ANALISIS: Termina gira de Tillerson para contener influencia iraní con pocos resultados

Spanish.xinhuanet.com   2017-10-26 04:15:15

EL CAIRO/RIAD, 25 oct (Xinhua) -- La recién concluida gira por Medio Oriente del secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, buscaba contener la expansión de la influencia de Irán, pero obtuvo resultados limitados.

Tillerson visitó hoy Arabia Saudí, enemigo jurado de Irán, antes de viajar a Doha con el objetivo de mediar en la crisis entre Qatar y algunos países árabes.

El lunes, Tillerson realizó una visita sorpresa a Irak en un intento por tranquilizar las crecientes tensiones entre el gobierno iraquí y la región semiautónoma de Kurdistán que busca la independencia.

El viaje de Tillerson refleja el ajuste las prioridades políticas de Estados Unidos en la región en un momento en el que la guerra contra el terrorismo ha logrado cruciales victorias y luego de que el presidente Donald Trump decidió descertificar el acuerdo iraní.

EEUU, ALARMADO POR EXPANSION DE INFLUENCIA REGIONAL

La creciente influencia iraní en Medio Oriente ha alarmado a la administración Trump que busca enfrentar a la república islámica con nuevas sanciones.

De hecho, Irán ha estado haciendo demostraciones de fuerza en la región, en donde los nuevos conflictos han creado oportunidades para la república islámica.

En Siria, Irán ha ayudado junto con Rusia al gobierno del presidente sirio, Bashar al-Assad, en el combate a los militantes del Estado Islámico y a los grupos rebeldes apoyados por la coalición dirigida por Estados Unidos.

Qatar ha mejorado en gran medida sus lazos con Irán desde junio, ahora que el país del Golfo enfrenta un bloqueo total impuesto por Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Arabes Unidos y Egipto.

En Irak, un país de mayoría chiita como Irán, los combatientes apoyados por Irán han ayudado a las fuerzas del gobierno iraquí a derrotar a los militantes del Estado Islámico y a los kurdos que buscan separarse de Bagdad.

En Yemen, Irán ha estado apoyando a los houthis en el combate al gobierno de Abd Rabbuh Mansour Hadi, quien es apoyado por una coalición dirigida por Arabia Saudí.

A pesar de frenar su programa de armas nucleares conforme al acuerdo firmado en 2015 con Estados Unidos y otros países, Irán ha continuado con el desarrollo de misiles balísticos.

La Armada iraní también ha tenido enfrentamientos con buques de la Armada de Estados Unidos que patrullan el Golfo, lo que crea el riesgo de que ocurran conflictos militares.

A inicios de octubre, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, realizó una rara visita a Irán para impulsar los lazos políticos y militares y coordinar con Teherán las posturas para contener el movimiento de independencia kurdo en Irak y para solucionar el conflicto sirio.

EEUU ENFRENTA OBSTACULOS EN SU DISPUTA CON IRAN

Durante su visita a Arabia Saudí, un Estado de mayoría sunita que ha sido un firme aliado de Estados Unidos, Tillerson fue testigo del establecimiento del Consejo de Coordinación Arabia Saudí-Irak que busca coordinar su combate al Estado Islámico y reconstruir Irak.

El principal objetivo de Estados Unidos para apoyar el estrechamiento de lazos entre Riad y Bagdad es evitar que Irak sea arrastrada por Irán, país que ha ayudado al gobierno iraquí a derrotar el Estado Islámico y a enfrentar el separatismo kurdo.

Tillerson elogió el consejo como una de las formas de "combatir algunas de las influencias poco productivas de Irán" dentro de Irak, pero quedan sospechas entre los países por sus diferencias religiosas y la separación durante décadas.

Tanto en Riad como en Doha, Tillerson pidió un diálogo para resolver las disputas entre Qatar y el bloque dirigido por Arabia Saudí, pero una vez más se estrelló contra un muro.

A pesar de la presión de Estados Unidos, Qatar no está dispuesto a tomar medidas para dañar su creciente relación con Irán. El fracaso de Estados Unidos para apoyar el diálogo hace que sea poco probable terminar con la disputa.

Incluso el gobierno iraquí, que depende en gran medida de Estados Unidos para proteger su seguridad, se ha distanciado de Washington respecto de sus lazos con Irán.

El domingo, Tillerson exigió en Riad que los combatientes chiitas proiraníes en Irak, o Fuerzas de Movilización Popular (Hashd al-Shaabi), se "vayan a casa" ahora que terminó el combate al Estado Islámico.

Pero Tillerson ignoró el papel clave de las fuerzas proiraníes no sólo para ayudar al gobierno iraquí a derrotar a los militantes del Estado Islámico, sino también para recuperar la provincia petrolera de Kirkuk y otras áreas disputadas por los kurdos.

El lunes, el primer ministro de Irak, Haider al-Abadi, dijo a Tillerson en Bagdad que los combatientes de Hashd al-Shaabi son iraquíes que han combatido al terrorismo, han defendido su país y han hecho sacrificios para derrotar al Estado Islámico.

