MADRID, 26 may (Xinhua) -- Los Presupuestos Generales del Estado de 2018 que aprobó el Congreso de los Diputados el pasado miércoles apuntalarán el crecimiento del empleo y la bajada del desempleo en España, según afirma el economista jefe de BBVA Research para la Península Ibérica, Miguel Cardoso, en entrevista con Xinhua.
"Todas estas medidas van a dar como resultado un aumento en la demanda interna y, por tanto, apuntalarán el crecimiento del empleo y la reducción de paro. Es correcto decir que son positivos a corto plazo", explica Cardoso.
El desempleo, uno de los mayores problemas para la sociedad española desde que la crisis global estalló en 2008, destruye millones de empleos, y se sitúa actualmente en el 16,7 por ciento, como afirma la encuesta de población activa del primer trimestre del año publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Cardoso también señala que a priori los salarios aumentarán, fieles a la tendencia de los últimos meses, por lo que sustentarán el alza de la demanda interna junto al aumento retroactivo de las pensiones que se aplicará el próximo 1 de julio.
Cabe recordar que el Gobierno tuvo que modificar su propuesta inicial de subir las pensiones únicamente un 0,25 por ciento hasta que la Seguridad Social deje de ser deficitaria, en tanto que ahora crecerán a la misma medida que lo haga el IPC, para poder aprobar las cuentas públicas.
Sin embargo, Cardoso destaca que los nuevos presupuestos incrementan la vulnerabilidad del país a medio y largo plazo.
"Ralentizan la reducción del déficit fiscal y la deuda pública. Con la subida de la deuda se creará un efecto de bola de nieve que hará que haya menos margen para cumplir las obligaciones fiscales y, por tanto, España sea más vulnerable", afirma.
Josep Piqué, presidente del Comité de Economía y Presupuestos del Círculo de Empresarios de España y ex ministro del presidente José María Aznar, convino la tesis de Cardoso.
"A la hora de abordar el reto demográfico, marcado por el crecimiento de la longevidad y una reducida tasa de natalidad, preocupa la incapacidad para alcanzar un Pacto de Estado que garantice el futuro de las pensiones a partir de 2030, y asegure la cohesión y la equidad intergeneracional", comenta.
Piqué está de acuerdo en que los presupuestos de este año, que ascienden a 354.224 millones de euros de gasto contemplado, son expansivos, pero advierte de que se presentan nuevamente con retraso y con ausencia de impulso reformista derivada de un Gobierno en minoría y de la inestabilidad política, más allá de la dificultad de formar gobierno en Cataluña.
"No se apoyan en una previsión de ingresos realista, lo que condicionará el cumplimiento del objetivo de déficit y de reducción de la deuda pública. De nuevo, se pierde la oportunidad de realizar una reforma fiscal que garantice una mayor eficiencia y estabilidad de los ingresos, que mejore la posición competitiva, la productividad y la resiliencia de la economía española en el futuro", dice el presidente del Comité de Economía y Presupuestos del Círculo de Empresarios de España.
Cardoso, por su parte, incide en el cortoplacismo que el Ejecutivo ha depositado en estas cuentas públicas ya que permite gastos elevados para las comunidades autónomas que caracterizan la organización territorial de España.
Son muy optimistas en términos de gasto, dice Cardoso, que recuerda que la proximidad de las elecciones autonómicas que se celebrarán el año que viene pueden dar lugar en desviaciones presupuestarias que sustituyan el impacto de políticas reales.
"Reflejan una decisión política. Se incrementa la probabilidad de que no se cumplan con las metas establecidas. Ya pasó algo similar en 2015, cuando vimos que en general las comunidades autónomas no cumplieron regla de gasto", comenta el economista jefe de BBVA Research para España y Portugal.
Piqué concuerda en que los presupuestos de 2018 son un reflejo de la consolidación de la recuperación de la economía española, "pero sin visión de largo plazo y marcados por el calendario electoral".
Sin embargo, las cuentas públicas también incluyen factores positivos, como el gasto en inversión, resalta Cardoso. "Fue uno de los factores en los que más se apoyó la reducción de déficit. Los activos públicos se estaban deteriorando y la inversión supuso una mejora en la competitividad de la economía española", observa.
Piqué opina de forma similar: "Se pierde la oportunidad de rediseñar el sistema fiscal español para mejorar su efectividad. Pero lograr unos ingresos más estables en torno al 40 por ciento del PIB en 2020, junto a una mayor eficiencia del gasto público, permitiría generar un superávit primario continuado y reducir el elevado nivel de deuda pública".
La inversión, de hecho, favorecerá a uno de los sectores que tradicionalmente ha sido motor de la economía española, como la construcción.
"Va a ser uno de los claros beneficiados. Esperamos que esto intensifique la creación de empleo para compensar en parte esa pequeña desaceleración del sector turístico", opina Cardoso.
Todo los ámbitos que rodean a la construcción, como las manufacturas, también crecerán, explica.
Piqué, por su parte, juzga positivas las medidas adoptadas en educación, apoyo a las familias, infraestructuras, justicia, investigación, desarrollo e innovación, y fomento del empleo, pero piensa que su mayor dotación debe ir acompañada de "una mejora de la eficiencia y una mayor rendición de cuentas, lo que requiere con urgencia la puesta en marcha de reformas".
Al presidente del Comité de Economía y Presupuestos del Círculo de Empresarios de España le preocupa también la "falta de acuerdos que prioricen la transición energética, la Agenda Digital, la estabilidad regulatoria y unidad de mercado, y la creación y el crecimiento del tamaño medio de las empresas".
Sin embargo, Cardoso resalta que apuestan por sostener el crecimiento del PIB de España entre el 2,5 y el 3 por ciento, aunque advierte de los riesgos que pueden entrañar las nuevas cuentas públicas para el déficit público.
La Comisión Europea dio el visto bueno a los nuevos presupuestos y al ver la posibilidad de que en este ejercicio el déficit sea mayor de lo exigido reprochó ligeramente a Mariano Rajoy las nuevas medidas expansionistas y, sobre todo, haber relajado el ritmo de ahorro de los últimos años.
"España debe ser cuidadosa", concluyó Cardoso.
