BEIJING, 21 may (Xinhua) -- Un récord de inversión china en Estados Unidos en 2016 evidenció lo compatible de la agenda económica de Beijing con los objetivos de la economía estadounidense, pero no a la inversa.
Un informe elaborado conjuntamente por Rhodium Group y el Comité Nacional sobre Relaciones China-EE.UU. muestra que las empresas chinas invirtieron 46.000 millones de dólares en Estados Unidos el año pasado, lo cual triplicó la cifra de 2015 y supuso un récord en la inversión directa en ambos sentidos.
El informe caracterizó la inversión de ambos sentidos del pasado como "una calle de sentido único", donde los flujos del capital predominantemente se desplazaron desde Estados Unidos hacia China. Ahora, sin embargo, la inversión se ha convertido en una "carretera de dos sentidos", con decenas de miles de millones de dólares fluyendo hacia los dos lados en forma de inversión extranjera directa.
Aunque la administración norteamericana se preocupaba por que la manufactura china pudiese suponer una amenaza a los empleos y la economía de ese país, las compañías chinas están reforzando la economía de EE.UU. a través de la creación de puestos de trabajo y el pago de impuestos.
Durante los pasados siete años, los puestos creados por empresas de capital chino en Estados Unidos aumentaron nueve veces, hasta llegar a 140.000 empleos el año pasado. Al cierre de 2016, los 50 estados y el 98 por ciento de los distritos del Congreso acogían operaciones de empresas chinas.
De acuerdo con el presidente del Consejo de Estados Americanos en China, John Ling, hay cada vez más estados que incrementan los esfuerzos de contratación para ayudar al aterrizaje del próximo proyecto manufacturero chino. Cree que ello ofrecerá más espacio para una relación económica bilateral más sana.
Aunque se han hecho notables progresos, aún existe mucho margen para expandir el impacto de los inversores chinos en Estados Unidos.
Con China en transición desde una economía orientada a las exportaciones hacia una guiada por el gasto del consumo y los servicios, los inversores chinos han comenzado a cambiar sus sectores de destino en Estados Unidos de las industrias tradicionales de energía y bienes inmobiliarios a los servicios a los consumidores y el sector de la tecnología punta.
Según el informe, más del 90 por ciento de la inversión directa china en Estados Unidos en 2016 se centró en los servicios y la manufactura avanzada.
Allí la empresa farmacéutica china Qilu ofrece el caso más reciente, en el cual la compañía invirtió más de 40 millones de dólares en EE.UU. para abrir un centro de innovación y expandir su presencia en Boston, base de la innovación farmacéutica del país norteamericano.
El alcalde de Boston, Martin Walsh, ha elogiado la asociación de Qilu, que ayuda a reforzar la reputación de la ciudad como líder global en investigación y desarrollo de las ciencias de la vida.
Mientras Qilu puede capitalizar ricos recursos de investigación y desarrollo de Boston para actualizar su gama de productos, también servirá para que las ideas de vanguardia sean llevadas a la práctica en el principal mercado de consumo.
El gran reequilibrio de la economía china proporciona una oportunidad histórica para expandir la inversión china en Estados Unidos. Entender este gran potencial también ayudará a crear unas relaciones constructivas entre ambos países en el siglo XXI.
