El sector de libros brasileño atraviesa una severa crisis con el cierre de librerías y despidos en masa

Spanish.xinhuanet.com   2018-12-10 10:05:23

RIO DE JANEIRO, 9 dic (Xinhua) -- Hace apenas unas semanas, las dos mayores redes de librerías de Brasil, Saraiva y Cultura, entraron en la justicia para pedir la recuperación judicial, evidenciando la grave crisis que atraviesa el sector de los libros en el país, con el cierre de librerías, despidos en masa y la quiebra de varias editoriales.

Según datos del Ministerio de Trabajo, el número de librerías, quioscos y papelerías en funcionamiento en Brasil se redujo un 29 por ciento en los últimos diez años. A finales de 2017, había 52.572 librerías o tiendas en las que se vendían libros, 21.083 menos que las que había en 2007.

De las más de 21.000 librerías que cerraron en Brasil en la última década, la mitad lo hicieron a partir de 2013, cuando empezaron a sentirse los efectos de la grave crisis económica que sufrió el país y de la que todavía se recupera lentamente. En los últimos cinco años, el número de librerías y papelerías en Brasil se redujo un 22 por ciento, según los datos oficiales.

Apenas en uno de los 27 estados del país aumentó el número de librerías: Amazonas (norte), donde se abrieron 62 librerías en los últimos diez años. Por contra, Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil, es el que lideró el cierre de más tiendas: 8.764.

La crisis económica, junto al aumento de libros electrónicos, fueron los principales motivos que llevaron al cierre de las tiendas.

"Hoy, incluso quien vende el libro físico utiliza una plataforma online. Entonces, además de toda la crisis que sacudió a la economía brasileña, el establecimiento pasa por una crisis estructural, que además no es sólo en Brasil, es en casi todo el mundo", explicó a Xinhua el economista de la Confederación Nacional del Comercio (CNC) Fabio Bento.

Por su parte, la presidenta de la liga brasileña de editoriales (Libre), Raquel Menezes, defiende que la crisis que abatió las grandes librerías no se restringe a la venta de libros. En el primer semestre, antes de que las dos grandes marcas de librerías de Brasil pidiesen la recuperación judicial, el sector de los libros brasileños mostró una ligera recuperación, con una facturación un 10 por ciento mayor que en el mismo período del año pasado, según el Sindicato Nacional de los Editores de Libros (Snel).

Para Menezes, el principal problema es haber elegido un modelo de gestión que apostó en una rápida expansión y también en la venta de productos electrónicos, que se mostró insostenible.

"Las grandes librerías crecieron demasiado y perjudicaron mucho las menores con este modelo de negocio. No se puede querer ser una megastore y vender de todo. Vimos que este crecimiento no fue nada saludable", afirmó la presidenta de Libre.

Otro factor apuntado por ella es que la estrategia de "una guerra de precios" en la que las grandes librerías pasan a ofrecer grandes descuentos en días concretos como el Día de las Madres o el Black Friday también perjudicó las pequeñas librerías, incapaces de hacer frente a tales rebajas.

La gran mayoría de las librerías que cerró entre 2007 y 2017 (20.912) tenían hasta nueve empleados.

Según un informe de la CNC, el número de cierres en 2017 superó las aberturas en todos los tipos de porte del emprendimiento, ya sea en microestablecimientos o en grandes redes comerciales.

"Como el sector está siendo superando por las tiendas de departamento y por el comercio electrónico, que tiene un poder de presión mucho mayor para negociar con suministradores e importadores, los más débiles son los primeros en morir", agregó Bento.

Para la presidenta de la Libre, "es una gran oportunidad para que el mercado de libros se reinvente. Las librerías independientes no están sufriendo de la misma forma que las grandes redes en 2018", afirmó Menezes.

Según la CNC, la crisis del sector se reveló también en los empleos: en octubre eran 110.666 puestos de trabajo formales, 1.189 menos que en el mismo mes del año pasado.

