BEIJING, 14 may (Xinhua) -- El presidente chino, Xi Jinping, proclamó hoy domingo el espíritu de la Ruta de la Seda y afirmó que se ha convertido en una gran herencia de la civilización humana.
Las antiguas rutas de la seda, que se extienden a lo largo de miles de kilómetros y de años, encarnan el espíritu de la "paz y cooperación, apertura e inclusión, aprendizaje mutuo y beneficio mutuo", manifestó.
Xi hizo estas declaraciones en su discurso de apertura en la ceremonia inaugural del Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, que se celebra en Beijing.
Para explicar el espíritu de paz y cooperación, Xi recordó el famoso viaje de Zhang Qian a las regiones occidentales.
En el año 140 a.C., durante la dinastía Han de China, Zhang, un enviado real, partió de la ciudad de Chang'an (la actual Xi'an) camino al oeste en misión de paz y abrió una ruta terrestre que conectó Oriente con Occidente.
Varios siglos más tarde, durante las dinastías Tang, Song y Yuan, esas rutas de la Seda tanto terrestres como marítimas experimentaron un gran desarrollo. Grandes aventureros como el chino Du Huan, el italiano Marco Polo o el marroquí Ibn Batuta dejaron su huella a lo largo de estas rutas antiguas.
El famoso navegante chino de la dinastía Ming, Zheng He, realizó a comienzos del siglo XV siete viajes a los mares occidentales, que Xi elogió como "hazaña que se recuerda hoy día".
"Estos pioneros ocuparon su lugar en la historia no como conquistadores con buques de guerra, fusiles y espadas sino como emisarios amistosos al mando de caravanas de camellos y barcos llenos de tesoros", dijo. "Generación tras generación, los viajeros de la Ruta de la Seda han construido un puente para la paz y la cooperación Este-Oeste".
Las antiguas rutas de la Seda, que abarcan los valles del los ríos Nilo, Tigris y Éufrates, Indo y Ganges, y Amarillo y Yangtse, también son consideradas como un símbolo de apertura e inclusión.
Las rutas conectan las cunas de las civilizaciones egipcia, babilonia, india y china así como las tierras del budismo, el cristianismo y el islam, y son hogar de gentes de diferentes nacionalidades y razas, indicó.
Esas vías permitieron a gentes de diversas civilizaciones, religiones y razas "interactuar y abrazarse con la mente abierta" y fomentar un espíritu de respeto mutuo, agregó.
"Esta parte de la historia muestra que las civilizaciones se desarrollan con la apertura y las naciones prosperan a través de los intercambios", subrayó.
No sólo para el comercio, las rutas de la Seda antiguas también impulsaron los flujos de conocimiento, que Xi calificó como espíritu de aprendizaje mutuo.
A través de estas rutas, la seda, la porcelana, los charoles y los utensilios de hierro fueron transportados al Oeste, mientras que la pimienta, el lino, las especias, las uvas y las granadas entraron en China.
Además, el budismo, el islam y la astronomía, el calendario y la medicina árabes penetraron en China, al tiempo que los cuatro grandes inventos y la cría de gusanos de seda de China se extendieron a otras partes del mundo.
"Y lo que es más importante, los intercambios de artículos y conocimientos estimularon las nuevas ideas", añadió.
"Por ejemplo, el budismo se originó en la India, prosperó en China y se enriqueció en el sureste asiático. El confucianismo, que nació en China, fue apreciado por filósofos europeos como Leibniz y Voltaire", dijo el presidente chino. "He aquí el atractivo del aprendizaje mutuo".
Xi también señaló que las antiguas rutas de la seda, que presenciaron el ajetreo del comercio por tierra y mar en los puertos, portan el espíritu del beneficio mutuo.
"A lo largo de estas principales arterias para la interacción fluían libremente capitales, tecnologías y personas, y las mercancías, recursos y beneficios eran ampliamente compartidos", manifestó.
El presidente chino citó las ciudades antiguas de Alma-Ata, Samarcanda y Chang'an, los puertos de Ur y Guangzhou, el Imperio Romano, los Reinos de Partia y Kushan, así como las dinastías Han y Tang de China, como estandartes de la prosperidad espoleada por las rutas.
"La historia es nuestro mejor profesor", dijo Xi. "La gloria de las antiguas rutas de la seda muestra que la distancia geográfica no es insuperable".
"Si tenemos la valentía de dar el primer paso hacia el otro, podemos embarcarnos en un camino que lleva a la amistad, el desarrollo compartido, la paz, la armonía y un futuro mejor", indicó.