Aventuras de latinoamericanos en el "doble once" en China

Actualizado 2018-11-09 13:08:21 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 9 nov (Xinhua) -- El próximo domingo, once de noviembre, es conocido como el Día del Soltero en China. Los cuatro "1" de esa jornada simbolizan la soltería, una buena razón para comprarse a sí mismo un regalo. De esta forma, este especial "once once" se ha convertido en una festividad en China para los compradores y comerciantes.

Rivas está mostrando sus carritos, cosas que plantea comprar en el "doble once". (Xinhua/Meng Yifei)

"Hay una expresión china que es ´cortarse las manos´, y estoy a punto de hacerlo", bromea Lorena Rivas Kuang, estudiante mexicana de la Facultad de Español y Portugués de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing. Rivas lleva cuatro años y medio en China y su experiencia de comprar en plataformas de comercio electrónico suma casi tanto como su estancia.

"Nada más llegar una de las primeras aplicaciones que me descargué fue Taobao", recuerda. "Busco los productos que quiero, veo las opciones, leo los comentarios, y a veces hablo con el dueño de la tienda", añade.

"Es muy sencillo comprar por Internet y tienes muchos descuentos. En el metro, te metes tres segundos y al día siguiente te llega. Creo que más que disfrutarlo, ya se ha vuelto parte de mi vida", explica.

"Es la cuarta vez que voy a comprar en el ´once once´. Hay mucha publicidad y es imposible no darse cuenta. Llevo varios días buscando las cosas que quiero comprar", cuenta.

"Tengo experiencia en el Día del Soltero. En mi primer año quería comprar muchísimas cosas, creo que unas doce. A medianoche esperé el momento para clicar, pero había mucha gente haciendo lo mismo, y por la lentitud de mi ordenador solo pude comprar dos cosas", se lamenta.

"A partir de ahí empecé a comprender, gracias a mi experiencia en el once once, qué cosas valen la pena y cuales no. Cuando me llegaron las compras unas tres semanas después, porque había millones de paquetes, algunas no eran como creía que iban a ser. Hay que tener un poco de experiencia porque tengo tantas cosas en mi carrito que sí quiero comprar, pero existe la probabilidad de que no pueda hacerlo", explica.

Ropa, productos de belleza, cosas de limpieza, aparatos electrónicos, champú, artículos para vegetarianos ...... Rivas compra "todo tipo" de bienes en línea: tanto chinos como importados de América Latina y Estados Unidos. Se gasta menos de mil yuanes (unos 144 dólares) al mes. No solo compra cosas para ella, sino también prepara regalos para sus padres y amigos, ya que apenas quedan unos cuarenta días para la Navidad.

"Hay días que recibo tantos paquetes de mensajería que parece Navidad abriendo regalos", cuenta Rueda. (Xinhua/Meng Yifei)

Mientras tanto, pedir comida a domicilio es otra razón para comprar en línea para los latinoamericanos. Este tipo de plataformas no se perderán la fiesta del Día del Soltero. Gloria Rebeca Rueda Duque es una usuaria activa de este servicio.

"Muchas veces voy muy apurada y no puedo parar en ningún lugar para comprar algo. Es muy fácil pedir la comida cuando estoy en clase, que me llegue después, y salir corriendo a la siguiente clase en el otro campus porque muchas veces las pausas entre las clases son de apenas una hora", relata.

Rueda viene de Ecuador y empieza su cuarto año estudiando diplomacia en la misma universidad. La comida china es muy diferente a la de su país, pero le gusta.

"Hay una aplicación en la que puedes comprar té con leche y después pasar a recogerlo sin hacer cola", precisa.

"Nada más llegar, me costó un poco la cuestión de vincular la tarjeta de crédito, pero ya me acostumbré. Cuando regreso a mi país se me hace muy raro, porque en Ecuador no existe", cuenta.

