es parte de la comuna de El Quisco, ayuntamiento que financia el evento y que junto a los pueblos aledaños conforman el litoral de los poetas.

A unos pocos minutos se puede llegar a Las Cruces, donde vivió hasta sus últimos días el premio Cervantes y candidato a Nobel, Nicanor Parra, y Cartagena, playa a la que arriban los peregrinos literarios para llevar ofrendas a la tumba del iniciador del movimiento creacionismo, el poeta chileno Vicente Huidobro.

"Ponemos el ojo en la calidad. Hemos traído compañías que llevan bastante tiempo y que son reconocidas, en lo musical también, y siempre evaluando más que la cantidad, la calidad. No nos interesa llenar de actividades el festival", explicó Erazo, quien también es el director de la compañía de teatro chilena La Patogallina.

La mística de la celebración se palpa en los escenarios escogidos para realizar las obras, que se mueven entre los toldos y la playa, porque este poblado no cuenta con salas de teatro o salones con las necesidades técnicas para montar una función artística.

En una pequeña carpa que mira al océano Pacífico se presenta "Kabinete de Madame Forest", un espectáculo familiar de la compañía Cirkoqoshka, que juega con la imaginación, los sonidos y la complicidad de los asistentes.

Los actores no se inmutan con el pasar de los camiones, el graznido de las gaviotas y las sirenas de los bomberos, porque la simbiosis que logra Festine entre el público y los presentes convierten el espacio en una verdadera sala de teatro.

Incluso cuando hay silencios, es posible escuchar el choque de las olas con las piedras, tal como lo hacía Neruda cuando se inspiró en este torrentoso océano para escribir sus versos reconocidos a nivel mundial.

"Nuestro objetivo no es construir una sala de teatro, sino seguir con esta misma idea de utilizar los espacios públicos y moverse dentro del pueblo en distinto lugares; sorprender con los usos de los espacios, con la programación", acotó Erazo.

En la carpa grande, que se levantó frente a la calle principal de Isla Negra, y que también mira al océano, se monta la obra "Tratando de hacer una obra que cambie el mundo" de la compañía La Re-sentida Teatro.

El espacio atiborrado con 800 personas aloja una pieza que ha recorrido el mundo, pero que en esta ocasión los asientos se afincan sobre un piso de tierra y esporádicamente irrumpen perros entre las butacas.

Esto no impide que el público, muchos de ellos primerizos del teatro, disfrute con ahínco el espectáculo, ni para que la compañía impacte con su vanguardista propuesta.

Los organizadores también transformaron la playa en una locación más del festival, porque durante el segundo día de Festine, cuando azotaba el sol austral chileno, aparecieron los cuatro actores del colectivo Hape, quienes interpretan a los últimos descendientes de un pueblo que recorre Chile para presentar su cultura, tras estar años aislados de la sociedad.

Vestidos con vetustas chaquetas, sombreros extravagantes y mocasines interactúan con los residentes que miran sorprendidos, pero con un goce infantil, la puesta en escena en la playa que lleva el nombre de Neruda, porque está a los pies de su casa que es una postal internacional de la poesía y, desde ahora, las artes escénicas.

La organización detalló que lo central del festival es el público y su geografía, más que el imaginario del poeta, lo que queda demostrado tras ver las sonrisas de los niños y adultos de este balneario tras participar en los loados montajes que recalan en este litoral.

El festival transformó el litoral en un teatro, sin importar que la arena se entrometa en los zapatos de los espectadores y de los actores, porque el espectáculo siempre debe continuar.

Festine aumentó la población de este pueblo y transformó por tres días a Isla Negra en la capital de las artes, con olor a molusco y estirpe de poeta.

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ESPECIAL: Entre la arena y las olas de Neruda celebran festival de artes escénicas en Chile

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Por Cristóbal Chávez Bravo

ISLA NEGRA, Chile, 10 dic (Xinhua) -- Cuatro actores caminan por las calles del balneario de Isla Negra, en la zona central de Chile, ataviados con trajes que recuerdan el siglo XIX, frente a las miradas impávidas de los habitantes de esta playa.

Pese a que la obra ya concluyó, los intérpretes continúan con la representación hasta perderse por uno de los recovecos del pueblo.

