COMENTARIO: Gira de Tillerson por América Latina pasa de la duda a la discordia

Spanish.xinhuanet.com   2018-02-10 02:00:07

MEXICO, 9 feb (Xinhua) -- Ahora que el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, ha vuelto a Washington, su gira reciente por cinco países de América Latina ha dejado muchos temas de qué hablar.

Tillerson, quien empezó su visita con golpes velados a China y Venezuela, promocionó la controvertida Doctrina Monroe de 200 años de antigüedad.

Antes de partir, Tillerson adquirió un tono de confrontación el 1 de febrero, cuando dijo que "China está asegurando una posición en América Latina. Está usando el liderazgo económico para empujar a la región a su órbita".

Poco después, en México, Tillerson agregó que "Estados Unidos usará todos sus instrumentos políticos, diplomáticos y económicos para enfrentar la situación en Venezuela".

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba advirtió sobre "la gravedad del mensaje de arrogancia y menosprecio con el cual el secretario de Estado estadounidense empezó una gira a varios países de América Latina y del Caribe".

Además, arremetió contra Tillerson por hacer "declaraciones intervencionistas alarmantes que instigan abiertamente al derrocamiento, a través de cualquier medio, del gobierno legítimo de Venezuela".

"Sus declaraciones se ajustan claramente a los esquemas de cambio de régimen que han cobrado las vidas de millones de víctimas inocentes en diversas partes del mundo y promovido violencia, guerra, crisis humanitarias e inestabilidad", indicó el ministerio.

Tillerson también declaró que "en la historia de Venezuela y de los países sudamericanos, es frecuente que el ejército sea el agente de cambio cuando las cosas son tan malas y el liderazgo ya no puede servir al pueblo".

Esto generó un rápido desmentido del ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino.

"Los miembros de las fuerzas armadas rechazan tajantemente esas declaraciones deplorables que constituyen un acto vil de intromisión... Cuando se invita a las fuerzas armadas a derrocar al gobierno, se está mostrando una falta de respeto", afirmó el general.

"Muchos países en el mundo han sufrido la larga historia de operaciones encubiertas y clandestinas, guerra de propaganda, bloqueos económicos e intervenciones militares directas por parte del gobierno de Estados Unidos de América", declaró Padrino.

Incluso en Perú, donde se podría haber esperado una respuesta bastante más amistosa, Tillerson halló una medida de rechazo diplomático a sus comentarios.

El ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Eduardo Ferreyros, dijo que las dudas de Tillerson acerca de China son desviadas.

"China es un buen socio comercial", dijo Ferreyros. "Estamos felices con los resultados del acuerdo comercial".

En respuesta a los comentarios de Tillerson acerca del "imperialismo" y las prácticas comerciales, Ferreyros dijo: "Aprecio el consejo, sin importar de dónde venga. Pero somos cuidadosos con todas nuestras relaciones comerciales".

Aunque Tillerson no fue tan despectivo respeto a los aliados estadounidenses tradicionales, también encontró escepticismo entre ellos. El sentimiento en la isla caribeña de Jamaica fue de cauto optimismo pero no hubo ningún deseo de ser aleccionados.

El ex primer ministro de Jamaica P. J. Patterson dijo que Estados Unidos no debe esperar una lealtad inquebrantable de Jamaica y que la isla es más fuerte cuando se mantiene firme.

"Nosotros (Jamaica) nunca hemos obtenido ningún beneficio sustancial o duradero del servilismo o la sumisión. Hemos ganado cuando Jamaica se ha unido para la búsqueda de una causa común ofreciendo liderazgo en los niveles político, diplomático y técnico de la Comunidad del Caribe, la Organización de los Estados Americanos, la ONU, el Movimiento de los Países de los No Alineado y la Commonwealth", dijo Patterson en un discurso público.

En México, la primera escala de su viaje, Tillerson tuvo una audiencia atenta al tranquilizar al país respecto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la inmigración, aunque siguió defendiendo la política del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Luis Videgaray, dijo que "el liderazgo del secretario Tillerson ha sido fundamental para lograr esto, para acercar más a los países".

Finalmente, quizá fue sólo en Colombia, vecina de Venezuela y que recibe muchos miles de inmigrantes de ese país, donde Tillerson encontró el apoyo que había estado esperando.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se alineó con Tillerson respecto a las elecciones presidenciales venezolanas, programadas para abril próximo.

"Ahora tenemos la convocatoria para las elecciones presidenciales, elecciones que, desde nuestro punto de vista, no son válidas" porque no ofrecen garantías, dijo Santos.

