BEIJING, 13 abr (Xinhua) -- El renovado compromiso del presidente chino, Xi Jinping, de expandir la reforma y apertura durante su visita a la provincia de Hainan, en el sur de China, ha inyectado vitalidad a la globalización económica cuando el mundo está preocupado por las graves incertidumbres sobre el creciente proteccionismo.
Xi asistió a la Conferencia Anual del Foro de Boao para Asia, inspeccionó el desarrollo de la provincia de Hainan y pronunció un discurso en una reunión para conmemorar el 30° aniversario de la fundación de la provincia de Hainan y de la Zona Económica Especial de Hainan esta semana.
Las nuevas acciones que Xi anunció, que van desde la ampliación del acceso al mercado hasta el desarrollo de Hainan como un puerto de libre comercio, han asegurado al mundo que China acelerará su reforma y apertura, que fue iniciada por Deng Xiaoping en 1978 y ha desencadenado una productividad significativa en China.
El éxito de China en las últimas cuatro décadas, que incluye un crecimiento promedio de 9,5 por ciento anual, el mejoramiento de la infraestructura y la tecnología claves, así como su estabilidad de largo plazo, no sólo ha cambiado sus relaciones con el mundo, sino que también ha proporcionado un paradigma para que otras naciones logren la apertura y la prosperidad.
La experiencia ha mostrado que la globalización económica, una secuencia natural del pregreso de productividad y tecnológico, puede impulsar el desarrollo económico mundial, promover el flujo de mercancías y de capital, y ayudar a proteger los intereses comunes de todos los países.
El desarrollo de Hainan puede servir de ejemplo. La puesta en marcha de la reforma y apertura ha incrementado el producto interno bruto (PIB) de Hainan de 5.700 millones de yuanes (alrededor de 908 millones de dólares) en 1987 a 446.300 millones de yuanes el año pasado. Su PIB per cápita se multiplicó 14 veces para llegar a 7.179 dólares.
La isla de Hainan, que alguna vez fue un lugar atrasado de pescadores y campesinos pobres, ahora es un vívido ejemplo del compromiso de China con el futuro y una fuerte evidencia de que la apertura genera progreso.
La reforma y apertura es una opción estratégica clave que decide el destino de China y se ajusta a la tendencia global hacia el desarrollo, la cooperación y la paz. China no cerrará su puerta al mundo. El país sólo se abrirá cada vez más.
Las medidas específicas y alcanzables dadas a conocer durante el viaje de Xi a Hainan ofrecen una base tangible para que el mundo crea que China tiene toda la intención de volver realidad lo antes posible la totalidad de las principales iniciativas de la apertura.
Por ejemplo, China disminuirá las restricciones al capital extranjero en las industrias de autos, de embarcaciones y aviones. El país también reducirá este año de manera significativa los aranceles a la importación de vehículos y buscará un progreso más acelerado para adherirse al Acuerdo sobre Contratación Pública de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
China también da la bienvenida a los inversionistas internacionales para que inviertan y se desarrollen en Hainan y participen en la construcción de un puerto de libre comercio allí. Personal técnico extranjero y aquellos con habilidades profesionales tendrán permitido trabajar y solicitar permisos de residencia permanente en Hainan.
Todas estas medidas han mostrado la sinceridad de China de que los resultados de los esfuerzos de la apertura rendirán beneficios lo más pronto posible para todas las empresas y la gente en China y alrededor del mundo.
El progreso podría no ser tan fluido como desearía la gente porque los cambios de políticas en las principales economías y sus efectos secundarios están creando incertidumbre y el proteccionismo está aumentando.
Sin embargo, China se mantendrá firme ante las dificultades y los desafíos.
El país se acercará a cualquiera que desee perseguir una relación económica de ganar-ganar. El tiempo demostrará que es una causa justa que vale la pena el esfuerzo máximo, tanto para China como para el mundo.