"En esta vida caótica en Beijing, hacer la compra en línea es una necesidad, porque entre la escuela, la tarea, el novio y los amigos, no tengo mucho tiempo para ir al supermercado", añade Rivas, "además, vivo en un hutong y alrededor no hay muchos supermercados".

La compra en línea facilita la vida a los extranjeros quienes, sin embargo, también encuentran alguna dificultad en sus compras.

"Aunque hablo chino, muchas veces no sé cómo funcionan las reglas de la promoción. Hay unos cupones que me dan y tampoco entiendo para qué son. Entonces no me arriesgo mucho en eso", comenta Rueda.

Gorocica relata su experiencia de comprar ropa en línea. (Xinhua/Meng Yifei)

Otro problema que ha encontrado Jared Joaquín Gorocica Díaz, un muchacho mexicano de la misma universidad, es que el tamaño de las prendas, por ejemplo, varía de un país a otro. "Es un problema cuando se trata de una marca china, porque las tallas son mucho más pequeñas y el número cambia", comenta.

"Por ejemplo, yo tengo la talla M o L en México, pero aquí es la XXXL. Siempre tengo en cuenta cuánto miden mis hombros y mis brazos, porque no estoy muy seguro de cómo hacer la comparación. Esto es un problema para los extranjeros, sobre todo", resume Gorocica.

A pesar de estos inconvenientes, los latinoamericanos afirman que van a pasar la noche en vela en la víspera del Día del Soltero para aprovechar los descuentos. "Esperaré hasta ese momento que puedo comprar, aunque los chinos compran demasiado rápido", bromea Rueda.

"Soy muy feliz con las compras en línea. Hay días que recibo tantos paquetes de mensajería que parece Navidad abriendo regalos", añade.

"Quiero comprar cosas para mí y para regalar en Navidad: ropa, sábanas, aromatizantes, maquillaje, chocolates, juguetitos.... Ya casi estoy más o menos lista, todavía estoy viendo, pensando, quitando y poniendo cosas. Lo peor de todo es que no soy soltera, pero voy a comprar", concluye.

 
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Aventuras de latinoamericanos en el "doble once" en China

Spanish.xinhuanet.com 2018-11-09 13:08:21

BEIJING, 9 nov (Xinhua) -- El próximo domingo, once de noviembre, es conocido como el Día del Soltero en China. Los cuatro "1" de esa jornada simbolizan la soltería, una buena razón para comprarse a sí mismo un regalo. De esta forma, este especial "once once" se ha convertido en una festividad en China para los compradores y comerciantes.

Rivas está mostrando sus carritos, cosas que plantea comprar en el "doble once". (Xinhua/Meng Yifei)

"Hay una expresión china que es ´cortarse las manos´, y estoy a punto de hacerlo", bromea Lorena Rivas Kuang, estudiante mexicana de la Facultad de Español y Portugués de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing. Rivas lleva cuatro años y medio en China y su experiencia de comprar en plataformas de comercio electrónico suma casi tanto como su estancia.

"Nada más llegar una de las primeras aplicaciones que me descargué fue Taobao", recuerda. "Busco los productos que quiero, veo las opciones, leo los comentarios, y a veces hablo con el dueño de la tienda", añade.

"Es muy sencillo comprar por Internet y tienes muchos descuentos. En el metro, te metes tres segundos y al día siguiente te llega. Creo que más que disfrutarlo, ya se ha vuelto parte de mi vida", explica.

"Es la cuarta vez que voy a comprar en el ´once once´. Hay mucha publicidad y es imposible no darse cuenta. Llevo varios días buscando las cosas que quiero comprar", cuenta.

"Tengo experiencia en el Día del Soltero. En mi primer año quería comprar muchísimas cosas, creo que unas doce. A medianoche esperé el momento para clicar, pero había mucha gente haciendo lo mismo, y por la lentitud de mi ordenador solo pude comprar dos cosas", se lamenta.

