ESPECIAL: La historia de un maestro español de taichí

Spanish.xinhuanet.com   2018-08-13 11:09:56

SHIJIAZHUANG, 13 ago (Xinhua) -- "Mi historia con el taichí es muy, muy larga", afirma José Gago, un español que lleva casi 36 años enseñando esta disciplina china en su ciudad natal.

El 8 de agosto José Gago, director del departamento de Wushu de Galicia, asistió a la XIV reunión internacional de Taijiquan, en el distrito de Yongnian de la provincia septentrional de Hebei.

Yongnian es el lugar donde se originó el famoso taichí de estilo Yang y Wu. Aunque la primera escuela de artes marciales se abrió en 1982 en Ourense, una pequeña ciudad española en la que Gago tiene su gimnasio, él no viajó a China hasta 1994. Desde entonces ha viajado al país asiático más de 20 veces para avanzar en su estudio del taichí.

En 1999 conoció al maestro del estilo Yang Fu Shengyuan en España y comenzó a estudiar sus métodos.

"En comparación con el taichí de 24 formas, que servía de ejercicio en beneficio de la salud pública, el de estilo Yang funciona como autodefensa", explicó Gago a Xinhua.

Para él, el taichí no es solo un deporte. Lo que más le atrae es la filosofía taoísta que tiene como trasfondo. Los principios de "la suavidad, la lentitud, el equilibrio y el arraigo" son elementos de la filosofía taoísta en los que se basa el taichí en su comprensión del movimiento. "El cuerpo humano es un universo en miniatura. La energía fluye en el universo en todas partes, como lo hace en nuestros cuerpos", manifestó Gago.

"El ritmo del taichí no solo encuentra eco en los chinos, sino también en personas de diversas razas y contextos culturales del mundo", destacó.

Este maestro ha entrenado a miles de estudiantes en España y muchos de ellos han ganado premios en varios torneos. "El kárate y el taekwondo son mucho más faciles que las artes marciales chinas", afirmó.

En su mente, el kung-fu chino se compone de prácticas externas e internas que crean más barreras para llegar a un público más amplio. "Cuando enseñan en el extranjero, los instructores chinos deberían ponerse en el lugar de los occidentales", subrayó.

Gago sugirió establecer estándares uniformes y programas introductorios a nivel nacional para los principiantes occidentales. En su escuela de artes marciales estaban inscritos alrededor de 150 estudiantes en 1982, entre los que había desde niños menores de 5 años hasta mayores de 70. En la actualidad tiene el doble de aprendices y hay un incremento notable entre los jóvenes.

"Hay más de 3 millones de personas practicando el taichí en Japón en los últimos tiempos", afirmó Fu Qingquan, sucesor de Fu Shengyuan. El taichí de estilo Yang ha evolucionado en el exterior en respuesta a las necesidades de la gente de diferentes países y regiones.

Fu dijo a Xinhua que el gobierno local en la ciudad natal de Gago acoge una serie de clases comunitarias gratuitas y tiene varios torneos, lo que sirve de puente para los intercambios culturales.

Expertos en artes marciales chinos han salido al extranjero para promocionar el taichí y aficionados occidentales como Gago han ayudado a difundirlo.

Durante su visita a China Gago fue a la tumba del maestro Fu Shengyuan, quien falleció el año pasado. Vestía solemnemente un traje negro y se arrodilló ante la lápida. "El 'shifu' (maestro) me dijo que el taichí es como el océano: equilibrado, armonioso e interminable. Eso es el taichí", concluyó.

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ESPECIAL: La historia de un maestro español de taichí

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SHIJIAZHUANG, 13 ago (Xinhua) -- "Mi historia con el taichí es muy, muy larga", afirma José Gago, un español que lleva casi 36 años enseñando esta disciplina china en su ciudad natal.

El 8 de agosto José Gago, director del departamento de Wushu de Galicia, asistió a la XIV reunión internacional de Taijiquan, en el distrito de Yongnian de la provincia septentrional de Hebei.

Yongnian es el lugar donde se originó el famoso taichí de estilo Yang y Wu. Aunque la primera escuela de artes marciales se abrió en 1982 en Ourense, una pequeña ciudad española en la que Gago tiene su gimnasio, él no viajó a China hasta 1994. Desde entonces ha viajado al país asiático más de 20 veces para avanzar en su estudio del taichí.

En 1999 conoció al maestro del estilo Yang Fu Shengyuan en España y comenzó a estudiar sus métodos.

"En comparación con el taichí de 24 formas, que servía de ejercicio en beneficio de la salud pública, el de estilo Yang funciona como autodefensa", explicó Gago a Xinhua.

Para él, el taichí no es solo un deporte. Lo que más le atrae es la filosofía taoísta que tiene como trasfondo. Los principios de "la suavidad, la lentitud, el equilibrio y el arraigo" son elementos de la filosofía taoísta en los que se basa el taichí en su comprensión del movimiento. "El cuerpo humano es un universo en miniatura. La energía fluye en el universo en todas partes, como lo hace en nuestros cuerpos", manifestó Gago.

"El ritmo del taichí no solo encuentra eco en los chinos, sino también en personas de diversas razas y contextos culturales del mundo", destacó.

Este maestro ha entrenado a miles de estudiantes en España y muchos de ellos han ganado premios en varios torneos. "El kárate y el taekwondo son mucho más faciles que las artes marciales chinas", afirmó.

En su mente, el kung-fu chino se compone de prácticas externas e internas que crean más barreras para llegar a un público más amplio. "Cuando enseñan en el extranjero, los instructores chinos deberían ponerse en el lugar de los occidentales", subrayó.

Gago sugirió establecer estándares uniformes y programas introductorios a nivel nacional para los principiantes occidentales. En su escuela de artes marciales estaban inscritos alrededor de 150 estudiantes en 1982, entre los que había desde niños menores de 5 años hasta mayores de 70. En la actualidad tiene el doble de aprendices y hay un incremento notable entre los jóvenes.

"Hay más de 3 millones de personas practicando el taichí en Japón en los últimos tiempos", afirmó Fu Qingquan, sucesor de Fu Shengyuan. El taichí de estilo Yang ha evolucionado en el exterior en respuesta a las necesidades de la gente de diferentes países y regiones.

Fu dijo a Xinhua que el gobierno local en la ciudad natal de Gago acoge una serie de clases comunitarias gratuitas y tiene varios torneos, lo que sirve de puente para los intercambios culturales.

Expertos en artes marciales chinos han salido al extranjero para promocionar el taichí y aficionados occidentales como Gago han ayudado a difundirlo.

Durante su visita a China Gago fue a la tumba del maestro Fu Shengyuan, quien falleció el año pasado. Vestía solemnemente un traje negro y se arrodilló ante la lápida. "El 'shifu' (maestro) me dijo que el taichí es como el océano: equilibrado, armonioso e interminable. Eso es el taichí", concluyó.

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