Por Noemí Galbán
VARADERO, Cuba, 15 jun (Xinhua) -- El sector de las telecomunicaciones es uno de los motores que impulsan las economías de los países de América Latina y está llamado a convertirse en el principal dinamizador de los procesos productivos en la región, consideraron en Cuba expertos en la materia.
Más de 350 representantes de 38 países coincidieron en este principio en el marco del VI Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones realizado del 11 al 15 de junio en el balneario cubano de Varadero, a 170 kilómetros al oriente de La Habana.
Los participantes en el encuentro coincidieron en que la industria de las tecnologías de la información y la comunicación es una de las más pujantes a nivel global.
Actualmente, el 56 por ciento de los latinoamericanos usa internet y hay banda ancha en el 45 por ciento de los hogares, con una cobertura que supera el 81 por ciento, de acuerdo con el presidente del comité organizador del encuentro, Pablo Bello.
Los servicios de voz, a su vez, alcanzan al 95 por ciento de la población, según el directivo.
"No hay desafío de política económica más importante que el aumento de la productividad como motor del crecimiento. Y nosotros, la industria de las telecomunicaciones, somos un aliado estratégico para el progreso de América Latina", afirmó Bello.
Esta industria es responsable de incorporar los avances del sector a los procesos productivos de las restantes ramas de la economía para hacerlos más eficientes, más aún si se considera que Latinoamérica es donde menos ha aumentado la productividad en los últimos años.
Urge entonces corregir esta situación y las telecomunicaciones juegan un papel fundamental en el proceso de transformación tecnológica e innovación, que requieren los países de la región para avanzar hacia el desarrollo.
"Hemos invertido 290.000 millones de dólares en los últimos 12 años y el ecosistema digital ya representa el 5 por ciento del producto interno bruto de América Latina", indicó Bello.
"La nuestra es la infraestructura más robusta y extendida de la región, con grandes avances en velocidad de internet y una reducción evidente en los precios reales", señaló.
A su juicio, esta condición permite avanzar hacia la conformación de una agenda compartida que privilegie la sociedad de la información, donde la interconexión de las personas cree valor y desarrolle capacidades para enfrentar desafíos comunes.
Bello llamó en ese sentido a incentivar la inversión en redes de conectividad a partir de políticas de Estado que trasciendan gobiernos y sean acordes a la era de convergencia que se vive hoy en día.
"En los próximos 10 años, debemos ser capaces de cerrar las brechas digitales que existen en nuestros países", consideró.
"Necesitamos una infraestructura de conectividad de clase mundial, a la altura de las necesidades presentes y futuras de la transformación económica que vivimos", expuso.
América Latina precisa además redes para dar servicio a más usuarios y soportar el crecimiento exponencial del tránsito de datos, que sean a su vez "más robustas, de alta velocidad, flexibles, de baja latencia y basadas en soluciones tecnológicas diversas", dijo.
De acuerdo con Bello, se trata de una infraestructura clave para el desarrollo, por lo que debe ser materia de la más alta consideración política, tanto de funcionarios, directivos, empresarios y especialistas, muchos de ellos presentes en la cita en Cuba, sede por primera vez.
Por su parte, el ministro de Comunicaciones de Cuba, Maimir Mesa, expresó un enfoque similar que comparte el gobierno cubano.
El funcionario recordó que el año pasado, el Parlamento de Cuba aprobó las bases del plan nacional de desarrollo económico y social hasta el 2030.
El documento, denominado "Propuesta de visión de la nación, ejes y sectores económicos estratégicos", contempla que las telecomunicaciones y las tecnologías de la información y la comunicación son claves para la transformación productiva del país.
De ahí la importancia de emprender inversiones en tecnologías de avanzada a nivel internacional de acuerdo a las posibilidades reales existentes.
Se trata de incrementar sustancialmente el acceso y la conectividad en aras de desarrollar el proceso de informatización de la sociedad mediante políticas integrales.
"El acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, y a internet, debe favorecer que las personas, las organizaciones y las comunidades puedan desplegar su pleno potencial, promover su desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida", afirmó Mesa.
El ministro cubano expresó también que existe la voluntad del Partido Comunista de Cuba y del gobierno cubano de potenciar el sector, con vistas a acelerar el desarrollo económico, social y cultural de la sociedad.
Por esta razón, las inversiones en infraestructura tecnológica se han incrementado en los últimos años y se continúa trabajando por elevar los niveles de acceso a la red y al uso por parte de la ciudadanía de los servicios asociados a estas tecnologías.
Mesa ofreció también algunos datos significativos respecto a Cuba, por ejemplo, que alrededor de 4,5 millones de cubanos se conectan a internet a través de las más de 1.600 áreas públicas habilitadas en la isla.
Del total de internautas, 1,6 millones disponen de cuentas permanentes para la navegación mediante el servicio de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, encargada de llevar internet a los hogares y extenderlo en el corto plazo a los teléfonos móviles.
El funcionario recordó que a pesar de los progresos alcanzados en la última década, el bloqueo impuesto a Cuba por Estados Unidos desde hace casi 60 años ha sido un freno.
"Debe atenderse la insuficiencia de infraestructura y capacidad de los países más pobres para enfrentar retos futuros", expresó el ministro cubano.
"Debemos aunar esfuerzos para reducir la brecha digital existente entre países desarrollados y en desarrollo en materia de conectividad, innovación y acceso a las tecnologías de la información y la comunicación", apuntó.
En tanto, el director de la oficina regional para las Américas de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, Bruno Ramos, dijo en tal sentido que el VI Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones se presentó como una plataforma para buscar respuestas.
Así como trabajar en conjunto en la elaboración de proyectos concretos encargados de implementar las metas del sector para el periodo 2018-2021, acordadas en el encuentro previo en Argentina en 2017 y en los objetivos de Desarrollo Sostenible de 2030, consideró.
"No estamos acá como la solución de todos los problemas de la humanidad, pero nuestro sector sí puede apoyar mucho y compartir sus logros con todos los demás", aseveró Ramos.
"Nuestro trabajo va a ser llevar con proyectos prácticos soluciones que puedan traer resultados concretos", expresó.
