SANTIAGO, 19 oct (Xinhua) -- El gobierno chileno valoró hoy la iniciativa del aeropuerto de Santiago de dejar de entregar bombillas (popotes, pajitas) plásticas en todos sus locales comerciales, con lo que reducirá ocho toneladas de este material al año.
"Que el aeropuerto se sume a nuestra campaña nos permite difundir nuestro mensaje a todos los visitantes que llegan al país, para que cuiden y protejan nuestra naturaleza", señaló a los periodistas la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt.
A la campaña "Chao bombillas" impulsada por el ministerio de Medio Ambiente se plegaron 23 locales de venta de alimentos y bebidas que operan en el aeropuerto Arturo Merino Benítez, lo que corresponde al 96 por ciento del total de negocios de este rubro allí ubicados.
"Servirá también para que los viajeros difundan en sus destinos de origen que la batalla contra la contaminación por plástico depende de las personas, de que cambien sus hábitos e incorporen rutinas más amigables con el medio ambiente, como el rechazar los plásticos de un solo uso, como las bombillas", dijo Schmidt.
En este marco se dejará de ofrecer a los clientes 19 millones de bombillas plásticas al año, cuyo material es uno de los más contaminantes del océano, sostuvo la autoridad.
La sociedad concesionaria Nuevo Pudahuel afirmó que esta determinación se tomó entre otras medidas para reducir la huella de carbono del aeropuerto, como la firma de un contrato con la empresa de energía Engie, para 105 GWh de energías renovables al año, lo que disminuirá 35.700 toneladas anuales de CO2 emitidas al medio ambiente.
La preservación de los ecosistemas y la lucha contra el cambio climático son una de las prioridades de este gobierno, según ha mencionado en diversas oportunidades el presidente chileno, Sebastián Piñera.
En esta línea, se promulgó hace algunos meses la ley que prohíbe la entrega de bolsas plásticas en todo el comercio nacional, convirtiéndose en el primer país de América Latina en adoptar esta medida.
En Chile se utilizan más de 3.400 millones de bolsas de plástico al año, lo que equivale a 200 por persona.
