MEXICO, 22 oct (Xinhua) -- México no caerá en presiones externas que pretenden provocar una reacción hostil contra miles de hondureños que entraron de manera irregular al país como parte de la caravana migrante, dijo este lunes el secretario de Gobernación (Interior), Alfonso Navarrete.
Luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reprochó hoy que la Policía mexicana era incapaz de frenar la caravana que se dirige hacia su país, Navarrete señaló que México respeta las declaraciones de cualquier mandatario pero exige que se respeten sus decisiones.
"No vamos a caer en exigencia de gobierno alguno que pretenda provocar en México una reacción hostil por sí misma, sin fundamento, sin haber agotado todas las vías que se pueden dar en el diálogo", sostuvo en conferencia de prensa.
La masiva caravana llegó el 19 de octubre pasado a la frontera de Guatemala con México, en un episodio que incluyó un inédito intento de irrumpir en suelo mexicano violentamente por parte de varias decenas de migrantes que fueron frenados por la Policía.
Desde ese día, 1.128 migrantes hondureños de la caravana han pedido refugio en México en el paso fronterizo de Ciudad Hidalgo, estado de Chiapas (sureste), sin embargo miles más cruzaron el río Suchiate que separa ambos países para internarse por puntos ciegos.
Esos miles de hondureños se agruparon del lado mexicano y reanudaron la marcha de la caravana, que hoy se encontraba ya a unos 80 kilómetros de la frontera con Guatemala, bajo vigilancia de la Policía Federal.
Navarrete dijo que la cantidad de hondureños que entró irregularmente es indeterminada pero calculan que serían alrededor de 2.300, aunque explicó que el número que va en la caravana se abulta hasta los 5.000 porque se unieron migrantes guatemaltecos y salvadoreños.
El funcionario reiteró el llamado a que los migrantes se presenten ante las autoridades migratorias para que se documente su entrada y reciban atención en los refugios que se habilitaron.
"No estamos generando actos de deportación o repatriación masiva. No lo estamos haciendo, sino estamos tratando realmente de ordenar un flujo migratorio", abundó.
Navarrete consideró que las posibilidades de la caravana de entrar a Estados Unidos son "extraordinariamente remotas" y acusó que grupos de interés se están aprovechando de la vulnerabilidad de esas familias, llevándolas en un periplo de gran riesgo.
"Están siendo presa de intereses específicos que impulsan para presionar posiciones políticas tanto en Centroamérica como en los Estados Unidos (...) Lo único que se ha conseguido es entrar en una situación de alto riesgo y gran vulnerabilidad", planteó.
La caravana salió el 13 de octubre del norte de Honduras con cerca de 1.000 participantes que dijeron que huían de la pobreza y violencia, sin embargo se agrandó conforme atravesó Guatemala y llegó a México en su intención de cruzarlo rumbo a Estados Unidos.
Tras lamentar que México no frene a la caravana, Trump aseguró hoy haber alertado al Ejército estadounidense alegando que se trata de una "emergencia nacional".