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El sector de libros brasileño atraviesa una severa crisis con el cierre de librerías y despidos en masa

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RIO DE JANEIRO, 9 dic (Xinhua) -- Hace apenas unas semanas, las dos mayores redes de librerías de Brasil, Saraiva y Cultura, entraron en la justicia para pedir la recuperación judicial, evidenciando la grave crisis que atraviesa el sector de los libros en el país, con el cierre de librerías, despidos en masa y la quiebra de varias editoriales.

Según datos del Ministerio de Trabajo, el número de librerías, quioscos y papelerías en funcionamiento en Brasil se redujo un 29 por ciento en los últimos diez años. A finales de 2017, había 52.572 librerías o tiendas en las que se vendían libros, 21.083 menos que las que había en 2007.

De las más de 21.000 librerías que cerraron en Brasil en la última década, la mitad lo hicieron a partir de 2013, cuando empezaron a sentirse los efectos de la grave crisis económica que sufrió el país y de la que todavía se recupera lentamente. En los últimos cinco años, el número de librerías y papelerías en Brasil se redujo un 22 por ciento, según los datos oficiales.

Apenas en uno de los 27 estados del país aumentó el número de librerías: Amazonas (norte), donde se abrieron 62 librerías en los últimos diez años. Por contra, Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil, es el que lideró el cierre de más tiendas: 8.764.

La crisis económica, junto al aumento de libros electrónicos, fueron los principales motivos que llevaron al cierre de las tiendas.

"Hoy, incluso quien vende el libro físico utiliza una plataforma online. Entonces, además de toda la crisis que sacudió a la economía brasileña, el establecimiento pasa por una crisis estructural, que además no es sólo en Brasil, es en casi todo el mundo", explicó a Xinhua el economista de la Confederación Nacional del Comercio (CNC) Fabio Bento.

Por su parte, la presidenta de la liga brasileña de editoriales (Libre), Raquel Menezes, defiende que la crisis que abatió las grandes librerías no se restringe a la venta de libros. En el primer semestre, antes de que las dos grandes marcas de librerías de Brasil pidiesen la recuperación judicial, el sector de los libros brasileños mostró una ligera recuperación, con una facturación un 10 por ciento mayor que en el mismo período del año pasado, según el Sindicato Nacional de los Editores de Libros (Snel).

Para Menezes, el principal problema es haber elegido un modelo de gestión que apostó en una rápida expansión y también en la venta de productos electrónicos, que se mostró insostenible.

"Las grandes librerías crecieron demasiado y perjudicaron mucho las menores con este modelo de negocio. No se puede querer ser una megastore y vender de todo. Vimos que este crecimiento no fue nada saludable", afirmó la presidenta de Libre.

Otro factor apuntado por ella es que la estrategia de "una guerra de precios" en la que las grandes librerías pasan a ofrecer grandes descuentos en días concretos como el Día de las Madres o el Black Friday también perjudicó las pequeñas librerías, incapaces de hacer frente a tales rebajas.

La gran mayoría de las librerías que cerró entre 2007 y 2017 (20.912) tenían hasta nueve empleados.

Según un informe de la CNC, el número de cierres en 2017 superó las aberturas en todos los tipos de porte del emprendimiento, ya sea en microestablecimientos o en grandes redes comerciales.

"Como el sector está siendo superando por las tiendas de departamento y por el comercio electrónico, que tiene un poder de presión mucho mayor para negociar con suministradores e importadores, los más débiles son los primeros en morir", agregó Bento.

Para la presidenta de la Libre, "es una gran oportunidad para que el mercado de libros se reinvente. Las librerías independientes no están sufriendo de la misma forma que las grandes redes en 2018", afirmó Menezes.

Según la CNC, la crisis del sector se reveló también en los empleos: en octubre eran 110.666 puestos de trabajo formales, 1.189 menos que en el mismo mes del año pasado.

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