BEIJING, 6 jul (Xinhua) -- El presidente de China, Xi Jinping, se reunió hoy con su homólogo de la República de Corea, Moon Jae-in, en el marco de la próxima doceava cumbre del G20 en Hamburgo, Alemania, la primera reunión personal entre ellos desde que Moon asumió el cargo en mayo.
Tal como se esperaba, el tema del sistema antimisiles conocido como THAAD, considerado como el principal problema en las relaciones Beijing-Seúl, encabezó la agenda de la reunión.
La instalación del sistema THAAD por parte de Seúl y Washington bajo la excusa de enfrentar las crecientes amenazas militares de Pyongyang daña gravemente los intereses de seguridad estratégica de países regionales, incluidos Rusia y China.
Está claro para todos que el sistema no ha frenado las ambiciones nucleares de la República Popular Democrática de Corea (RPDC). Al contrario, fomenta la desconfianza y la sospecha, incrementa el sentido de inseguridad de Pyongyang y compromete los esfuerzos mundiales para desnuclearizar la península coreana.
El martes, la RPDC lanzó a prueba un misil balístico intercontinental que dijo es capaz de portar una gran ojiva nuclear, con lo que debilita más las perspectivas de romper el estancamiento.
China y Rusia han exhortado a la RPDC a acatar estrictamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. También enviaron una alerta de que "ningún extraño debe incrementar su despliegue y presencia militar en el noreste de Asia bajo la excusa de oponerse a los planes nucleares y de misiles de Pyongyang".
El presidente Xi y su homólogo ruso, Vladimir Putin, dijeron que el despliegue del THAAD en la República de Corea "involucra el equilibrio estratégico en la región".
Xi también señaló que Beijing y Moscú "adoptarán las medidas necesarias, de manera conjunta o individual, para proteger sus intereses de seguridad nacional y el equilibrio estratégico regional".
Moon, quien defiende tanto las sanciones contra Pyongyang como su interacción con el norte, ha enfatizado que no se permitirá una segunda Guerra Coreana. Si ocurriera una guerra en la península, Seúl y los surcoreanos serían los que sufrirían los golpes destructivos y el THAAD sería el blanco principal de los ataques del norte.
La decisión precipitada sobre el THAAD es un tema candente heredado de la ex presidenta conservadora Park Geun-hye. El nuevo gobierno necesita buscar de manera positiva una salida para sacudirse la carga y no pedir una suspensión de las acciones los países involucrados para combatir al THAAD.
Todavía hay tiempo para que el gobierno de Moon corrija la mala elección y descongele los lazos bilaterales antes de que sea demasiado tarde.
Cancelar la instalación del THAAD e iniciar las conversaciones sobre la desnuclearización en una fecha próxima siguen siendo la solución más favorable para calmar las tensiones en la región, para poner a las relaciones China-República de Corea de nuevo en marcha y para lograr una paz duradera en el noreste de Asia.
Por difícil que pueda ser la decisión, beneficiará a los intereses de todos.
