RIO DE JANEIRO, 9 ago (Xinhua) -- Los candidatos a las elecciones presidenciales de Brasil del mes de octubre realizaron este jueves el primer debate televisivo con la gran ausencia del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), preso por corrupción pasiva y lavado de dinero y a quien la Justicia no dejó participar en el evento, pese a ser el candidato del Partido de los Trabajadores (PT).
Alvaro Dias (Podemos), Cabo Daciolo (Patriota), Ciro Gomes (PDT), Geraldo Alckmin (PSDB), Guilherme Boulos (PSOL), Henrique Meirelles (MDB), Jair Bolsonaro (PSL) y Marina Silva (Rede) realizaron en la televisión Bandeirantes el primero de los múltiples debates previstos en los próximos tres meses para todos ellos.
Aunque hay trece candidatos a las elecciones, apenas participaron todos los que tienen coaligaciones electorales con un mínimo de cinco parlamentarios federales.
Geraldo Alckmin, exgobernador del estado de Sao Paulo, y el militar retirado Jair Bolsonaro fueron los que tuvieron más protagonismo esta noche.
Alckmin defendió la reforma laboral impulsada por el gobierno de Michel Temer , en un claro gesto para ganarse la simpatía de los empresarios, y también intentó agradar a los electores citando la fin del impuesto sindical, que antes era descontado obligatoriamente del sueldo de los trabajadores.
El candidato del exgobernante Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) prometió reducir y simplificar impuestos, y a reducir el tamaño del Estado.
Fiel a su estilo duro, Bolsonaro aseguró que si gana las elecciones permitirá que la población lleve armas como forma para combatir la alta tasa de violencia que hay en Brasil. El candidato de la extrema derecha fue el más cuestionado por sus rivales, principalmente por polémicas declaraciones realizadas como la de que las mujeres deberían ganar menos que los hombres.
Bolsonaro aseguró que las mujeres deben ser valorizadas, pero que el Estado no debe interferir en los asuntos del sector privado.
El senador Alvaro Dias afirmó que en caso de ganar, invitará al juez federal Sergio Moro, responsable en primera instancia del caso Petrobras, para ser el ministro de Justicia.
El laborista Ciro Gomes criticó duramente las reformas impulsadas por la administración Temer y se mostró en contra de la polémica reforma del sistema de pensiones, que no fue aprobada al no gozar del apoyo necesario en el Congreso y dijo que "no puede alterar los derechos adquiridos por la población", uno de los principales argumentos de los funcionarios públicos para posicionarse en contra.
Por su parte, Henrique Meirelles, ministro de Hacienda del gobierno Temer, resaltó los dos millones de puestos de trabajo creados bajo su gestión y las políticas que lograron sacar al país de la grave crisis económica vivida entre 2015 y 2016.
El gran ausente de la noche fue el expresidente Lula da Silva, quien lidera todos los sondeos de intención de voto pero cuya participación en los comicios dependerá de que sea indultado por una de las instancias superiores.
Lula cumple una pena de doce años y un mes de prisión que recibió en el marco del caso Petrobras.
Las elecciones brasileñas están previstas para el 7 de octubre.
