BEIJING, 14 jun (Xinhua) -- China está empezando a obligar a las compañías cotizadas a presentar declaraciones ambientales, pues muchas de ellas fallaron una prueba sobre la cuestión en sus informes anuales de 2015.
La Universidad Fudan de Shanghai revisó los informes de 170 compañías de 14 sectores que cotizan en la Bolsa de Shanghai.
La información facilitada en los informes no era congruente pese a la fuerte demanda pública de transparencia medioambiental. Los sectores farmacéutico, cervecero y textil fueron los que peores puntuaciones obtuvieron, mientras que el petroquímico estuvo por encima de la media.
"Las industrias con elevadas emisiones atmosféricas como la petroquímica se han acostumbrado al escrutinio público, que no ha sido tan intenso en el caso de la contaminación del agua", explica Li Zhiqing, subdirector del centro de investigación para la economía ambiental de la Universidad Fudan.
El trabajo reveló que las declaraciones ambientales pueden ayudar a las empresas a trasladar los costes ambientales al desempeño operativo, dijo Li.
El Ministerio de Protección Ambiental descubrió, durante la última ronda de inspecciones sobre contaminación del aire, que un total de 13.785 compañías, el 70,6 por ciento de las examinadas, incumplían los estándares ambientales. Este fue el resultado de dos meses de inspecciones en 28 ciudades de la región Beijing-Tianjin-Hebei y las áreas circundantes.
China está impulsando el desarrollo y el estilo de vida ecológico para equilibrar el crecimiento económico con la protección ambiental. Se han implantando medidas claras para hacer frente a la contaminación del aire, el agua y los suelos, y se han aplicado los sistemas más estrictos y las leyes más rigurosas para proteger el medio ambiente.
El Ministerio de Protección Ambiental y la Comisión Reguladora de Valores de China (CRVCh) firmaron el lunes un acuerdo sobre la información ambiental de las compañías cotizadas.
"Las compañías cotizadas son piedra angular del mercado de capitales y tienen la responsabilidad de proteger el medio ambiente", señaló el vicepresidente de la Comisión, Jiang Yang.
La CRVCh trabaja codo con codo con las autoridades medioambientales para garantizar que las compañías cotizadas faciliten su información ambiental adecuadamente.
El banco central y otras seis autoridades centrales publicaron el año pasado unas directrices para trazar el futuro de las financiación verde. Entre la miríada de incentivos propuestos, las directrices recomendaban la creación de un fondo nacional de desarrollo ecológico, el establecimiento de unos estándares para los bonos verdes, el dar apoyo a firmas ecológicas cualificadas para salir a bolsa y obtener nueva financiación y la publicación obligatoria de problemas ambientales.
China es el mayor mercado mundial de bonos verdes. Según la agencia de calificación de crédito Moody's, el número de bonos verdes emitidos en el mundo alcanzó en 2016 el récord de 93.400 millones de dólares, un 120 por ciento más que el año previo, ello debido principalmente a China, que emitió cerca del 40 por ciento de los nuevos bonos verdes, seguida de Estados Unidos, Francia y Alemania.
Los bonos verdes aligeran las necesidades de financiación de los proyectos ecológicos a medio y largo plazo porque los bancos se ven limitados en el acceso a los mismos.
"Las directrices dejan claro que el país establecerá un sistema de declaración ambiental obligatoria para las compañías cotizadas y los emisores de bonos", aseguró el viceministro de Protección Ambiental, Huang Runqiu.
