RIO DE JANEIRO, 20 oct (Xinhua) -- La generación de energía solar se ha convertido en uno de los negocios más rentables de Brasil, gracias al sol que cubre buena parte del territorio brasileño durante todo el año, por lo que el país cuenta con las mejores condiciones del mundo para la generación de energía solar.
El aumento de las sequías y la consecuente disminución del nivel de agua de los pantanos, han provocado que el gobierno brasileño encienda cada vez más las centrales termoeléctricas para generar energía, lo que se traduce en un aumento de precios de las facturas para los consumidores.
Debido a ello, y a la demanda para una diversificación de la matriz energética, cada vez hay más consumidores que optan por usar energía solar.
Según la Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltática (Absolar), en 2016 Brasil tenía 2.700 sistemas de energía solar en su territorio; el año pasado se llegó a los 7.000 y, actualmente, son casi 40.000.
Asimismo, Absolar informó que se tiene una previsión de que haya un crecimiento del 300 por ciento este año en el uso de la energía fotovoltáica.
El gobierno brasileño calculó que este mercado generará 100.000 millones de reales (27.000 millones de dólares) hasta el año 2030, después de que en 2017 tuviera un crecimiento del 100 por ciento.
Según datos de los institutos meteorológicos, una ciudad como Río de Janeiro, principal destino turístico de Brasil, recibe anualmente una radiación solar de 1,7 megavatios por metro cuadrado, lo que significa que cada metro cuadrado expuesto al sol recibe la energía solar necesaria para calentar una ducha eléctrica durante una hora por día.
La evolución tecnológica ha permitido que los precios de las placas solares sean cada día más accesibles, por lo que cada vez hay más personas que recurren a este tipo de energía limpia y más barata.
El director de la empresa especializada Solartop, Eloi Naval, explicó a Xinhua que hace cinco años un proyecto de energía solar costaba entre 150.000 y 200.000 reales (entre 40.000 y 54.000 dólares) y actualmente el mismo proyecto cuesta cerca de 30.000 reales (8.100 dólares).
Este auge ha permitido que empresas como Solartop, dedicadas a la instalación de paneles fotovoltáicos y de energía minieólica, comiencen a recibir múltiples pedidos de instalación.
"El mercado está cambiando muy rápido. Además de las residencias particulares, muchas empresas ven en la energía solar una forma de reducir costes. Y en una época de crisis como la que vive Brasil, reducir costes significa tener más beneficio, lo que es muy interesante para cualquier compañía", dijo Naval.
Según los cálculos de Naval, cualquier persona o empresa que tenga una factura de luz de entre 500 y 700 reales (entre 135 y 190 dólares) y que opte por instalarse una placa solar de 30.000 reales, en cuatro años y medio logrará amortiguar la inversión y usarán la energía generada dejando de pagar la factura de la compañía eléctrica.
Otra empresa que ha notado este crecimiento por el uso de la energía solar es Solar Prime, la cual tiene cinco años de existencia, pero ya está presente en casi todo el país con 108 unidades.
Al respecto, el gestor de franquicias de Solar Prime, Sandro Cubas, explicó que para este año la empresa tiene la meta de llegar a los 150 puntos de venta y para el 2019 a los 400.
"Nuestro objetivo inicial era ser una agregadora de energía, para montar sistemas completos en las viviendas o empresas, mediante franquicias. No fue fácil, porque los equipamientos eran caros y pocas personas estaban interesadas en invertir a largo plazo", dijo.
"Los kits solares tienen una garantía de 25 años, funcionando al 80 por ciento de su capacidad inicial. En la práctica, significa que se podrá disfrutar del equipamiento durante 35 o 40 años. Es una inversión muy buena", resaltó Cubas.
