BEIJING, 19 oct (Xinhua) -- Para aquellos que constantemente describen un escenario en el que las compañías extranjeras se están yendo de China, es hora de enfrentarse a una verdad incómoda.
China fue el mayor receptor de inversión extranjera directa (IED) en la primera mitad de 2018, de acuerdo con la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
Se estima que China atrajo 70.000 millones de dólares de IED, lo que supone un aumento interanual del seis por ciento, en comparación con la caída brusca del 41 por ciento de la IED global.
Otra vez, los hechos han acallado la noción infundada de que China está perdiendo atractivo para los inversionistas extranjeros en medio de las tensiones comerciales y los crecientes costos.
Al contrario de lo difundido regularmente por los detractores, China sigue siendo un gran imán para las compañías extranjeras, que están invirtiendo y reinvirtiendo en el país, en lugar de retirarse.
En los primeros nueve meses, el número de nuevas compañías extranjeras establecidas en China subió un 95,1 por ciento con respecto al año anterior y llegó a 45.922, según mostraron los datos del Ministerio de Comercio.
Durante el período citado, la IED en la parte continental de China creció un 2,9 por ciento interanual medido en renminbi, la moneda china, y un 6,4 por ciento medidos en dólares.
Las empresas extranjeras saben adonde van. Aunque es justo decir que ya ha pasado la era de ganar dinero fácil en China, la actual urbanización, un enorme mercado y una transición hacia el crecimiento de alta calidad están produciendo grandes oportunidades para las compañías competitivas.
Más importante, se está formando un ambiente de negocios que será mejor. China ha facilitado los procedimientos, levantado las restricciones y fortalecido los derechos de propiedad para los inversionistas exteriores.
Este mes, el fabricante automovilístico alemán BMW anunció que elevará su participación en su compañía mixta china BBA del 50 al 75 por ciento, después de que el país asiático revelara planes para eliminar los límites de posesión de empresas mixtas de automóviles.
Es un claro ejemplo que China está cumpliendo su compromiso de ampliar la apertura, lo que tiene muy buena acogida entre las compañías extranjeras.
Con más medidas de reforma y apertura por venir, China resultará un sabio destino de inversión para las firmas exteriores, y una sorpresa para los pesimistas.
