BEIJING, 6 (Xinhua) -- China se ha fijado un objetivo de crecimiento de en torno al 6,5 por ciento para este año, la misma tasa de 2017, según el informe sobre la labor del gobierno publicado el lunes.
"Dados las bases de la economía de China y su capacidad para la creación de empleo, un crecimiento del PIB de alrededor del 6,5 por ciento permitirá al país conseguir un relativo pleno empleo", dijo el primer ministro, Li Keqiang, durante su discurso de apertura de la primera sesión de la XIII Asamblea Popular Nacional (APN), el legislativo chino.
UN OBJETIVO ALCANZABLE
El año pasado se fijó la misma meta de crecimiento del PIB, que fue superado y llegó hasta el 6,9 por ciento en lo que fue la primera aceleración respecto al ejercicio inmediatamente anterior en siete años.
La expansión económica prevista para este año debería poder alcanzarse sin excesiva dificultad, según observadores económicos chinos.
El Fondo Monetario Internacional elevó en enero su pronóstico de crecimiento del PIB chino del 6,5 al 6,6 por ciento ante las perspectivas favorables para la recuperación global. Bancos de inversión internacionales como UBS, JP Morgan y Nomura también revisaron al alza su previsión para China, que consideraron que puede llegar al 6,7 por ciento.
El crecimiento económico futuro de China no está libre de cortapisas. El reciente incremento de las fricciones comerciales con Estados Unidos es considerado de forma generalizada como un gran obstáculo para la demanda externa del país, pero es posible que su influencia se haya exagerado.
Los aranceles y restricciones selectivos pueden afectar a los sectores afectados, pero el impacto macro sobre las exportaciones de China o el crecimiento del PIB será muy escaso, pues la recuperación global, mayor de lo anticipado, ayudará a impulsar el crecimiento de las exportaciones por encima de los pronósticos previos, compensando de sobra el posible impacto negativo de las fricciones económicas, según el jefe de economistas para China de UBS, Wang Tao.
Pese al posible descenso este año de la inversión en infraestructuras y bienes raíces, el crecimiento del consumo debería resistir gracias al sólido aumento de los ingresos, que se apoya en la saludable actividad de los sectores de las exportaciones y los servicios, añade Wang.
El récord de gasto de los chinos en viajes y cine durante la semana de vacaciones por el Año Nuevo Chino invita a pensar que este será un buen ejercicio para el consumo, durante el que los chinos, cada vez más acomodados, estarán dispuestos a pagar por productos de mayor calidad y por experiencias singulares.
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), el planificador económico de China, prevé un alza del 10 por ciento este año en las ventas al por menor de bienes de consumo, así como una importancia mayor del sector servicios, cuyo valor añadido podría llegar a suponer el 52,2 por ciento del PIB
UN CRECIMIENTO DIFERENTE
Aunque el objetivo de crecimiento sea el mismo, el camino para llegar a él puede ser distinto, ya que China da ahora prioridad a la calidad de la expansión más que a su ritmo.
La tasa de crecimiento prevista refleja la postura de China de no poner excesivo énfasis en la velocidad sino en ahondar en la mejora de la calidad y los efectos del desarrollo, según otro informe de la CNDR.
"Promoveremos con firmeza el desarrollo de alta calidad", aseveró el primer ministro.
Tanto el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) como la Conferencia Central de Trabajo Económico restaron importancia a la necesidad de crecer a toda marcha.
La segunda economía del mundo se ha adentrado en una nueva era en la que se prepara para construir una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos, más allá de cifras económicas espectaculares.
Los gobiernos locales también están adoptando una postura más práctica respecto de los objetivos de crecimiento. Quince de los gobiernos provinciales redujeron la meta de incremento y otros tantos la mantuvieron sin cambios, por solo uno que la elevó.
Restar la importancia del PIB como único indicador del rendimiento permite a los gobiernos locales fijarse más en otros barómetros que evalúan la calidad de aquel, como los ingresos de los habitantes o el desarrollo de la asistencia sanitaria, la educación y el medio ambiente, según Liu Shijin, asesor político nacional y ex alto funcionario de un centro de estudios estatal.
China tiene ventajas combinadas, dijo el primer ministro Li, citando como ejemplos el completo sistema industrial, el vasto mercado, los abundantes recursos humanos y el dinamismo de emprendedores e innovadores.
"Todo ello quiere decir que tenemos la capacidad y las condiciones para conseguir un crecimiento de mayor calidad, más eficiente, equitativo y sostenible", defendió.
ESTABILIZADOR GLOBAL NUEVAMENTE
El objetivo de crecimiento del PIB de "en torno al 6,5 por ciento" será, de lograrse, uno de los mayores del mundo. China ha dicho adiós a la expansión vertiginosa, pero con su crecimiento de mayor calidad y mediante una mayor apertura de su mercado seguirá desempeñando un papel de estabilizador de la economía global.
China repartirá por todo el mundo nuevos dividendos de su crecimiento, y aplicará una serie de políticas de apertura que coinciden con el 40º aniversario del impulso reformista y aperturista del país, que lo ha convertido en lo que es hoy día.
"Tomar medidas de apertura más audaces traerá nuevas oportunidad para el resto del mundo, pues el mercado chino es grande y sigue generando demanda", augura Wang Ruijun, diputado de la APN de la provincia meridional de Guangdong, el ariete de la reforma y apertura del país.
La nación abrirá de par en par a los inversores extranjeros este año el sector de la manufactura general. Al mismo tiempo, se ampliará el acceso foráneo a sectores como las telecomunicaciones, los servicios médicos, la educación, el cuidado de mayores o los vehículos de nueva energía, según Li.
La población de ingresos medios, un grupo creciente en China del que ya forman parte 400 millones de personas con cada vez más afición por productos extranjeros, constituye un enorme mercado de consumo para las empresas foráneas.
Para estimular las importaciones, China albergará este año la primera Exposición Internacional de las Importaciones de China y reducirá los aranceles a productos como los automóviles y varios artículos de consumo habitual.
"Abriremos más nuestro mercado para promover la mejora industrial y el desarrollo equilibrado del comercio, y para dotar a los consumidores chinos de una más amplia gama de opciones", añadió Li.