BAGDAD, 17 oct (Xinhua) -- El presidente de la región semiautónoma de Kurdistán, Masoud Barzani, indicó hoy que las fuerzas kurdas peshmerga se retirarán en Irak a sus líneas de 2016, antes de las batallas para liberar a Mosul de los militantes del Estado Islámico.
En su primera declaración después de la retirada de las fuerzas kurdas de la provincia de Kirkuk, Barzani dijo que "con la retirada, la línea (defensiva) será trasladada a la acordada entre Bagdad y Erbil antes de las operaciones para liberar a Mosul el 17 de octubre de 2016".
Esta línea "será la base de entendimiento sobre cómo desplegar las fuerzas y tropas iraquíes en la región de Kurdistán", dijo Barzani.
La declaración de Barzani se produjo un día después de la retirada de las fuerzas peshmerga, las cuales abandonaron Kirkuk y los alrededores sin enfrentarse a las fuerzas iraquíes.
Barzani responsabilizó de la retirada a miembros de un grupo kurdo rival y dijo que "lo ocurrido en la batalla de Kirkuk fue resultado de una decisión unilateral tomada por algunos individuos de un partido político de Kurdistán. Como resultado de su decisión, las fuerzas peshmerga se retiraron de la forma que todos vieron".
Algunos combatientes de la Unión Patriótica de Kurdistán (PUK) se retiraron de las líneas de defensa de Kirkuk y otras áreas fuera de la ciudad, lo que generó caos y condujo a otras fuerzas peshmerga a retirarse sin combatir.
"Aseguramos al pueblo de Kurdistán y le confirmamos que haremos todos los esfuerzos posibles para conservar lo ganado y proteger la seguridad y estabilidad del pueblo kurdo", prometió Barzani.
El lunes, el primer ministro de Irak, Haider al-Abadi, también comandante en jefe de las fuerzas iraquíes, ordenó a las fuerzas del gobierno entrar a la provincia petrolera de Kirkuk, norte de Irak, para recuperar el control de las áreas disputadas entre Bagdad y la región semiautónoma kurda.
Las fuerzas iraquíes entraron a la provincia de Kirkuk y recuperaron varias localidades, instalaciones petroleras y bases militares fuera de la ciudad de Kirkuk antes de avanzar a la capital y tomar el control.
Durante años, Bagdad y el gobierno regional kurdo han tenido desacuerdos. Los kurdos consideran que el norte de la provincia de Kirkuk y parte de las provincias de Nínive, Diyala y Salahudin son áreas en disputa que deben ser incorporadas a su región, una medida a la que se oponen los árabes, los turcomanos y el gobierno central de Bagdad.
Las tensiones se intensificaron después de que los kurdos celebraron un controvertido referendo de independencia de Kurdistán y las áreas en disputa.
Los países vecinos de Irak, especialmente Turquía, Irán y Siria, temen que la búsqueda de la independencia kurda amenace su integridad territorial dadas las grandes poblaciones de kurdos que viven en sus propios territorios. Fin
