ZHENGZHOU, 21 may (Xinhua) -- En menos de cinco meses, los futuros de manzana de China han estimulado un "boom especulativo" entre los inversores, con la mayor facturación diaria alcanzando los 616.300 millones de yuanes (96.650 millones de dólares).
Chang Qichao es un comerciante de manzanas de la ciudad de Lingbao, en la provincia central de Henan, y últimamente ha estado muy pendiente de los cambios en el precio de los futuros de esta fruta.
A la expectativa de una disminución en la producción, el precio de los futuros no ha parado de subir desde abril. El aumento repentino ha atraído a un gran número de oportunistas al mercado.
El miércoles pasado marcó la jornada más activa para el comercio de futuros de manzana, con un volumen comercial diario que superó la producción anual de la fruta en el país.
China, como el mayor productor y consumidor de manzana en el mundo, lanzó los primeros contratos de futuros de este producto en la Bolsa de Mercancías de Zhengzhou, en Henan, en diciembre de 2017, para ayudar a los productores a protegerse contra los riesgos generados por las fluctuaciones de precios.
Para contrarrestar el auge especulativo, la Bolsa de Mercancías de Zhengzhou ha introducido medidas de prevención y control de riesgos. Esto permitió que el mercado se estabilizara después de que el jueves y el viernes la facturación diaria cayera más del 3 por ciento.
Chang dijo que cada vez está más interesado en el producto debido a estas circunstancias, y que se postulará para convertir su negocio en un almacén de entrega de futuros de manzana.
La producción de manzana de China ha aumentado en la última década. En 2016 tenía 2 millones de hectáreas de manzanos con una producción de 43,88 millones de toneladas, lo que representa el 57 por ciento del suministro mundial.
El cultivo de manzana es una parte importante de la campaña de lucha contra la pobreza de China, ya que muchas de las áreas pobres del país tienen en ella una importante fuente de ingresos.
China ha insistido en el papel que desempeñan los servicios financieros en la economía real, y ha emitido contratos de futuros para productos básicos, incluidos el azúcar blanco, la harina de soja y el hilo de algodón.