Ellos fueron parte del Festival de Artes Escénicas de Isla Negra (Festine), que se celebró del 7 al 9 de diciembre en esta ciudad costera, ubicada a 115 kilómetros al oeste de Santiago y conocida mundialmente porque aloja una de las tres casas del escritor chileno y premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda.

Por las mismas calles donde caminaba y descansa la sepultura del vate se organizó el pasado fin de semana esta celebración internacional de artes, que integra a la comunidad y su geografía.

El director artístico del Festine, Martín Erazo, dijo a Xinhua que este encuentro es una plataforma de difusión de espectáculos y también un espacio de inspiración para los niños y jóvenes de la zona, quienes pueden ver compañías profesionales y bandas de música que muchas veces no llegan a estos rincones.

Isla Negra es parte de la comuna de El Quisco, ayuntamiento que financia el evento y que junto a los pueblos aledaños conforman el litoral de los poetas.

A unos pocos minutos se puede llegar a Las Cruces, donde vivió hasta sus últimos días el premio Cervantes y candidato a Nobel, Nicanor Parra, y Cartagena, playa a la que arriban los peregrinos literarios para llevar ofrendas a la tumba del iniciador del movimiento creacionismo, el poeta chileno Vicente Huidobro.

"Ponemos el ojo en la calidad. Hemos traído compañías que llevan bastante tiempo y que son reconocidas, en lo musical también, y siempre evaluando más que la cantidad, la calidad. No nos interesa llenar de actividades el festival", explicó Erazo, quien también es el director de la compañía de teatro chilena La Patogallina.

La mística de la celebración se palpa en los escenarios escogidos para realizar las obras, que se mueven entre los toldos y la playa, porque este poblado no cuenta con salas de teatro o salones con las necesidades técnicas para montar una función artística.

En una pequeña carpa que mira al océano Pacífico se presenta "Kabinete de Madame Forest", un espectáculo familiar de la compañía Cirkoqoshka, que juega con la imaginación, los sonidos y la complicidad de los asistentes.

Los actores no se inmutan con el pasar de los camiones, el graznido de las gaviotas y las sirenas de los bomberos, porque la simbiosis que logra Festine entre el público y los presentes convierten el espacio en una verdadera sala de teatro.

Incluso cuando hay silencios, es posible escuchar el choque de las olas con las piedras, tal como lo hacía Neruda cuando se inspiró en este torrentoso océano para escribir sus versos reconocidos a nivel mundial.

"Nuestro objetivo no es construir una sala de teatro, sino seguir con esta misma idea de utilizar los espacios públicos y moverse dentro del pueblo en distinto lugares; sorprender con los usos de los espacios, con la programación", acotó Erazo.

En la carpa grande, que se levantó frente a la calle principal de Isla Negra, y que también mira al océano, se monta la obra "Tratando de hacer una obra que cambie el mundo" de la compañía La Re-sentida Teatro.

El espacio atiborrado con 800 personas aloja una pieza que ha recorrido el mundo, pero que en esta ocasión los asientos se afincan sobre un piso de tierra y esporádicamente irrumpen perros entre las butacas.

Esto no impide que el público, muchos de ellos primerizos del teatro, disfrute con ahínco el espectáculo, ni para que la compañía impacte con su vanguardista propuesta.

Los organizadores también transformaron la playa en una locación más del festival, porque durante el segundo día de Festine, cuando azotaba el sol austral chileno, aparecieron los cuatro actores del colectivo Hape, quienes interpretan a los últimos descendientes de un pueblo que recorre Chile para presentar su cultura, tras estar años aislados de la sociedad.

Vestidos con vetustas chaquetas, sombreros extravagantes y mocasines interactúan con los residentes que miran sorprendidos, pero con un goce infantil, la puesta en escena en la playa que lleva el nombre de Neruda, porque está a los pies de su casa que es una postal internacional de la poesía y, desde ahora, las artes escénicas.

La organización detalló que lo central del festival es el público y su geografía, más que el imaginario del poeta, lo que queda demostrado tras ver las sonrisas de los niños y adultos de este balneario tras participar en los loados montajes que recalan en este litoral.

El festival transformó el litoral en un teatro, sin importar que la arena se entrometa en los zapatos de los espectadores y de los actores, porque el espectáculo siempre debe continuar.

Festine aumentó la población de este pueblo y transformó por tres días a Isla Negra en la capital de las artes, con olor a molusco y estirpe de poeta.

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