Por Noemí Galbán
LA HABANA, 29 jun (Xinhua) -- El gran mérito del Partido Comunista de China (PCCh) en sus casi 100 años de historia ha sido tener la claridad para rectificar oportunamente los errores cometidos y reinventarse cuando ha sido preciso, aseguró el analista político cubano José Luis Robaina.
En entrevista concedida a Xinhua con motivo del 97º aniversario de la fundación del PCCh, que se celebra el 1 de julio, el experto elogió su capacidad de "renacer" y demostrar "gran fuerza de recuperación". En la actualidad, el PCCh cuenta con más de 89 millones de militantes.
"Cuando asume la dirección del PCCh, Xi Jinping vuelve a reinventar hasta cierto punto el PCCh y comienza la lucha contra fenómenos negativos que se habían acumulado, especialmente la corrupción en todos los niveles. Además se dedicó al fortalecimiento del liderazgo del PCCh en su rol dirigente", precisó.
Según el académico del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), adscrito a la Cancillería cubana, la firmeza y agudeza estratégica con la que Xi ha conducido el país desde noviembre de 2012, cuando fue elegido secretario general del Comité Central del PCCh y unos meses más tarde presidente de China, le han garantizado el prestigio interno.
Esto, continuó, se une a los logros económicos y sociales con el proceso de reorganización estructural del país que acometió, sin cambiar las líneas básicas del socialismo con características chinas y aprovechando las múltiples posibilidades que tiene una nación con las dimensiones y la historia de China.
"Xi también está planteando nuevas reglas de gobernanza mundial, una nueva forma de globalización incluyente, una relación de respeto, un mundo sin guerras, más estable, mejor llevado, en el que se resuelven las contradicciones por la vía del diálogo", indicó el investigador, especializado en Asia.
Estos principios se corresponden con la política de coexistencia pacífica propuesta por China en la década del 50, evocó Robaina, la cual ha sido a su juicio rescatada y readaptada por Xi a las condiciones que vive el mundo y especialmente la nación asiática.
Según el exdiplomático cubano, esta etapa "está demostrando ser sumamente positiva (...) Hoy China es la segunda potencia, primer socio comercial de muchos países, tiene gran capacidad exportadora y el nivel tecnológico que alcanzan sus empresas es impresionante. Todo esto lo ha dirigido el PCCh".
Robaina también apuntó que aunque los problemas de la corrupción, reorganización del partido, gobernanza mundial y otros como el medio ambiente, la lucha por erradicar la pobreza y el desarrollo desigual de las zonas urbanas y rurales, no van a tener una solución inmediata, "crean un nuevo ambiente".
"En China hay un dicho: 'Si no hay PCCh, no hay nueva China'. Eso es un hecho históricamente establecido, lo que hay es que tener capacidad de liderazgo para asumir las deficiencias y los errores y reinventarse cuando haga falta, corregir y relegitimarse e inspirar a las masas", opinó el analista.
Explicó que "aquí se han ido observando, analizando, las experiencias de China y de otros países para tratar de ver lo que a Cuba le conviene y le puede ser útil. De China se pueden asumir muchas cosas, especialmente que hay que ajustar el desarrollo a las propias realidades del país y no copiar".
Robaina elogió la claridad de Mao Zedong y de otros dirigentes chinos, cuyas enseñanzas y pensamientos el presidente Xi Jinping les ha dado "continuidad" y "coherencia" para desarrollar un modelo socialista genuino ajustado a la realidad del país en cada etapa.
Otro de los "grandes aportes" de Xi, concluyó, ha sido darle mayor énfasis a los principios de la "gobernanza multilateral internacional en la nueva condición de China como potencia", lo que implica responsabilidades en la actualidad "la voz de China en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no es la misma, tiene un mayor peso".