"A partir de ahí empecé a comprender, gracias a mi experiencia en el once once, qué cosas valen la pena y cuales no. Cuando me llegaron las compras unas tres semanas después, porque había millones de paquetes, algunas no eran como creía que iban a ser. Hay que tener un poco de experiencia porque tengo tantas cosas en mi carrito que sí quiero comprar, pero existe la probabilidad de que no pueda hacerlo", explica.

Ropa, productos de belleza, cosas de limpieza, aparatos electrónicos, champú, artículos para vegetarianos ...... Rivas compra "todo tipo" de bienes en línea: tanto chinos como importados de América Latina y Estados Unidos. Se gasta menos de mil yuanes (unos 144 dólares) al mes. No solo compra cosas para ella, sino también prepara regalos para sus padres y amigos, ya que apenas quedan unos cuarenta días para la Navidad.

"Hay días que recibo tantos paquetes de mensajería que parece Navidad abriendo regalos", cuenta Rueda. (Xinhua/Meng Yifei)

Mientras tanto, pedir comida a domicilio es otra razón para comprar en línea para los latinoamericanos. Este tipo de plataformas no se perderán la fiesta del Día del Soltero. Gloria Rebeca Rueda Duque es una usuaria activa de este servicio.

"Muchas veces voy muy apurada y no puedo parar en ningún lugar para comprar algo. Es muy fácil pedir la comida cuando estoy en clase, que me llegue después, y salir corriendo a la siguiente clase en el otro campus porque muchas veces las pausas entre las clases son de apenas una hora", relata.

Rueda viene de Ecuador y empieza su cuarto año estudiando diplomacia en la misma universidad. La comida china es muy diferente a la de su país, pero le gusta.

"Hay una aplicación en la que puedes comprar té con leche y después pasar a recogerlo sin hacer cola", precisa.

"Nada más llegar, me costó un poco la cuestión de vincular la tarjeta de crédito, pero ya me acostumbré. Cuando regreso a mi país se me hace muy raro, porque en Ecuador no existe", cuenta.

"En esta vida caótica en Beijing, hacer la compra en línea es una necesidad, porque entre la escuela, la tarea, el novio y los amigos, no tengo mucho tiempo para ir al supermercado", añade Rivas, "además, vivo en un hutong y alrededor no hay muchos supermercados".

La compra en línea facilita la vida a los extranjeros quienes, sin embargo, también encuentran alguna dificultad en sus compras.

"Aunque hablo chino, muchas veces no sé cómo funcionan las reglas de la promoción. Hay unos cupones que me dan y tampoco entiendo para qué son. Entonces no me arriesgo mucho en eso", comenta Rueda.

Gorocica relata su experiencia de comprar ropa en línea. (Xinhua/Meng Yifei)

Otro problema que ha encontrado Jared Joaquín Gorocica Díaz, un muchacho mexicano de la misma universidad, es que el tamaño de las prendas, por ejemplo, varía de un país a otro. "Es un problema cuando se trata de una marca china, porque las tallas son mucho más pequeñas y el número cambia", comenta.

"Por ejemplo, yo tengo la talla M o L en México, pero aquí es la XXXL. Siempre tengo en cuenta cuánto miden mis hombros y mis brazos, porque no estoy muy seguro de cómo hacer la comparación. Esto es un problema para los extranjeros, sobre todo", resume Gorocica.

A pesar de estos inconvenientes, los latinoamericanos afirman que van a pasar la noche en vela en la víspera del Día del Soltero para aprovechar los descuentos. "Esperaré hasta ese momento que puedo comprar, aunque los chinos compran demasiado rápido", bromea Rueda.

"Soy muy feliz con las compras en línea. Hay días que recibo tantos paquetes de mensajería que parece Navidad abriendo regalos", añade.

"Quiero comprar cosas para mí y para regalar en Navidad: ropa, sábanas, aromatizantes, maquillaje, chocolates, juguetitos.... Ya casi estoy más o menos lista, todavía estoy viendo, pensando, quitando y poniendo cosas. Lo peor de todo es que no soy soltera, pero voy a comprar", concluye.

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