BEIJING, 5 jul (Xinhua) -- La visita recién concluida del presidente de China, Xi Jinping, a Rusia se caracterizó por relaciones bilaterales más fuertes y una creciente agenda de cooperación, y puede servir como un factor de estabilización para que el mundo navegue por un ambiente internacional turbulento.
Las relaciones entre China y Rusia están en su "mejor momento de la historia", y los intercambios entre Xi y su homólogo ruso, Vladimir Putin, tienen un papel crucial en las relaciones bilaterales.
Una declaración conjunta firmada por los dos sobre la profundización de la asociación de coordinación estratégica integral, pide a ambos países continuar la sinergia de sus respectivas estrategias de desarrollo, así como entre la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China, y la Unión Económica Euroasiática, encabezada por Rusia.
Se espera que el enorme potencial sea aprovechado para la cooperación en seguridad informática, investigación ártica, espacio, comercio, tecnología, conectividad, finanzas y cooperación en el grupo BRICS (integrado por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica).
El desarrollo de las relaciones bilaterales es atribuido a las reuniones frecuentes y efectivas entre los dos jefes de Estado.
En marzo de 2013, pocos días después de asumir el cargo, Xi realizó una visita de Estado a Rusia, la primera escala de su primer viaje al extranjero como jefe de Estado. Xi y Putin se han reunido en más de 20 ocasiones en los últimos cinco años.
Durante sus reuniones en convenciones internacionales, como la cumbre G20 de 2016, Xi pidió estrechar la cooperación en asuntos internacionales y regionales y salvaguardar decididamente los principios de la Carta de la ONU.
En 2015, cuando se cumplió el 70° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, Xi asistió al desfile del Día de la Victoria en la Plaza Roja de Moscú, mientras que Putin estuvo presente en el propio desfile de Beijing, lo que mostró su firme determinación para salvaguardar el orden internacional de posguerra.
Las relaciones entre China y Rusia se han convertido en un importante factor en la salvaguardia del equilibrio estratégico internacional, de la paz y de la estabilidad en el mundo.
Durante sus conversaciones en el Kremlin el martes, Xi y Putin prometieron convertir las sólidas relaciones entre las dos potencias vecinas en una "piedra de lastre" para la paz y la estabilidad mundiales porque los dos países buscan coordinarse más estrechamente por un mundo mejor.
Al apuntalar esos esfuerzos de piedra de lastre, los dos países prometieron trabajar juntos y establecer un mecanismo integral y efectivo en el noreste de Asia tan pronto como sea posible, al mismo tiempo que subrayaron que el diálogo y las consultas son la única solución viable a la crisis de la península coreana.
Además, expresaron una fuerte oposición a la instalación unilateral del sistema antimisiles en Europa y Asia-Pacífico por parte de algunos países específicos a costa de los intereses de seguridad de otras naciones.
Respecto a Siria, los dos países pidieron el respeto de la soberanía e independencia de Siria y un diálogo amplio al interior de la nación de Medio Oriente para resolver la actual crisis a través de medios políticos y diplomáticos.
A diferencia de una alianza militar, y la asociación entre China y Rusia rechaza la obsoleta mentalidad de la guerra fría y no está dirigida contra terceros países.
La práctica ha demostrado que las relaciones entre China y Rusia son maduras y sólidas, capaces de soportar los problemas internacionales, servir como ejemplo para la coexistencia armónica y para la cooperación de beneficios compartidos entre importantes países del mundo y vecinos.
Si todas las grandes potencias y vecinos pudieran aprender de este ejemplo, no sólo beneficiarían sus propios intereses, sino que también ayudarían a preservar la paz y la estabilidad en el mundo.