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ANALISIS: Termina gira de Tillerson para contener influencia iraní con pocos resultados

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EL CAIRO/RIAD, 25 oct (Xinhua) -- La recién concluida gira por Medio Oriente del secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, buscaba contener la expansión de la influencia de Irán, pero obtuvo resultados limitados.

Tillerson visitó hoy Arabia Saudí, enemigo jurado de Irán, antes de viajar a Doha con el objetivo de mediar en la crisis entre Qatar y algunos países árabes.

El lunes, Tillerson realizó una visita sorpresa a Irak en un intento por tranquilizar las crecientes tensiones entre el gobierno iraquí y la región semiautónoma de Kurdistán que busca la independencia.

El viaje de Tillerson refleja el ajuste las prioridades políticas de Estados Unidos en la región en un momento en el que la guerra contra el terrorismo ha logrado cruciales victorias y luego de que el presidente Donald Trump decidió descertificar el acuerdo iraní.

EEUU, ALARMADO POR EXPANSION DE INFLUENCIA REGIONAL

La creciente influencia iraní en Medio Oriente ha alarmado a la administración Trump que busca enfrentar a la república islámica con nuevas sanciones.

De hecho, Irán ha estado haciendo demostraciones de fuerza en la región, en donde los nuevos conflictos han creado oportunidades para la república islámica.

En Siria, Irán ha ayudado junto con Rusia al gobierno del presidente sirio, Bashar al-Assad, en el combate a los militantes del Estado Islámico y a los grupos rebeldes apoyados por la coalición dirigida por Estados Unidos.

Qatar ha mejorado en gran medida sus lazos con Irán desde junio, ahora que el país del Golfo enfrenta un bloqueo total impuesto por Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Arabes Unidos y Egipto.

En Irak, un país de mayoría chiita como Irán, los combatientes apoyados por Irán han ayudado a las fuerzas del gobierno iraquí a derrotar a los militantes del Estado Islámico y a los kurdos que buscan separarse de Bagdad.

En Yemen, Irán ha estado apoyando a los houthis en el combate al gobierno de Abd Rabbuh Mansour Hadi, quien es apoyado por una coalición dirigida por Arabia Saudí.

A pesar de frenar su programa de armas nucleares conforme al acuerdo firmado en 2015 con Estados Unidos y otros países, Irán ha continuado con el desarrollo de misiles balísticos.

La Armada iraní también ha tenido enfrentamientos con buques de la Armada de Estados Unidos que patrullan el Golfo, lo que crea el riesgo de que ocurran conflictos militares.

A inicios de octubre, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, realizó una rara visita a Irán para impulsar los lazos políticos y militares y coordinar con Teherán las posturas para contener el movimiento de independencia kurdo en Irak y para solucionar el conflicto sirio.

EEUU ENFRENTA OBSTACULOS EN SU DISPUTA CON IRAN

Durante su visita a Arabia Saudí, un Estado de mayoría sunita que ha sido un firme aliado de Estados Unidos, Tillerson fue testigo del establecimiento del Consejo de Coordinación Arabia Saudí-Irak que busca coordinar su combate al Estado Islámico y reconstruir Irak.

El principal objetivo de Estados Unidos para apoyar el estrechamiento de lazos entre Riad y Bagdad es evitar que Irak sea arrastrada por Irán, país que ha ayudado al gobierno iraquí a derrotar el Estado Islámico y a enfrentar el separatismo kurdo.

Tillerson elogió el consejo como una de las formas de "combatir algunas de las influencias poco productivas de Irán" dentro de Irak, pero quedan sospechas entre los países por sus diferencias religiosas y la separación durante décadas.

Tanto en Riad como en Doha, Tillerson pidió un diálogo para resolver las disputas entre Qatar y el bloque dirigido por Arabia Saudí, pero una vez más se estrelló contra un muro.

A pesar de la presión de Estados Unidos, Qatar no está dispuesto a tomar medidas para dañar su creciente relación con Irán. El fracaso de Estados Unidos para apoyar el diálogo hace que sea poco probable terminar con la disputa.

Incluso el gobierno iraquí, que depende en gran medida de Estados Unidos para proteger su seguridad, se ha distanciado de Washington respecto de sus lazos con Irán.

El domingo, Tillerson exigió en Riad que los combatientes chiitas proiraníes en Irak, o Fuerzas de Movilización Popular (Hashd al-Shaabi), se "vayan a casa" ahora que terminó el combate al Estado Islámico.

Pero Tillerson ignoró el papel clave de las fuerzas proiraníes no sólo para ayudar al gobierno iraquí a derrotar a los militantes del Estado Islámico, sino también para recuperar la provincia petrolera de Kirkuk y otras áreas disputadas por los kurdos.

El lunes, el primer ministro de Irak, Haider al-Abadi, dijo a Tillerson en Bagdad que los combatientes de Hashd al-Shaabi son iraquíes que han combatido al terrorismo, han defendido su país y han hecho sacrificios para derrotar al Estado Islámico.

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