SEUL, 12 oct (Xinhua) -- El ministro de Agricultura surcoreano dijo el jueves que su país no tiene nada de ceder en el sector agrícola en las negociaciones con Estados Unidos para enmendar el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Corea del Sur y Estados Unidos.
El ministro de Agricultura, Alimentos y Asuntos Rurales, Kim Yong-rok, dijo en una audiencia parlamentaria de ministerios del Gobierno que en cuanto al sector agrícola, Corea del Sur no tiene nada de ceder más en el TLC.
Kim dijo que el déficit comercial de su país en el sector agrícola con EEUU es grave y se han acumulado daños.
En respuesta a cualquier demanda por parte de EEUU, el ministro dijo que Corea del Sur intentará hacer que EEUU entienda los daños registrados en el sector agrícola.
Aunque el ministro rechazó revelar estrategias detalladas en las próximas negociaciones, señaló que el ministerio elabora una contra-estrategia para cada artículo.
Según las cifras del ministerio, el déficit comercial de Corea del Sur con EEUU en el sector agrícola se sumó a 6.140 millones de dólares estadounidenses en 2016. El país importó 6.900 millones de dólares de productos agrícolas y carne de EEUU el año pasado.
Corea del Sur endureció su posición sobre las venideras negociaciones para modificar el TLC tras la segunda sesión especial del comité conjunto bajo el acuerdo de libre comercio bilateral, la cual se celebró en Washington la semana pasada.
Tras la sesión especial, el Ministerio de Comercio surcoreano dijo en un comunicado de prensa que las dos partes comparten la necesidad de revisar el TLC para fortalecer los beneficios mutuos, indicando el inicio de las negociaciones para hacer las enmiendas.
Durante la primera sesión especial celebrada en Seúl en agosto, ambas partes no llegaron a un acuerdo.
La sesión especial del TLC fue exigida por EEUU el 12 de julio para tratar lo que Washington llamó un desequilibro significativo comercial a través de "enmiendas" y "modificaciones".
Antes del pedido, el presidente estadounidense, Donald Trump, describió el TLC bilateral como un "acuerdo horrible", prometiendo poner las cosas bien a través de una "renegociación" del tratado de libre comercio.