Aunque esto mostró cierta conciliación, el viaje de Tillerson demostró que aunque Estados Unidos puede hallar puntos de confluencia con algunos países latinoamericanos, el juego ha cambiado. La región está mucho más dispuesta a defenderse que antes, incluso de su hermano mayor en Washington. Fin

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COMENTARIO: Gira de Tillerson por América Latina pasa de la duda a la discordia

Spanish.xinhuanet.com 2018-02-10 02:00:07

MEXICO, 9 feb (Xinhua) -- Ahora que el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, ha vuelto a Washington, su gira reciente por cinco países de América Latina ha dejado muchos temas de qué hablar.

Tillerson, quien empezó su visita con golpes velados a China y Venezuela, promocionó la controvertida Doctrina Monroe de 200 años de antigüedad.

Antes de partir, Tillerson adquirió un tono de confrontación el 1 de febrero, cuando dijo que "China está asegurando una posición en América Latina. Está usando el liderazgo económico para empujar a la región a su órbita".

Poco después, en México, Tillerson agregó que "Estados Unidos usará todos sus instrumentos políticos, diplomáticos y económicos para enfrentar la situación en Venezuela".

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba advirtió sobre "la gravedad del mensaje de arrogancia y menosprecio con el cual el secretario de Estado estadounidense empezó una gira a varios países de América Latina y del Caribe".

Además, arremetió contra Tillerson por hacer "declaraciones intervencionistas alarmantes que instigan abiertamente al derrocamiento, a través de cualquier medio, del gobierno legítimo de Venezuela".

"Sus declaraciones se ajustan claramente a los esquemas de cambio de régimen que han cobrado las vidas de millones de víctimas inocentes en diversas partes del mundo y promovido violencia, guerra, crisis humanitarias e inestabilidad", indicó el ministerio.

Tillerson también declaró que "en la historia de Venezuela y de los países sudamericanos, es frecuente que el ejército sea el agente de cambio cuando las cosas son tan malas y el liderazgo ya no puede servir al pueblo".

Esto generó un rápido desmentido del ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino.

"Los miembros de las fuerzas armadas rechazan tajantemente esas declaraciones deplorables que constituyen un acto vil de intromisión... Cuando se invita a las fuerzas armadas a derrocar al gobierno, se está mostrando una falta de respeto", afirmó el general.

"Muchos países en el mundo han sufrido la larga historia de operaciones encubiertas y clandestinas, guerra de propaganda, bloqueos económicos e intervenciones militares directas por parte del gobierno de Estados Unidos de América", declaró Padrino.

Incluso en Perú, donde se podría haber esperado una respuesta bastante más amistosa, Tillerson halló una medida de rechazo diplomático a sus comentarios.

El ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Eduardo Ferreyros, dijo que las dudas de Tillerson acerca de China son desviadas.

"China es un buen socio comercial", dijo Ferreyros. "Estamos felices con los resultados del acuerdo comercial".

En respuesta a los comentarios de Tillerson acerca del "imperialismo" y las prácticas comerciales, Ferreyros dijo: "Aprecio el consejo, sin importar de dónde venga. Pero somos cuidadosos con todas nuestras relaciones comerciales".

Aunque Tillerson no fue tan despectivo respeto a los aliados estadounidenses tradicionales, también encontró escepticismo entre ellos. El sentimiento en la isla caribeña de Jamaica fue de cauto optimismo pero no hubo ningún deseo de ser aleccionados.

El ex primer ministro de Jamaica P. J. Patterson dijo que Estados Unidos no debe esperar una lealtad inquebrantable de Jamaica y que la isla es más fuerte cuando se mantiene firme.

"Nosotros (Jamaica) nunca hemos obtenido ningún beneficio sustancial o duradero del servilismo o la sumisión. Hemos ganado cuando Jamaica se ha unido para la búsqueda de una causa común ofreciendo liderazgo en los niveles político, diplomático y técnico de la Comunidad del Caribe, la Organización de los Estados Americanos, la ONU, el Movimiento de los Países de los No Alineado y la Commonwealth", dijo Patterson en un discurso público.

En México, la primera escala de su viaje, Tillerson tuvo una audiencia atenta al tranquilizar al país respecto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la inmigración, aunque siguió defendiendo la política del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Luis Videgaray, dijo que "el liderazgo del secretario Tillerson ha sido fundamental para lograr esto, para acercar más a los países".

Finalmente, quizá fue sólo en Colombia, vecina de Venezuela y que recibe muchos miles de inmigrantes de ese país, donde Tillerson encontró el apoyo que había estado esperando.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se alineó con Tillerson respecto a las elecciones presidenciales venezolanas, programadas para abril próximo.

"Ahora tenemos la convocatoria para las elecciones presidenciales, elecciones que, desde nuestro punto de vista, no son válidas" porque no ofrecen garantías, dijo Santos.

Aunque esto mostró cierta conciliación, el viaje de Tillerson demostró que aunque Estados Unidos puede hallar puntos de confluencia con algunos países latinoamericanos, el juego ha cambiado. La región está mucho más dispuesta a defenderse que antes, incluso de su hermano mayor en Washington. Fin

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